JUSTICIA

Exesposa del dueño de Surtifruver es señalada de ordenar su asesinato para quedarse con el negocio

Luego de capturar a la esposa del dueño de los almacenes, asesinado en octubre del año pasado, la Fiscalía esbozó su teoría del crimen. El ente asegura que la mujer orquestó el homicidio, ejecutado por sicarios, para quedarse con la fortuna.

28 de noviembre de 2017
| Foto: Guillermo Torres

Lo que contó esta mañana el fiscal encargado de la investigación del asesinato de Johnny Alonso Orjuela, dueño de los almacenes Surtifruver, ocurrido el pasado 20 de octubre, dejó boquiabiertos a los asistentes de la audiencia de imputación realizada en contra de su exesposa, Bertha Cecilia Rueda Bossa.

Lo que se conocía hasta el momento acerca de la teoría del ente acusador era que Mauricio Parra, presunto testaferro de la colonia Daniel Aldana de las FARC, habría contratado a sicarios para asesinar al hombre que fue su  socio en un cultivo de arándonos ubicado en la localidad de Usme, con la intención de apoderarse de sus negocios en la Sabana de Bogotá.

Para llegar a sus fines, explicó en su momento el fiscal 22 seccional, Mauricio Parra habría seducido a la exmujer de Johnny Orjuela, Bertha Cecilia Ruedas, en aras de conocer los movimientos y las intenciones del exitoso empresario.

Pero las certezas que se tenían hasta ahora dieron un vuelco este martes cuando el investigador informó que según sus pesquisas, Bertha Cecilia Rueda no sólo habría participado en el homicidio de su exmarido, sino que habría orquestado ella misma el asesinato para quedarse con gran parte del negocio de Surtifruver.

“De diciembre no pasa, o va a una cárcel o muerto, pero él no me va a ganar”, habría dicho Bertha Cecilia a modo de confidencia a Mauricio Parra en un momento íntimo, según lo que este confesó después de su captura.

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Pero la historia se amplió todavía más en el momento en el que el fiscal indicó que además de la exmujer de Johnny Orjuela, podrían estar involucrados otros familiares suyos en el incidente que llevó al homicidio con una arma que perteneció al dueño de los almacenes Surtifruver.

Para entender cómo pudo llegar hasta estas conclusiones el fiscal del caso, hay que remontar hasta el origen de la investigación.

El inicio del caso

El 20 de octubre del año pasado, Johnny Alonso Orjuela fue asesinado mientras acudía a cumplir una cita acordada con una mujer que conoció por medio de whatsapp.

De acuerdo con lo que informó la fiscalía, la relación entre los dos habría iniciado 20 días antes del homicidio, cuando la chica conocida como ‘Sofi Bogotá’ le habría mandado al dueño de los almacenes un mensaje que decía: “Amor, me encuentro en el aeropuerto, ¿ya recibiste la información?”. Después de disculparse por el error, habrían iniciado una charla que los habría llevada a la cita funeste en la que falleció Orjuela.

Lo que revelaron las cámaras de seguridad del lugar fue que en la parada de la autopista norte en la que se debieron encontrarse para la cita llegaron dos hombres y una mujer que propinaron a Orjuela 3 disparos con un revólver calibre 38 que resultó ser suyo a la postre, lo que provocó un choque neurológico del que falleció. Para ese momento, Johnny Orjuela ya era gerente y representante legal de una cadena de frutas y verduras frescas que manejaba más de 100 mil millones de pesos anuales.

A raíz de la muerte del hombre de negocios, los técnicos del CTI que se desplazaron al lugar de los hechos y entrevistaron a los familiares de la víctima descubrieron que Bertha Cecilia y Mauricio Parra sostenían una relación sentimental desde hace más de un año y que a partir de allí, Parra comenzó a realizar negocios con Johnny Orjuela en un cultivo de arándano ubicado en la localidad de Usme, en Bogotá.

Pero la empresa no salió como prevista y aunque en lugar de las 70 hectáreas previstas, tan sólo se llegaron a cultivar 2, las que las cuentas del negocio no cuadraron, lo cual fue suficiente para generar desconfianza en el empresario oriundo del Huila a quien empezaron a informar acerca del oscuro pasado de Mauricio Parra. 

