Judicial
“Esta acusación contra Uribe está condenada al fracaso”: Jaime Granados, abogado del expresidente
Para el penalista, el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve “no es testigo estrella de nada” y eso va a quedar más que demostrado en la etapa de juicio.
Para el abogado Jaime Granados Peña, quien lidera la defensa del expresidente Álvaro Uribe, no existe una sola prueba que vincule al exmandatario con la presión u ofrecimiento de dinero para que varios exparamilitares que habían declarado en el pasado en su contra cambiaran de versión.
Por eso aseguró, en entrevista con SEMANA, que la acusación que presentará la Fiscalía el próximo 17 de mayo está totalmente “destinada al fracaso” porque los hechos citados nunca ocurrieron.
Igualmente, el abogado penalista advirtió que en el juicio se demostrará que el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve no es testigo de absolutamente nada y toda su versión está basada en mentiras, contradicciones y cabos sueltos. “No es testigo estrella ni nada”, afirma.
Granados dijo que la defensa está lista para demostrar la inocencia de Uribe, de una vez por todas, a quien todo el país, dijo, reconoce por su rectitud y honorabilidad.
SEMANA: ¿Cuál será la estrategia de defensa para el juicio?
JAIME GRANADOS (J.G.:): Entenderán los amables lectores de SEMANA que no vamos a anticipar antes de la audiencia de acusación la estrategia de defensa. Sería un irrespeto con la señora juez que preside la audiencia y las partes intervinientes. Lo que sí puedo decirles de manera categórica es que estamos seguros de que esta decisión autónoma e independiente que toma un fiscal delegado ante la Corte está condenada al fracaso, como quiera que es imposible probar lo que no ha ocurrido.
SEMANA: ¿La decisión de llamar a juicio al expresidente los tomó de sorpresa?
J.G.: Se esperaba que en diciembre se tomara una decisión. Finalmente, renunció el fiscal que llevaba el caso, asumió el que seguía en turno y se declaró impedido y, finalmente, le correspondió el turno al doctor Villarreal, que recibió la carpeta. Entre el 8 y el 9 de abril se debía tomar una decisión para que no se vencieran los términos. Claro que esperamos que fuera solicitud de persecución, siendo coherentes y conformes con lo que hasta ahora es conocido.
SEMANA: ¿Cuál es su posición frente a esta decisión?
J.G.: Respetamos y entendemos que la Fiscalía es autónoma en esas determinaciones. Es una parte de lo que hace la Fiscalía cuando acusa. Es simplemente lanzar una hipótesis con la obligación constitucional y legal que tiene. La carga de la prueba la tiene quien acusa, es decir, la Fiscalía. La defensa está totalmente desprovista de cualquier carga probatoria. No tenemos que probar nada porque se mantiene incólume la presunción de inocencia.
SEMANA: ¿Existen pruebas en contra del expresidente?
J.G.: Conociendo como conocemos el proceso, realmente no encontramos sobre qué bases pueda formularse seriamente una acusación para adelantar este juicio. En el escrito acusación que se nos fue comunicado y sus anexos probatorios de lo que ahí se vislumbra no aparece nada que pueda conducir a esto. No tenemos ningún asomo de duda en el sentido que la Fiscalía, insisto, fracasará en su intento de probar lo que no ha ocurrido.
SEMANA: En el escrito de acusación se hace mención a lo que dijo Juan Guillermo Monsalve al que ustedes han calificado como un testigo mentiroso. ¿Por qué se le da credibilidad?
J.G.: Sin entrar ahora en los detalles que serán objeto de debate en el proceso, lo que la opinión pública debe saber, porque esto se ha discutido públicamente, es que Juan Guillermo Monsalve fue capturado, procesado y condenado por secuestro extorsivo, por las fuerzas de seguridad del Estado, siendo presidente Álvaro Uribe. Tiene dos condenas a 44 años de prisión.
Segundo, no era posible su paso a Justicia y Paz, tampoco a la JEP, por lo tanto, no tiene ninguna fórmula de justicia transicional que lo ampare. Por tanto, el único acomodo remedio que él tenía para tratar de mejorar su muy difícil situación era hacer lo que hizo.
