Nación
Esposa del coronel Óscar Dávila le da el último adiós en redes sociales, publicando una emotiva foto de ambos en el cumpleaños de su hijo
El coronel falleció el pasado viernes, 9 de junio, en extrañas circunstancias y en medio de las investigaciones por el escándalo del Gobierno frente a las interceptaciones telefónicas.
Por medio de redes sociales, la viuda del coronel Óscar Dávila, fallecido el pasado viernes 9 de junio, le dio un último adiós con una nostálgica foto.
En una ceremonia privada que se realizó el domingo 11 de junio en el Centro Religioso de la Policía Nacional, se cumplieron las exequias del coronel Dávila, quien murió en extrañas circunstancias el pasado viernes, en Bogotá.
La ceremonia duró poco más de una hora y contó con la asistencia del presidente Gustavo Petro y el director de la Policía Nacional, general William Salamanca. Además, no tuvo guardia de honor ni tampoco el acompañamiento de los alféreces de la Escuela General Santander o una bandera de Colombia en el ataúd.
De igual manera, varios globos fueron liberados en el aire cuando el féretro se dirigió desde el recinto hacia el carro fúnebre. En ese mismo momento el silencio se rompió cuando se escucharon algunos aplausos de los asistentes, quienes despidieron al alto oficial en medio de una calle de honor. Acto seguido, una caravana de motocicletas de la Policía acompañó la salida del vehículo, en el recorrido rumbo al cementerio.
Lo más leído
Su esposa decidió publicar la última fotografía del coronel, la cual fue hace algunos días en el marco del cumpleaños de uno de sus hijos. La publicación en Instagram dice lo siguiente: “Quiero dar gracias a todas las personas que nos acompañaron en este día tan difícil de mi vida con un mensaje, una llamada y su compañía para despedir al hombre más hermoso que muchos conocimos y supimos lo valioso que era”.
Consecuentemente, la esposa señaló que quería compartir la última foto que ambos se tomaron, para que quedara inmortalizada por la eternidad y en un momento en el cual ella no sabía que la vida le iba a cambiar de esa manera. “Hoy quiero que nuestra última foto quede registrada para siempre, aunque no sabíamos que nuestra historia cambiaría tan rápido”, indica la publicación.
Adicionalmente, el texto indica que ambos siempre vivieron momentos sencillos e inolvidables en familia, caracterizándose por ser unidos. Del mismo modo, ella le agradeció a Dios por haberle dado la oportunidad de vivir muchos instantes con el coronel, quedando cada uno en su memoria.
“Aunque hoy ya no estás a nuestro lado, quiero que sepas, amor, que fuimos siempre muy felices, que gracias por ser ese gran hombre incondicional, amoroso, entregado al servicio para ayudar, mejor padre, esposo, hermano, hijo, cuñado, yerno, amigo y persona. Te amaremos por siempre, cuídanos desde el cielo mi amor, que yo me encargo aquí en la tierra de nosotros”, concluye la publicación.
El coronel Dávila falleció en circunstancias extrañas el pasado 9 de junio, cuando se encontraba junto a su escolta. La información preliminar es que ambos estaban en un vehículo, cuando el coronel le pidió a su compañero que le comprara una botella de agua. Acto seguido, Dávila se habría suicidado con un disparo en la cabeza.
Dávila era nada menos que el jefe de la sala de anticipación, encargada de la seguridad del presidente Gustavo Petro, y habría sido quien, por órdenes superiores, debía recuperar el dinero de Sarabia a como diera lugar. Dispuso usar el polígrafo con la niñera Marelbys para determinar si ella se lo había robado.
La misteriosa oficina de anticipaciones, ubicada en el piso 13 del edificio de la Dian, a unos metros de la Casa de Nariño, que estaba a cargo del coronel Dávila, tiene equipos de inteligencia donados por un país extranjero que permiten el monitoreo de equipos de comunicaciones (como celulares), usando algoritmos que detectan palabras claves en la comunicación.
Pero hay un asunto que llama la atención y no ha pasado desapercibido en la investigación que adelanta la Fiscalía. El coronel Dávila, antes de ser llamado para convertirse en uno de los hombres fundamentales en el esquema de seguridad de la Casa de Nariño, era el jefe de las Comisiones Investigativas contra el Crimen Organizado (Cicor), una serie de unidades de la Policía distribuidas en el país para la persecución de objetivos de alto valor.
El coronel le envió una carta al fiscal general de la Nación para hacer parte de una entrevista y contar todo lo que sabía sobre este asunto. Sin embargo, ese encuentro no se dio antes de su muerte.