POLÍTICA

¿Está el presidente viajando más de la cuenta?

El debate sobre los viajes del presidente ha sido algo exagerado. En su primer año de gobierno Duque ha viajado escasamente una vez más que lo que viajó Juan Manuel Santos en el mismo período. La economía naranja, las cumbres multilaterales y las posesiones presidenciales, han sido sus motivos.

18 de junio de 2019
Presidentes Iván Duque y Donald Trump | Foto: NICHOLAS KAMM / AFP

Desde el inicio de su mandato, al presidente Iván Duque le han llovido críticas de quienes piensan que está viajando más de la cuenta. El tema volvió al centro de debate en los últimas horas pues el lunes, en su cuenta de Twitter, el periodista Félix de Bedout abrió el interrogante sobre el número de veces que el jefe de Estado había empacado maletas para irse al exterior.

Esa pregunta del periodista radial terminó materializándose esta mañana en un informe de La W que hacía un inventario de los viajes presidenciales desde el 7 de agosto del año pasado hasta la fecha. Contando la gira por Europa que adelanta el presidente en este momento, el total de viajes por fuera de Colombia que ha realizado desde su posesión es de 17. La cifra sonó escandalosa y fue suficiente para que la discusión en las redes sociales estuviera enfocada en ese tema durante unas horas.

La reacción general de la gente al enterarse del inventario de los viajes de Duque, de alguna manera, era de esperarse. Es normal que a cualquier colombiano que trabaja y que tiene 15 días de vacaciones al año la cifra de 17 viajes en solo 10 meses le resulte escandalosa. Sin embargo, los viajes presidenciales no son vacaciones y los que hasta ahora ha hecho Iván Duque no están muy lejos de los que sus antecesores completaban a estas alturas de sus respectivos gobiernos.

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Por lo general, cuando los presidentes deciden salir del país a adelantar visitas oficiales lo hacen con un propósito específico que va de la mano de su plan de acción en el gobierno. En el cuatrienio pasado, por ejemplo, una buena parte de los viajes del entonces presidente Juan Manuel Santos tenían la intención de ambientar y consolidar el apoyo de la comunidad internacional a la que era su bandera: el acuerdo de paz con las Farc. Otras veces se trata de viajes obligados como los de las posesiones presidenciales en los países amigos o los encuentros de organismos multilaterales.

El primer viaje de Duque como presidente en ejercicio fue a una posesión. La del nuevo mandatario de Paraguay. Fue también a la de AMLO en México y a la del presidente del El Salvador. Duque hizo varios viajes de visitas oficiales entre los que se cuentan Panamá, El Vaticano, Bélgica, Ecuador, Estados Unidos, Perú y Argentina. Hoy está de gira por varios países de Europa.

En cuanto a los organismos multilaterales y cumbres de alto nivel el presidente asistió a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, a la Unesco en París, a la cumbre de la CAN en Lima, al Foro Económico Mundial en Davos, y a Prosur en Santiago de Chile.

A esta altura del gobierno pasado el entonces presidente, Juan Manuel Santos, completaba 16 viajes internacionales, uno menos que Duque. Como pasaba en el mandato anterior en donde Santos enfocaba sus viajes en la defensa y promoción del proceso de paz, hoy el presidente Duque ha apuntado a viajes que fortalezcan su bandera: la economía naranja. El primer mandatario ha tenido viajes de negocios y se ha reunido con empresarios en Panamá, Suiza, Chile y Estados Unidos. En este último fue a Seattle y a Silicon Valley para promover una agenda de inversión de las grandes compañías en Colombia. Aunque todo eso es válido y en muchas ocasiones las salidas al exterior pueden resultar fructíferas para los intereses nacionales, para efectos de la opinión, en un mundo tan globalizado como el de hoy, varios de esos viajes podrían evitarse.

La política es también un tema de percepción y a ningún gobierno le conviene que la gente tenga la impresión de que el presidente está de viaje mientras en el país hay problemas tan complejos. Con esa idea en la cabeza, en algunos países temas como las salidas del país a buscar inversión extranjera son delegados en ministros o altos funcionarios para cuidar la percepción nacional de que el presidente está al frente del barco y solucionando los problemas de la casa. No obstante, en Colombia, la gestión diplomática también hace parte de la misión presidencial.

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