POLÍTICA
¡Es un hecho!: Óscar Iván Zuluaga se lanza a la presidencia
Óscar Iván Zuluaga se alista para oficializar su candidatura presidencial. Su nombre se suma a una larga lista de precandidatos de la derecha y la centroderecha. ¿Qué viene ahora?
La campaña presidencial de 2022 promete sacudirse fuertemente en los próximos meses con la entrada en la arena de Óscar Iván Zuluaga, quien busca ser el candidato único del Centro Democrático para tratar de suceder a Iván Duque en la Casa de Nariño. Luego de más de tres años en silencio, tras los escándalos de Odebrecht y del hacker, SEMANA confirmó que Zuluaga reaparecerá para aspirar nuevamente a la presidencia a nombre de la derecha y la centroderecha, justo en momentos en que ese amplio bloque atraviesa por una atomización de sus votantes debido a decenas de candidatos que quieren participar en la batalla electoral. Zuluaga, aunque perdió las elecciones, le ganó la primera vuelta al presidente-candidato Juan Manuel Santos en 2014.
Ya sostuvo reuniones con el expresidente Álvaro Uribe y con algunos congresistas uribistas. Hasta ahora no lo ha hecho con el presidente Duque, una voz importante en las decisiones del partido. En las últimas semanas, el exministro de Hacienda ha recorrido las calles de Bogotá y Cali, epicentros del paro, el caos y el vandalismo, y ha hecho propuestas para enfrentar la grave crisis económica y social del país. El nombre de Zuluaga empezó a tomar vuelo cuando, hace unas semanas, fue invitado personalmente por Duque a la Casa de Nariño con el fin de escuchar sus ideas en el marco de las movilizaciones.
Además de Zuluaga, estuvieron los exalcaldes Enrique Peñalosa, Federico Gutiérrez y el exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, quienes públicamente han manifestado que competirán por la presidencia. Desde ese día, el nombre de Zuluaga entró en la lista de los precandidatos para tener en cuenta. Hoy, después de consultarlo con sus familiares y amigos más cercanos, y ante la falta de claridad en la derecha sobre quién puede enfrentar a Gustavo Petro, actualmente en el primer lugar en las encuestas, Zuluaga tiene motivos suficientes para medirse en las urnas y ha hecho saber que quiere ser el candidato único del Centro Democrático.
Su trayectoria genera respeto. Es un economista que ha sabido capotear tormentas y sabe hacer política. Así mismo, tiene un plus: a diferencia de algunas figuras que polarizan o generan resistencia, Zuluaga congrega a todas las vertientes del Centro Democrático. Cuando Uribe permaneció en casa por cárcel, en medio de su investigación en la Corte Suprema de Justicia, Zuluaga tomó temporalmente las riendas del partido y ejerció un liderazgo natural. Alineó a las bancadas de la Cámara y Senado con el Gobierno. Y junto con Tomás Uribe, el senador Ernesto Macías y la presidenta del Centro Democrático, Nubia Stella Martínez, unieron a todo el partido y trazaron un plan de trabajo mientras el expresidente afrontaba la detención domiciliaria.
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Sin embargo, no tiene la pista totalmente despejada en el uribismo. La senadora María Fernanda Cabal anunció su aspiración hace unos días y a un sector de la derecha le gusta la opción de una mujer franca, directa y que defiende la autoridad a capa y espada, en medio de los estragos que ha causado el vandalismo. Cabal es cercana a Zuluaga y, si no se lanza a la presidencia finalmente, puede estar en los primeros lugares de la lista al Senado por el Centro Democrático. Sin embargo, la aspiración de la uribista ha generado divisiones y no ha caído bien entre los precandidatos cercanos a Duque, como el congresista Edward Rodríguez, quien consideró lamentable que María Fernanda “denigre del Gobierno con mentiras”. En el Centro Democrático hay divisiones internas entre los que están con Duque y los que de tiempo atrás se han venido desmarcando de la Casa de Nariño.
