ENTREVISTA
“En 2019 el magisterio y los estudiantes han protestado 1.568 veces”
El nuevo director de seguridad ciudadana de la Policía Nacional, general Jorge Vargas, habló con SEMANA sobre la exsenadora prófuga, las protestas estudiantiles, el Esmad y la situación de inseguridad en las ciudades.
SEMANA: Algunos criticaron las actuaciones del Esmad durante las protestas de los últimos días, principalmente en Bogotá. ¿Hubo exceso de fuerza?
General Jorge Vargas: Las actuaciones del Esmad están enmarcadas en normas y leyes nacionales, y en protocolos internacionales para el uso de la fuerza. En Colombia, la Policía Nacional ha desarrollado una doctrina clara para atender las protestas, que es pública y verificada por los organismos de control y demás autoridades. La respuesta institucional está enmarcada en normas de respeto a los derechos humanos y dirigida a garantizar el normal desarrollo de la protesta consagrada en la Constitución. Los procedimientos del escuadrón móvil antidisturbios se produjeron precisamente en medio de disturbios y de violación a los derechos de otros ciudadanos.
SEMANA: ¿Cuál fue el balance de esas protestas? ¿Cuántos disturbios ha atendido el Esmad a nivel nacional este año? ¿Cuántos capturados y policías heridos han resultado de esas intervenciones?
G.J.V.: Durante 2019 se han registrado 3.463 actividades de protesta en 463 municipios de los 32 departamentos del país, 1.373 concentraciones, 1.058 marchas, 448 asambleas, 382 bloqueos y 93 disturbios. De estas protestas, 1.568 corresponden al magisterio y los estudiantes (45 por ciento). En las protestas, hemos capturado 50 personas por disturbios y hechos violentos, han resultado lesionados 60 policías y ha muerto un policía.
SEMANA: Algunos estudiantes afirmaron que los agentes usaron armas no convencionales. ¿Qué tipo de armas o elementos usan los policías del Esmad y qué tipo de protocolos existen para atender esos disturbios?
G.J.V.: El Esmad usa los elementos autorizados por la Ley y caracterizados por los protocolos internacionales para aplicar la fuerza. Estos dispositivos, denominados menos letales, tienen como finalidad dispersar a las personas que causan los disturbios y generan violencia. Los Esmad tienen equipos de control de multitudes de acuerdo con la reglamentación internacional y el empleo de armas, municiones, elementos y dispositivos menos letales. Colombia ha servido de referencia a países como Francia, España, México, Bolivia y Chile en el manejo de estos elementos y la intervención de hechos violentos.
SEMANA: ¿Hubo infiltrados de grupos al margen de la ley en las protestas? ¿Quiénes son y qué están haciendo para capturarlos?
G.J.V.: A partir de las informaciones recibidas por la Policía y otras autoridades, tenemos conocimiento de personas con objetivos diferentes a los de protestar legítima y pacíficamente. A la Fiscalía General de la Nación le hemos aportado elementos, materiales de prueba y evidencia física que advierten y aportan insumos probatorios sobre las intenciones de sectores radicales para generar disturbios y violencia en la protesta social.
SEMANA: Usted lleva un poco más de un mes en la Disec, ¿qué balance hace de este tiempo?
G.J.V.: Siguiendo instrucciones del señor presidente de la República, el señor ministro de Defensa y el señor director general de la Policía, estamos priorizando y focalizando el esfuerzo por reducir la criminalidad en los focos y sitios en donde ocurren la mayoría de los crímenes. Con el equipo de comandantes de región, departamento y unidades en el país estamos reformulando el modelo de vigilancia por cuadrantes, la articulación de la Policía Nacional con la Fiscalía General de la Nación es más fuerte y estamos utilizando con mayor énfasis la investigación criminal y la inteligencia anticipativa para lograr reducir el delito y ser oportunos en la respuesta ante los ciudadanos. Durante el último mes en el país hubo contención del hurto a personas e impacto a las organizaciones que cometen los homicidios en el país.
SEMANA: Hay una percepción de que la seguridad en las ciudades se deteriora. ¿Qué pasa en realidad?
G.J.V.: Las cifras objetivas muestran una reducción en la mayoría de los delitos, como homicidio, secuestro, lesiones personales, extorsión, hurto a residencias, hurto a comercio y hurto a automotores. A partir de la entrada y puesta en funcionamiento de la plataforma “A denunciar” han aumentado las denuncias por hurto a personas, lo que nos ha dado un panorama real de este fenómeno y sus números. Frente a lo anterior, tenemos un decremento en esta modalidad en el último mes, en la mayoría de las ciudades del país. Tenemos concentrados los esfuerzos para reducirlo en las principales ciudades con la doctora Claudia Carrasquilla, delegada para la seguridad ciudadana de la Fiscalía.
SEMANA: El delito más grave, sin duda, es el homicidio. ¿Cuál es el balance y qué se está haciendo para reducirlo? ¿Cuáles son los lugares más críticos?
