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La Comisión Primera del Senado aprobó este proyecto de ley, denominado ‘Son niñas no esposas’, que busca eliminar el matrimonio infantil y las Uniones Tempranas Forzadas, MIUTF. | Foto: Colprensa / El País

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“Esperamos el compromiso del Congreso para que se elimine esta práctica nociva”: Profamilia sobre la ley contra matrimonio infantil

El articulado de este proyecto de ley queda ahora en manos de la plenaria del Senado.

Redacción Nación
14 de agosto de 2024

Este miércoles, la prohibición del matrimonio infantil en Colombia quedó a solo un debate de convertirse en ley de la República. La Comisión Primera del Senado aprobó este proyecto de ley, denominado ‘Son niñas, no esposas’, que busca eliminar el matrimonio infantil y las Uniones Tempranas Forzadas (MIUTF).

Se trata del noveno intento en que los defensores de las niñas, niños y adolescentes en el país se unen para convertir este asunto en ley de la República y la primera vez que la discusión avanza a este nivel del debate legislativo. Así las cosas, el articulado queda ahora en manos de la plenaria del Senado.

matrimonio infantil
Se trata del noveno intento en que los defensores de las niñas, niños y adolescentes en el país se unen para convertir este asunto en ley de la República. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Varias asociaciones dedicadas a luchar por los derechos de los niños celebraron este importante paso. Una de estas es Profamilia, entidad que acompaña a niños y jóvenes en el ejercicio pleno de sus derechos sexuales y reproductivos, contribuyendo a la equidad y la reducción de la pobreza.

Marta Royo, directora ejecutiva y representante de Profamilia, recuerda que desde el 2007 se ha buscado en el país un cambio en el Código Civil para que no se permita más el matrimonio infantil. Ahora, tras ocho proyectos “que en el pasado no lograron ni siquiera ser discutidos, podemos afirmar que finalmente se está logrando afianzar un compromiso de los congresistas con la protección y garantía de los derechos de las niñas, niños y adolescentes”.

Para Royo, el MIUTF “es una práctica que se ha naturalizado en diversos entornos sociales y culturales de Colombia, especialmente en las zonas rurales, que acarrea múltiples formas de violencia contra las niñas y niños, a raíz, entre otras, de relaciones donde hay ausencia del consentimiento y predomina el desbalance de poder, acentuando y reproduciendo los entornos de pobreza o vulnerabilidad”.

Es que tan solo en los últimos tres años, la Superintendencia de Notariado y Registro calcula que se oficializaron más de 1.400 matrimonios en los cuales una de las personas era menor de 18 años.

Royo subraya que aún resta un debate para que el matrimonio infantil no se permita más en el país. “Colombia está a punto de saldar una deuda histórica con los derechos de las niñas y adolescentes y entrar al grupo de países que ya han ajustado sus legislaciones y adoptado medidas para erradicar esta práctica nociva”.

De aprobarse este proyecto de ley, el país contaría con una de las normas más completas que no solo modifican el Código Civil, sino que desarrolla políticas integrales orientadas a la prevención y atención, así como al acompañamiento en la construcción de proyectos de vida con el propósito de avanzar en la reducción de las brechas sociales, la transformación de patrones culturales y el fortalecimiento de los derechos a la educación y la salud de las niñas, niños y adolescentes.

La directora de Profamilia destaca, sin embargo, que este cambio legal “debe acompañarse de las acciones necesarias, por parte del Estado, la sociedad y la familia, que impulsen los cambios sociales que lleven a desnaturalizar estas prácticas, permitan empoderar a las niñas, niños y adolescentes sobre sus derechos sexuales y reproductivos, y generen oportunidades para que puedan cumplir sus sueños y proyectos de vida de manera libre, digna y segura”.

Profamilia ha brindado asesoría a esta iniciativa legislativa a través del proyecto Valiente, que forma y acompaña a niñas, niños y adolescentes, sus comunidades y entornos, en el conocimiento de sus derechos y la construcción de sus proyectos de vida para impactar positivamente a sus comunidades.