ASÍ SE MUEVEN LOS DEMÁS
Los otros precandidatos alistan motores. La senadora Paola Holguín sigue recorriendo el Eje Cafetero, Antioquia y otras ciudades, pero algunos creen que está abonando terreno para competir por la Gobernación de Antioquia. El exviceministro Rafael Nieto insiste en su candidatura y mantiene sus profundas diferencias con el Gobierno Duque. La senadora Paloma Valencia aún evalúa si se lanza y no ha empezado a recorrer las regiones, mientras que el representante Rodríguez, cercano al presidente Duque, le confirmó a SEMANA que también hará parte del abanico presidencial; es más, Jennifer Arias, la nueva presidenta de la Cámara de Representantes, será su jefa de debate. El huilense Ernesto Macías también aspiraría, pero en realidad busca retornar nuevamente al Congreso.
Pese a todas estas movidas, en el uribismo no empezarán a hablar de candidaturas hasta la tercera semana de agosto, cuando esperan que esté aprobada la nueva reforma tributaria que tramitará el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, buscando el consenso y evitando que se convierta en un golpe al bolsillo de la clase media. Luego, la primera estrategia será una campaña agresiva para resaltar los principales logros del Gobierno Duque. Después del 10 de julio, el representante Edward Rodríguez tomará la vocería del partido.
En octubre de este año, tal como ocurrió en 2017 con Iván Duque, se prevé la escogencia del candidato único mediante una encuesta. En todo caso, en el partido hay preocupación porque ninguno de los precandidatos del uribismo aparece hoy en los primeros lugares de las encuestas de intención de voto. Aunque a Zuluaga tampoco le sonríen las mediciones por ahora, algunos líderes del partido consideran que él podría congregar al uribismo ante la falta de candidatos taquilleros y con posibilidades reales. Eso ha hecho que algunos piensen apoyar otras candidaturas como las de Federico Gutiérrez y Enrique Peñalosa, quienes empezarán a recoger firmas para competir por movimientos independientes.
A todo este panorama se suman las recientes declaraciones del expresidente Uribe en SEMANA, que generaron desesperanza entre algunos de sus seguidores. El exmandatario no mostró mayor interés, al menos por ahora, en acompañar de cerca una candidatura presidencial porque es realista del difícil momento por el que atraviesa el país, las dificultades del Gobierno, además de la caída de su popularidad por el proceso judicial que, si bien considera injusto, acepta que es grave. “Sé que mi situación personal y judicial puede hacer daño a los candidatos”, reconoció.
En la carrera por la presidencia en 2022, hoy se cuentan 21 precandidatos presidenciales, excluyendo a figuras como Humberto de la Calle y Germán Vargas Lleras, que declinarían aparecer en el tarjetón. En la derecha y la centroderecha, incluyendo a los uribistas, 13 candidatos se disputarán esa bandera, posiblemente en una consulta amplia en marzo de 2022. Federico Gutiérrez y Enrique Peñalosa gozan del respaldo en amplios sectores de la derecha y del uribismo, y ambos cuentan con el guiño de Duque, a quien han defendido en medio de la crisis. En el caso de Alejandro Char, aún no es clara su decisión final.
La exgobernadora del Valle Dilian Francisca Toro sigue en campaña, liderando al grupo de exgobernadores que pretende llegar con candidato propio a la primera vuelta presidencial. Avanza en sus giras promoviendo al Partido de la U y, de paso, su aspiración. Aunque tampoco habla de la derecha, no es un secreto su cercanía con el expresidente Uribe. En el Partido Conservador aspiran los senadores Efraín Cepeda y David Barguil, aunque sus candidaturas no suenan. Cosa distinta ocurre con el exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas.
El expresidente de Ecopetrol y también exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry decidió aspirar por firmas, como independiente, y le dijo a SEMANA que su candidatura será de convergencia, en la que espera que confluya el conservatismo. Mientras Petro sigue liderando las encuestas, aunque ha perdido puntos en las últimas semanas, la derecha tiene un gran abanico de potenciales candidatos. La falta de definición, sin embargo, está atomizando los votos.
En cualquier caso, solo a finales de este año el panorama empezará a despejarse y es posible que haya una lista corta de candidatos uribistas y algunos independientes que podrían llegar a acuerdos para postular sus nombres en una consulta. De ahí debe salir un aspirante único que recoja todos los votos de esta corriente en la competencia por la presidencia en 2022.