Resultó que Mauricio Parra, también conocido bajo el alias de El Quesero, había sido anteriormente condenado a 16 años de prisión cuando fue capturado al volante de un camión cargado con cocaína presuntamente perteneciente al grupo guerrillero de las FARC, proveniente directamente de la zona de distención.

Parra Rodríguez se habría luego convertido –siempre según la fiscalía- en un importante testaferro de las FARC, motivo por el que se habría interesado en los negocios Alonso Orjuela como posible fuente de lavado de dinero. Pero lo que realmente lo hundió fue que los investigadores encontraron coincidencias entre las celdas de su teléfono y las de Sofi Bogotá, la mujer que citó al dueño de Surtifruver el día de su homicidio.

A partir de esta información, el fiscal 22 seccional encargado del caso solicitó la captura de Mauricio Parra y de su hija, la cual se hizo efectiva cuando trataban de coger un vuelo hacia  la Ciudad de México.

Hasta allí en lo que tiene que ver con la historia de Mauricio Parra, del cual se sabía que había mantenido una relación sentimental con Bertha Cecilia y se encuentra ahora en espera de su juicio en la cárcel nacional Modelo.

Pero la verdadera novedad que tuvo lugar este martes fue la importancia que dio la fiscalía a la ex esposa de Johnny Alonso Orjuela, Bertha Cecilia Ruedas, quien habría orquestado su asesinato, presuntamente para quedarse con el conglomerado que se le estaba escapando de las manos.

La historia de Bertha Cecilia Ruedas

En contra de Bertha Cecilia Ruedas juegan dos testimonios claves que son lo de Mauricio Parra Rodríguez –ofrecido después de su captura- y Fernando Bahamón, un guerrillero desmovilizado de la columna Teófilo Forero que estaba presuntamente al tanto de todo los movimientos del caso.

Según el fiscal, Parra Rodríguez habría manifestado textualmente: “No tengo porque guardarle cosas a ella, ¡Cecilia mandó a matar a Alonso esa fijación venía de años atrás!” en una conversación que habrían tenido en la intimidad, en los sábados que pasaban juntos como pareja.

El hecho se habría dado porque Orjuela, después de separarse de Bertha Cecilia creó una sociedad en comandita con sus hijos con el fin de trasladarles bienes que no quedarían en mano de su ex pareja.

“¡De diciembre no pasa, o va a una cárcel o muerto, pero él no me va a ganar!” habría sido otra de las manifestaciones de la mujer que fue capturada el lunes 27 en Chía, mientras acompañaba a su hija al jardín infantil, por agentes del CTI. Cuando se enteró de que Johnny Alonso Orjuela –quien tenía hijos de varios matrimonios- habría tratado de separarse definitivamente de ella para convivir con una secretaria de la empresa Surtifruver.

Entonces, a petición de la mujer, Parra habría contratado a un disidente de las FARC proveniente del Huila para coordinar el asesinato que finalmente se ejecutó a finales de octubre. Lo extraño es que el homicidio se habría cometido con un revólver calibre 38 perteneciente al propio Johnny Orjuela, quien se encontraba preocupado por la desaparición del arma, debido a los problemas de comportamiento y de consumo de alucinógenos –siempre según la fiscalía- de sus hijos.

Así es como, de acuerdo con lo que ha desarrollado hasta el momento el ente acusador, Parra y Bertha Cecilia habrían tenido intereses encontrados para atentar contra su exmarido y exsocio, en aras de quedarse con un poderoso conglomerado con el que habrían podido lavar grandes cantidades de dinero.

Para afirmar sus decires, el fiscal finalmente mencionó un proyecto de notaría redactado por Bertha Cecilia, presuntamente para tratado de hacerse pasar por representante legal de Surtifruver.

Sin embargo, esta no aceptó los cargos de homicidio agravado y tráfico, porte o tráfico de armas que le fueron imputados y ahora tendrá que defenderse en juicio de la historia de telenovela que le ha achacado el  fiscal encargado de la investigación sobre la muerte de Johnny Alonso Orjuela, el dueño de los almacenes Surtifruver asesinado el 20 de octubre de 2016.