Finalmente, a mí siempre me pareció que era un testigo que no era testigo de nada. Cuando tuve la oportunidad de interrogarlo en el 2012, en presencia del fiscal delegado ante la Corte, Álvaro Chacón, que en paz descanse, él tuvo que reconocerme, y está grabado y se ha exhibido en audiencias, que a él no le costaba nada en contra del presidente Álvaro Uribe Vélez así que para mí es un personaje secundario.
SEMANA: Entonces, ¿por qué se le da tanta relevancia?
J.G.: Le han dado la importancia que no tiene. De hecho, en este trayecto nunca ha tenido contacto con el expresidente Uribe, jamás ha hablado con él en esto, no ha tenido un correo, no ha tenido un chat, no ha tenido ningún tipo de comunicación. Así que no es testigo estrella es de nada. Ya todo esto se decantará obviamente en el escenario procesal.
Frente a la polémica prueba de la interceptación telefónica que se le hizo “por error” al expresidente y que la Corte reconoció, ¿ustedes consideran que debe ser tenida en el juicio? Créanme que en la estrategia que se hará pública cuando corresponda se hablará de ese tópico, de lo que no debe quedar duda para que no genere ninguna suspicacia ante la opinión pública. En ese momento, el senador Álvaro Uribe, cuya voz es ampliamente conocida como ninguna otra en la historia de este país, fue interceptado ilegalmente.
SEMANA: También se han utilizado las charlas que tuvo con el abogado Diego Cadena, ¿esto no va en contra del secreto profesional que tiene cada profesional del derecho con su cliente?
J.G.: De eso, todos lo sabemos, es un hecho notorio y va a generarse la oportunidad del debate de las consecuencias jurídicas de esa circunstancia, como también de la circunstancia que se hubiera interceptado las comunicaciones con su abogado investigador, Diego Cadena, incluso que hayan sido mencionadas conversaciones que tuvo con su abogado ampliamente reconocido desde hace más de 15 años, el doctor y profesor Jaime Lombana Villalba. Incluso conmigo, que soy quien lideró su equipo de defensa. Así que el cúmulo de arbitrariedades, de violaciones, la verdad, es que causa asombro y habrá la oportunidad de demostrarlo en el proceso, en el escenario que corresponda.
SEMANA: ¿El proceso contra el expresidente prescribirá en octubre de 2025?
J.G.: La imputación tuvo lugar el 8 de octubre del año 2019. Como sabemos, conforme a la Ley 906 del 2004, la formulación de imputación, en este caso su equivalente interrumpe el término prescriptivo y vuelve a contarse nuevamente por la mitad del mismo. Si el término prescriptivo por estos delitos es de 12 años, la mitad de seis. Eso lo sabe un niño de cinco años. Y si es seis años, pues seis años. Del 8 de octubre del 2019 se cumpliría el 8 de octubre del 2025, es decir, que al minuto primero del 9 de octubre de 2025 se cumplen seis años, ya estaría prescrito. Es un tema en blanco y negro.
SEMANA: ¿Ustedes quieren llegar a este punto?
J.G.: Lo que pasa es que la defensa que yo lidero ha sido clara y lo ratifico, que nuestra discusión, sin entrar a renunciar a nada, porque a los derechos no se renuncian, es que tenemos el desafío de establecer lo meritorio de este caso, de que no es posible que se sostenga una acusación y que se abran las oportunidades procesales para dar ese debate.
Que la verdad fluya, no solamente la presunción de inocencia del ciudadano Álvaro Uribe Vélez, del exsenador, del dos veces presidente, del exgobernador de Antioquia, exalcalde de Medellín, exdirector de Aeronáutica Civil. Un hombre que le ha servido como nadie a Colombia, se mantenga absolutamente incólume, que se vea claro ante todo el mundo, ante la comunidad nacional e internacional, su inocencia.
SEMANA: En esta acusación se dice que el expresidente fue determinador al orden al abogado Diego Cadena que buscara declaraciones de testigos. ¿Ustedes cómo ven esta situación?
J.G.: La Fiscalía fracasará en su intento de probar lo que no ha ocurrido, y me refiero, entre otras razones, a esto.