PROCESO
La amenaza que pesaba sobre el esposo asesinado de la exseñorita Colombia
SEMANA revela una grabación en la que un confeso lavador de dinero y extraditado a EE.UU. le exige a José Guillermo Hernández (muerto) esposo de la exreina María Mónica Urbina, el pago de una millonaria deuda. "Yo voy pa‘ lante. No soy de los que se arruga porque yo trabajo es con puro bandido", dice el exconvicto. La víctima y su familia habían denunciado atentados.
El nombre de José Guillermo Hernández no significaba mucho para los colombianos de a pie hasta que fue asesinado el pasado 2 de mayo en Uberaba (Brasil), a bordo del taxi que tomó a la salida de una feria ganadera. Era el esposo de la señorita Colombia 1985, María Mónica Urbina.
Llamado por sus cercanos como Ñeñe, como tomadura de pelo a su altura y corpulencia, llevaba varios años de relación con la también exseñorita La Guajira. Según las autoridades de Minas Gerais, estado donde ocurrió el crimen, el hombre se resistió al robo de su lujoso reloj y por eso habría sido herido mortalmente de tres disparos en el abdomen.
En contexto: En un intento de hurto en Brasil, asesinaron al empresario Ñeñe Hernández, pareja de María Mónica Urbina
Aunque hasta allí la historia parecía encajar. Hernández, reconocido ganadero de Cesar, había sido objeto de tres atentados previamente. Hostigamientos a la casa de su mamá, un ataque con granada en el mismo sitio y, coincidencialmente, ya le habían robado su Rolex en Bogotá. De todo había salido ileso.
Aunque hasta allí la historia parecía encajar. Hernández, reconocido ganadero de Cesar, había sido objeto de tres atentados previamente. Hostigamientos a la casa de su mamá, un ataque con granada en el mismo sitio y, coincidencialmente, ya le habían robado su Rolex en Bogotá. De todo había salido ileso.
Pero, ¿de donde venían los ataques? SEMANA tuvo acceso a denuncias presentadas justamente por la mamá de Ñeñe Hernández, su hermana y él mismo, donde señalan formalmente a Carlos Rodríguez Gómez como responsable de que varios hombres en moto regaran gasolina, lanzaran botellas con mecheros e incendiaran la vivienda de la familia en Valledupar, en agosto de 2011.
Rodríguez, reconocido por haber sido el dueño de la afamada Boutique y Sastrería GQ —donde se vestían reconocidos artistas musicales del momento—, además de ser prestamista y mantener otros negocios como la ganadería, había regresado en 2010 de pagar dos años de cárcel en Estados Unidos, a donde fue extraditado para enfrentar cargos por lavado de activos, lo que habría confesado.
En una de las declaraciones, Hernández narra que Carlos Rodríguez fue “la única persona en la vida con la que ha tenido problemas”. Estos, al parecer derivaron de una supuesta deuda de 1.000 millones de pesos que Rodríguez le venía cobrando con hombres que se identificaron como de los “rastrojos o comba, que eran socios de él”.
Le puede interesar: Comenzó el juicio a la banda de Los Rolex
Un día antes del atentado que la familia del Ñeñe Hernández sufrió en Valledupar, el exconvicto tuvo que enfrentar un duro episodio cuando su hijo Óscar Eduardo fue asesinado frente a la sastrería, localizada en el norte de Barranquilla. Un pistolero lo había herido dentro del vehículo que acababa de aparcar y aunque la víctima logró salirse y correr, lo remataron con un tiro en la espalda.
El asesino, Diego Acuña Carvajalino, Dieguito, fue luego capturado por los hechos y confesó que el objetivo era Carlos Rodríguez y no su hijo, y que se había confundido porque la víctima estaba conduciendo el carro de su papá. Con base en su testimonio fueron indiciados en la investigación Marcos ‘Marquitos’ Figueroa, Ñeñe Hernández, el cantnte Alberto ‘Beto‘ Zabaleta y Omar Alejandro Vanegas, alcalde de Tenerife (Magdalena), extraditado a EE UU por narcotráfico.
Regreso de EE UU
Al volver de su presidio en EE UU en 2010, Carlos Rodríguez empezó a recoger lo que le adeudaban, entre ellos 1.000 millones de un sujeto que solo se identifica como el Peco González y que pertenecería a organizaciones de narcotraficantes de La Guajira. El sujeto se habría marchado a Estados Unidos sin cancelar la deuda y Rodríguez no solo buscaba afanosamente recuperar ese dinero, sino que al parecer debía responder por la suma ante una presunta oficina de cobro.
En medio de su aparente desespero, Rodríguez responsabilizó de la deuda al Ñeñe por haberle presentado al Peco, aunque reconoció que Hernández nunca recibió un peso. Ello se desprende de un audio también conocido por SEMANA, que fue aportado por el Ñeñe en sus denuncias, aunque según él nunca hubo decisiones frente a ese particular.
Oiga aquí el audio completo:
Puede ver también: El pasado no perdona
Tras el cobro de los supuestos socios de Rodríguez, Ñeñe Hernandez narró en su declaración de 2011 que “yo me fui a la unidad del Gaula del Ejército y la Fiscalía a colocar la denuncia de los hechos de los que estaba sucediendo y de lo que me había pasado, ahí hice una declaración y aporté una grabación del señor Carlos Rodríguez y mi persona, y hasta el día de hoy ni siquiera me han llamado a declarar”.
"Pero es que yo no te debo plata a ti", le dijo Ñeñe Hernández a Rodríguez en una visita que le realizó. Llevaba aparentemente camuflada una grabadora para dejar constancia de toda la conversación. "Entonces, no la pagues pues", le responde Rodríguez. "No te la pago porque no tengo plata. Tu le prestaste la plata fue a González y él está diciendo que entrega propiedades", asentía.
Rodríguez le contestaba que si eso era así, entonces que le entregara esos bienes a una presunta estructura de cobro. "¡Entrégaselos a la gente!", exclama.
Al parecer, el Peco desapareció desde por más de tres años sin abonar un peso. "No importa como sea mi plata me la buscas", se escucha insistentemente en la grabación. "Si a mi me llega a pasar algo el responsable eres tú. Ya mi familia sabe", le dice el Ñeñe. "Hágale, dígale a su familia que soy el responsable. Hágale, hágale, que yo soy el responsable", le responde Rodríguez.
En los 40 minutos que dura el audio, Rodríguez le insiste al Ñeñe en que "ese man es tu amigo. Tu lo recomendaste. Tu me respondes por mi plata. Así de claro es. Haz lo que te de la gana". Agrega minutos después: "Yo voy pa‘ lante. No soy de los que se arruga porque yo trabajo es con puro bandido".
El proceso por la muerte del hijo de Rodríguez sigue adelante. Cada uno de los indiciados tenía deudas con el prestamista, a excepción de Marquitos (que en ese entonces huía hacia Venezuela y para llegar a Brasil, donde finalmente lo capturan) y del Ñeñe, como queda demostrado con el audio. A Zabaleta lo exime el testimonio del propio Rodríguez, luego de que le cancelara una deuda de 80 millones de pesos. Quedan varios interrogantes en el aire. ¿Por qué no se menciona al Peco González? ¿Finalmente dónde quedan los dineros? ¿Por qué la Fiscalía no ha hecho valer el audio como pieza en el proceso? Son cosas que la justicia deberá determinar.