G.J.V.: El comportamiento del homicidio este año continúa en retroceso. Entre el 70 y el 75 por ciento de los hechos los cometen con arma de fuego; entre el 18 y el 22 por ciento, con arma corto punzante y en riñas. El 66 por ciento es urbano, y el 34 por ciento, rural. Con base en los porcentajes anteriores, nuestra estrategia es de focalización, combinando un esfuerzo de investigaciones exprés, de inventarios e identificación de actores criminales, con actuaciones focalizadas en cuadrantes con elevada criminalidad y riesgo social, para visibilizar ante la comunidad a los criminales más buscados y sus estructuras. Seguimos priorizando las capitales, el Bajo Cauca, Norte de Santander y Tumaco como áreas de esfuerzo principal.
SEMANA: El hurto es el delito que más aqueja e impacta la percepción de inseguridad. ¿Cuáles son las cifras y qué estrategia existe para disminuirlo?
G.J.V.: En el último mes se tuvo un descenso del 3,9 por ciento en la cifra del hurto a personas frente al mismo periodo del año anterior, lo que nos indica que la estrategia de mayor presencia en las zonas de mayor problemática está dando resultados, junto con el cambio de tiempos y horarios en la prestación del servicio. Entre las iniciativas que estamos desarrollando está la de actuar contundentemente contra los establecimientos comerciales dedicados a la receptación, es decir, a vender los bienes hurtados.
SEMANA: ¿Están identificadas las bandas y los integrantes de estas bandas?
G.J.V.: Con la Dirección de Investigación Criminal y la Dirección de Inteligencia de la Policía estructuramos el mapa de macrocriminalidad, una herramienta para identificar con alta precisión actores criminales, recurrentes, sitios, horas fenómeno, causas y modalidades. Con esto hemos creado 164 mapas de calor dinámicos que nos permiten un desempeño más efectivo, focalizar el servicio para impactar las franjas más críticas del delito y orientar a los investigadores judiciales en la disrupción del crimen. A partir de esta herramienta y de las capacidades institucionales, estamos visibilizando a los delincuentes, comprendiendo su accionar criminal y desmantelando las estructuras delictivas.
SEMANA: Uno de los problemas más complejos es el tema de los delincuentes reincidentes. ¿Cómo puede manejar este fenómeno?
G.J.V.: Con la Fiscalía General de la Nación hemos desarrollado un modelo de identificación de los delincuentes prolíficos, recurrentes y reincidentes. Tenemos el propósito de obtener los antecedentes de estas personas para que al momento de la imputación de cargos ante los jueces, generen medidas más severas y efectivas contra ellos. De igual manera, la Policía en el Consejo Superior de Política Criminal ha expuesto lo crítico del fenómeno a fin de solicitar cambios en la legislación penal existente. Esto es urgente y prioritario para el país.
SEMANA: ¿Qué impacto tienen las llamadas Odin en la seguridad y qué estrategia hay para combatirlas?
G.J.V.: Estas estructuras delincuenciales, caracterizadas en Medellín, son bandas criminales dedicadas especialmente al tráfico local de estupefacientes y el hurto. Contra estas estructuras hay abiertos procesos judiciales en detalle. Se creó un centro de fusión integrado con las unidades que tienen que ver con estos dos fenómenos a fin de desmantelarlas y llevar a sus miembros ante los jueces, en especial a los cabecillas, por vía de elementos materiales probatorios sólidos para lograr condenas de mayor impacto. Nuestra estrategia consiste en aplicar mucha inteligencia e investigación criminal. Eso, sin descartar el trabajo con autoridades internacionales para integrar procesos con organizaciones como Interpol, Europol y las de Estados Unidos.
SEMANA: ¿Hay un déficit de pie de fuerza en la Policía? ¿Qué estrategia hay para compensar esa falta de uniformados y garantizar la seguridad?
G.J.V.: Estamos realizando el mayor esfuerzo para que los policías que tienen el tiempo de asignación de retiro, según el fallo del Consejo de Estado, sigan en nuestras filas. Los funcionarios que se han retirado tienen mucha experiencia policial y conocimiento, no es fácil reemplazarlos. Estamos reduciendo actividades que no están directamente relacionadas con la reducción del delito en Colombia. En este momento es importante incorporar tecnología de avanzada que complemente la actividad del policía humano. Más que nunca estamos focalizando nuestra actividad en los puntos críticos para ser más efectivos.
SEMANA: ¿Qué están haciendo para recapturar a Aída Merlano?
G.J.V.: Con la Fiscalía General de la Nación organizamos un equipo especial de búsqueda orientado a varias líneas de actuación, a identificar autores y coautores en el plan de fuga y su judicialización, un trabajo técnico de ubicación de elementos que permita su recaptura. Se están ofreciendo hasta 50 millones por la ubicación de esta prófuga de la justicia.