NARCOTRÁFICO

Récord histórico en hectáreas de cultivos ilícitos en Colombia, revela EE. UU.

Un informe presentado por la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de Estados Unidos (ONDCP) muestra que el número de hectáreas de coca en Colombia aumentó en 11% durante el 2017, para llegar a 209.000. La capacidad de producción de cocaína del país aumentó también 19% el año pasado.

25 de junio de 2018
| Foto: Archivo SEMANA

"El mensaje del presidente Trump a Colombia es claro: el crecimiento récord en la producción de cocaína tiene que ser revertido", afirmó el subdirector de la ONDCP, Jim Carroll, quien además aseguró que los resultados revelados por el informe son inaceptables y que "el gobierno de Colombia debe hacer más para enfrentar este incremento".

Aunque la entidad reconoció el esfuerzo de Colombia para erradicar 70.000 hectáreas de coca, aseguró que se requiere un "esfuerzo máximo y resultados concretos para detener los cargamentos de cocaína". 

Carroll afirmó que el aumento en la producción de droga en Colombia está directamente vinculado con el aumento en el consumo en ese país, a un mayor número de casos de sobredosis y a mayor violencia relacionada con el tráfico ilegal.

Los resultados negativos en el crecimiento de cultivos ilícitos en el país se esperaban desde hace varias semanas. El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, reconoció recientemente que el área cultivada de coca podría llegar a las 180.000 hectáreas, la mayor registrada en la historia, pero se trataba solo de un estimado.

Los cálculos que se hacían desde otros sectores eran aún más negativos. Se esperaba que tanto el informe de la Casa Blanca, como el del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) de las Naciones Unidas, establecieran que el área de coca cultivada en Colombia supera las 200 mil hectáreas.

Estos resultados aumentan la presión sobre Colombia para que intensifique la estrategia de erradicación forzada de cultivos ilícitos e incluso para que reviva la aspersión áerea, que quedó suspendida por un fallo de la Corte Constitucional.

Estados Unidos atribuye el crecimiento histórico de los cultivos ilícitos a la suspensión de la aspersión aérea con glifosato, que ese país considera como la herramienta más efectiva contra los cultivos ilícitos.

El gobierno colombiano le apostó por su parte a la sustitución voluntaria, uno de los puntos del acuerdo de paz, con la esperanza de que al convencer a los campesinos de cambiar coca por productos legales, se lograran resultados más sostenibles en el tiempo, pero la estrategia no ha dado hasta ahora los resultados esperados.

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Desde el año pasado, el gobierno Trump ya había advertido a Colombia de su preocupación por el aumento de los cultivos ilícitos. En un informe del Departamento de Estado se señaló a Colombia como el primer productor mundial de cocaína, responsable del 90 por ciento de la droga que llegaba a Estados Unidos, y se afirmó que ese país esperaba cambios en la estrategia de parte de Colombia.

“Si no llegamos a una solución aceptable para ambos países, vamos a ver problemas políticos y bilaterales”. manifestó en ese momento William Brownfield, secretario de Estado adjunto para Narcóticos y Asuntos de Seguridad y exembajador en Colombia.

En febrero, la Casa Blanca anunció que como consecuencia de esos resultados negativos estaba considerando recortar en un 35 por ciento su ayuda económica a Colombia, y así se lo manifestó el entonces secretario de Estado, Rex Tillerson, al gobierno colombiano, durante su visita al país.

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El viernes pasado, en su primer diálogo como presidente electo con un funcionario de alto nivel de Estados Unidos, Iván Duque, conversó con el vicepresidente de ese país, Mike Pence. Los dos temas que hicieron parte del diálogo, según reveló el propio Pence, fueron los de la lucha contra las drogas y Venezuela.

“Hablé hoy con el presidente electo de Colombia, Iván Duque, para insistir en la necesidad de impulsar de una manera más decidida una reducción en la producción y tráfico de droga. Discutimos la crisis humanitaria y las condiciones autoritarias en Venezuela y nos comprometimos a continuar presionando la restauración de la democracia", dijo Pence.

"Acá necesitamos trabajar en el crecimiento exponencial de los cultivos ilícitos para que ese fenómeno sea derrotado", reconoció el presidente electo luego del diálogo con Pence.

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La presión de Estados Unidos y los cambios en la política antidrogas que propone Duque, hacen prever que una vez posesionado como presidente haya un viraje en la estrategia del país en esta materia.

El fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, por su parte, ya propuso al Consejo Nacional de Estupefacientes que revise la posibilidad de acudir a la aspersión aérea, en condiciones que cumplan con lo establecido por la Corte Constitucional. El Consejo se reunirá el próximo 5 de julio a revisar el tema.

*Con información de AFP