Nación
Esposa del esmeraldero asesinado por un supuesto francotirador en Bogotá se habría negado a entregar declaraciones
La Fiscalía avanza con la investigación y varias hipótesis saltaron en el proceso.
La investigación de la Fiscalía por el asesinato del esmeraldero Juan Sebastián Aguilar, conocido como Pedro Aguilar o Pedro Pechuga, avanza y las hipótesis que salieron, con los hallazgos del proceso, empiezan a evaporar la cinematográfica escena de un supuesto francotirador como autor del crimen.
Además, resultó bastante particular para los investigadores que la esposa del esmeraldero, en los actos urgentes, posteriores al crimen, se negó a entregar declaraciones sobre los hechos, particularmente porque era ella quien estaba en la casa cuando el supuesto francotirador atacó al esmeraldero.
La declaración de la mujer, como testigo presencial de los hechos, resultaba fundamental para avanzar en la investigación; sin embargo, la Fiscalía tuvo que avanzar sin el testimonio y recurrir a otros actos de investigación que, por ahora, abrieron nuevos escenarios para indagar, empezando por descartar al francotirador.
Para los investigadores es bastante complejo que las víctimas no colaboren con administración de justicia, con los testimonios de quienes estuvieron en la casa del esmeraldero el día y la hora de su asesinato, y que podrían generar el esclarecimiento de los hechos. Sin embargo, la negativa resultó generalizada en los propios testigos.
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El Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía encontró en los alrededores del conjunto residencial lo que sería una especie de colchoneta militar y un improvisado trípode de madera que dibujaba en el sitio una escena de película con una persona que, aparentemente, permaneció por varias horas mientras encontraba, de acuerdo con esa versión, el momento más oportuno para atacar.
Sin embargo, los resultados de criminalística, en especial de balística forense, advierten en escenarios completamente distintos a la idea del francotirador y anticipan que el responsable de asesinar al esmeraldero estaría mucho más cerca que el francotirador que supuestamente se ubicó en una zona boscosa cerca de la vivienda.
Sería esta la razón para entender que los peritajes forenses, los estudios de necropsia al cuerpo del esmeraldero, se convierten en el elemento de prueba más importante en el curso de las investigaciones y que podrían descifrar lo que realmente ocurrió en el conjunto residencial y cuando la víctima se despedía de un sacerdote que ofreció una misa en la casa
Algunas versiones extraoficiales anticipan que los responsables de perpetrar el asesinato trataron de sellar todos los cabos, amenazando a los testigos, advirtiendo que no podían hablar con la Fiscalía, a riesgo de sufrir la misma tragedia del esmeraldero. Allí estaría la razón para no entregar declaraciones.
La Fiscalía espera avanzar en la investigación y entregar un resultado respecto del tipo de arma que se usó, y corroborar la versión de un supuesto francotirador o, al contrario, descartar esa idea mientras toma fuerza la hipótesis de un enemigo interno en la seguridad de esmeraldero.