Regiones

Escalada terrorista del ELN en Colombia: tres departamentos sufren las ‘presiones’ al Gobierno

El ELN está detrás de los atentados al sistema petrolero, quemas de carros y ataques armados a la fuerza pública.

Redacción Semana
30 de agosto de 2024
ELN emprende escalada terrorista en el territorio nacional. | Foto: afp

La guerrilla del ELN emprendió una estrategia terrorista en contra de la fuerza pública y la población civil en Colombia para llamar la atención del Gobierno en la mesa de negociación, según informes de inteligencia militar y policial.

Con la suspensión del cese al fuego, los delincuentes recibieron ‘luz verde’ de sus comandantes para protagonizar atentados a oleoductos, secuestros, quema de vehículos, ataques armados y asesinatos en varios puntos del país.

Las autoridades dan cuenta de alteraciones del orden público en tres departamentos a manos del ELN: Arauca, Norte de Santander y Antioquia, donde suman cientos de hombres y poderosos armamentos para lograr sus crímenes.

Además, las alarmas están encendidas por investigaciones que advierten sobre posibles perfilamientos a once ciudades donde el grupo armado reclutaría a jóvenes y ubicaría objetivos vulnerables para cometer acciones terroristas.

Temor en Arauca

El comandante encargado de la Policía en Arauca, coronel Miguel Ángel Cadena, informó en SEMANA que el ELN tiene un plan para afectar a los miembros de la fuerza pública y a la infraestructura estatal en esa región de Colombia.

“El ELN tiene presencia en el área rural y cascos urbanos de los siete municipios del departamento. La idea de ellos es hacerse sentir ante al Estado y, lógicamente, lo van a hacer con actos terroristas fuertes”, afirmó el alto mando de la institución.

Desde que se rompió el cese de hostilidades, a la guerrilla se le han atribuido en Arauca los ataques al sistema petrolero de Ecopetrol, que podrían desencadenar una restricción en el abastecimiento de gas en la zona nororiental del país.

Igualmente, se le responsabiliza de hostigamiento a uniformados con explosivos y de continuar los enfrentamientos con las disidencias de las Farc por el control territorial, arrinconando a la población civil en medio de la lluvia de balas.

ELN. Imagen de referencia. | Foto: afp

El poder en Norte de Santander

El ELN también causa estragos en Norte de Santander. El 28 de agosto, un francotirador de ese grupo criminal acabó con la vida de José Villa, un soldado que estaba en la base militar La Esmeralda, ubicada en el municipio de Convención.

Por información de inteligencia que alertaba sobre la instrumentalización de guerrilleros a menores de edad, se generó un fuerte combate entre las tropas del Ejército Nacional y los delincuentes en el municipio de Ábrego.

“Allí, cuatro individuos pertenecientes a ese grupo ilegal fueron abatidos y uno más resultó herido, y fue capturado. En el hecho fueron incautadas armas de fuego, material de intendencia y equipos de comunicaciones”, indicaron las autoridades.

A esto se suma un incidente con explosivos que fue dirigido a una sección del oleoducto Caño Limón, en el sector de La Gloria, en los límites entre los departamentos de Norte de Santander y el departamento del Cesar.

Efectos en Antioquia

En la noche de este jueves, el ELN mostró los dientes en Antioquia. Un grupo de hombres salió a la vía que comunica a Medellín con Caucasia y quemó cuatro automotores: un bus y tres tractocamiones. Las pérdidas son millonarias.

El Ejército Nacional atendió la alteración de orden público y logró retomar el control: “Tropas están en la vereda El Socorro, Puerto Valdivia, apoyando a la comunidad. Rechazamos enérgicamente estas acciones terroristas”.

El grupo guerrillero sigue reclutando a menores de edad y tiene una alianza con las disidencias de las Farc, comandadas por alias Calarcá, para hacerle contrapeso al avance de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).

Las alertas están encendidas en el departamento por posibles atentados. Recientemente, aparecieron banderas de esta organización en el Valle de Aburrá con el propósito de intimidar a la población, según la Alcaldía de Medellín.