Nación
Ella es Lucía González Duque, la comisionada de la Verdad que chocó con Tomás Uribe
Aunque no salió en la “foto”, esta comisionada no es ajena al expresidente Álvaro Uribe Vélez, pues también es antioqueña y ha estado en importantes cargos relacionados con derechos humanos y memoria en esta región del país.
La tensa entrevista que le dio el expresidente Álvaro Uribe Vélez al presidente de la Comisión de la Verdad, el padre Francisco de Roux, sigue dando de qué hablar. No solo por la negativa de Uribe a reconocer la institucionalidad de esta entidad emanada del Acuerdo de Paz, sino por la presencia de la comisionada Lucía González Duque, quien cuestionó al exmandatario y alcanzó a tener un cruce con su hijo Tomás, pero, ¿quién es la comisionada de la que hoy se habla?
Lo primero que hay que tener claro es que González Duque no estaba acompañando por casualidad al padre De Roux. En la Comisión de la Verdad se han dividido las temáticas propias del conflicto y de alguna manera se ha repartido la geografía nacional de acuerdo con la experiencia de cada uno de sus miembros. En este caso, la comisionada con la que tuvo el cruce de argumentos Tomás Uribe no es ajena a las polémicas y posibles violaciones de derechos humanos que está tratando de reconstruir la Comisión.
Arquitecta de profesión, Lucía González Duque no anduvo su ruta profesional por este camino. Su carrera se ha centrado en temas de derechos humanos, construcción de paz y memoria del conflicto desde hace más de tres décadas. Por eso, no era una persona ajena ni al presidente Uribe ni a su hijo, e incluso tenía clara su cercanía al Proceso de Paz, lo que le generó la molestia.
Pero lo que más llama la atención y el motivo por lo que estaba sentada en la finca del expresidente Uribe en Rionegro es su relación con Antioquia en materia de memoria de derechos humanos. Por eso también llegó al cargo de comisionada de la Verdad.
Lo más leído
Así lo planteó González Duque en su carta de presentación ante la Comisión: “He desempeñado cargos del sector público, social, privado y como asesora independiente en la resolución de conflictos sociales y armados en los años 80 y 90 en Medellín (milicias urbanas y narcotráfico); procesos de paz con bandas urbanas; acompañamiento a proceso sociales contra la guerra; visibilización y reflexión de los conflictos sociales y armados, desde exposiciones, teatro y agendas académicas”.
Fue directora de dos de los museos más importantes de la región, el Museo de Antioquia entre los años 2005 y 2011 y luego en el Museo Casa de la Memoria de Medellín entre 2013 y 2015; Consejera para la Vida, la Reconciliación y la Convivencia de la Alcaldía de Medellín; directora del Proyecto Equidad en el Centro De Fe y Culturas-Medellín; directora regional de la Unidad Nacional de Víctimas, Antioquia; directora del Departamento Administrativo de Planeación de la Gobernación de Antioquia; directora ejecutiva de la Orquesta Filarmónica y el Estudio Polifónico de Medellín, y directora del Teatro Pablo Tobón Uribe.
Uno de sus últimos cargos, antes de llegar a ser comisionada de la Verdad, fue en la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, justo para la época de la negociación de paz con las FARC. Por eso su cercanía al proceso, la misma que la tiene hoy en medio de las críticas, en especial por una publicación en su cuenta de Twitter en la que se da a entender que está cerca, por lo menos ideológicamente, a las FARC.
“Yo hoy estoy de fiesta porque las FARC constituyeron su partido político. No solo respeto, comparto sus principios. Buen camino”, dice la polémica publicación de González en septiembre de 2017. Por eso Tomás Uribe señaló que a la comisionada González le encantan las FARC.
A lo que ella respondió: “Yo llevaba todos los años de mi vida esperando que (las FARC) salieran de la guerra. Nunca conocí ni siquiera a un fariano y celebré mucho que pasaran a la política. Me leí ese documento de su institución como partido político y dije que comparto los principios de ese documento”.
Lo cierto es que el expresidente Uribe ha manifestado en varias ocasiones que no reconoce la institucionalidad del Acuerdo de Paz, y tiene lógica, pues como ha argumentado, el plebiscito para validarlo perdió y él no acompañaba la negociación. Pero, además, ha reclamado un presunto sesgo ideológico tanto en la Comisión como en la Justicia Especial para la Paz.
La comisionada Lucía González Duque guardó distancia de las FARC, distancia que es casi inexistente con la que tienen tanto ella como el expresidente Uribe sobre lo ocurrido en Antioquia. Los dos han estado en primera línea en el departamento: el exmandatario desde la política ocupando los dos cargos más importantes, alcalde y gobernador, y González, desde el arte, la cultura y la memoria. Escenarios y concepciones diferentes, en una finca en Rionegro.