¿Estafa o donación? Denuncian retenes para carros de alta gama a nombre de una fundación en Patios

La vía que conecta al municipio cundinamarqués de La Calera con Bogotá ha sido recientemente escenario de varias denuncias de vecinos que se han encontrado con una rara actividad en medio del camino y en cercanía al peaje Los Patios: miembros de una aparente fundación, con supuesto apoyo del Ejército Nacional, detienen automóviles para pedirles a los conductores donaciones que pueden incluso sobrepasar el millón de pesos.

SEMANA obtuvo las denuncias ciudadanas de habitantes de La Calera que aseguran que fueron detenidos y, pensando que se trataba de un retén, pararon solo para que después les pidieran dinero en efectivo, transferencias bancarias e incluso pagos mediante datáfono. Este fue el caso de Guillermo Corredor, quien salía del municipio hacia Bogotá el pasado jueves y fue detenido por, al parecer, cuatro uniformados del Ejército.

“Me detuve y se me acerca un señor vestido de camuflado azul oscuro con claro. Me dice que estaba pidiendo unas ayudas para cinco niños que cayeron en minas antipersonal... ayudas para que les reemplacen las prótesis”, narró.

Continuó diciendo que los bonos iban desde 60 mil hasta 240 mil pesos. “Un bono con datos, como si fuese una rifa. Con una hoja grande y con todo organizado. Le dije que iba de afán y que no podía, me dijeron que iban a estar ahí hasta el mediodía”, dijo, ofreciéndole además un descuento en la declaración de renta si aportaba.

“Lo que se me hace raro es que me pararon los soldados de arriba de Patios. Eran dos personas con el uniforme camuflado azul. Estaban acompañados de los soldados de aquí arriba, que uno ve todos los días y que me pararon”, añadió.

Otra ciudadana, en un automóvil lujoso, se dirigía a Bogotá el martes pasado. Se encontró con jóvenes aparentemente del Ejército que, según su testimonio, paraban solo carros de alta gama.

“El señor me paró y yo abrí la guantera para sacar los papeles del carro y se me acercó un muchacho con un overol azul oscuro que tiene el nombre (el tarjetero con el apellido en su chaqueta) como los del Ejército. Me dice que no me va a pedir los papeles, sino que estaba haciendo una campaña y me dio las gracias por haber parado”, indicó. El hombre luego se presentó como parte de la reserva del Ejército Nacional.

“Me dice que están parando los carros de alta gama porque somos los que podemos ayudar. Adelante de mi carro había un Audi y una camioneta BMW”, añadió la señora. La ciudadana aseguró que las donaciones que le pedían llegaban hasta 1.200.000 para unas sillas de ruedas. Una de 600.000 para prótesis y otra, la más pequeña, de 200.000 para muletas.

La mujer les dijo que no tenía dinero en la billetera, pero el hombre de azul le ofreció un datáfono para pagar con tarjeta. Ante eso, ella decidió más bien darles 200.000 en efectivo. De vuelta recibió un certificado con desprendible para llenar ahí información de contacto. El papel dice Asociación de Discapacitados Físicos de Colombia (Adisficol) y tiene una serie de agradecimientos por la donación.

Posteriormente, en comunicación por WhatsApp con otros habitantes del sector, corrió el rumor de que se trataba de una estafa. Incluso, denuncian hechos similares en la Autopista Norte de Bogotá y Villa de Leyva, municipio turístico de Boyacá.

En total, en chats grupales, se reportaron cerca de 30 donaciones y rondaba la incógnita por no tener claro si era una donación o una estafa.

El Ejército niega relación con los sujetos

Según los ciudadanos, hay varios uniformados de azul que supuestamente están todos los días instalados junto a presuntamente soldados del Ejército. Sin embargo, SEMANA conversó con un oficial del Batallón Tequendama y este advirtió que el Ejército no tiene nada que ver en la recolección de fondos por parte de estos sujetos.

El uniformado aclaró que también habían recibido denuncias de una supuesta fundación “en pro del personal discapacitado y herido de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional”. La fuerza armada, según aseguró la fuente, desplegó algunas soldados que, en compañía de agentes de Policía de Tránsito, estaban verificando la situación.

Además, recalcó que dicha acción de retén no es permitida en ninguna vía del país. La Policía es la única que tiene la potestad de hacerlo. La fuente también le confirmó a SEMANA que el Ejército no pide dinero y que actividades como esa son ajenas a la institución. “Existe buen indicio de que esto se trata de una modalidad de estafa”, dijo.

Frente a las acusaciones de supuestos acompañamientos del Ejército, el miembro de la institución negó que la misma propiciara dichas acciones.

¿Qué dice Adisficol?

SEMANA buscó a Óscar Iván Arias, el representante legal de Adisficol, la fundación que aparece en el impreso, y logró conversar con él. Aseguró que su organización no para vehículos y que solo promueven la fundación en centros comerciales, aeropuertos y peajes.

“No tenemos la autoridad para parar, menos carros de alta gama. Si la gente nos escucha, le comentamos sobre la fundación, pero eso es a toda la gente, no solo la adinerada”, aseveró.

Sin embargo, no negó las donaciones con datáfono y confesó que sí han pedido a las autoridades espacio para “dar información”.

Por situaciones anteriores en las que usurparon y estafaron en nombre de la fundación, Arias no pudo confirmar si el personal en Patios correspondía a su organización. Sin embargo, dijo que el desprendible evidenciado anteriormente sí era genuino de la organización que lidera.

Frente a la supuesta alianza con el Ejército, indicó que no tienen vínculos. Sin embargo, confesó que “nos permiten espacios, estands o servicios de acompañamientos para eventos”. De este modo, también les notifican sobre en qué lugares se instalarán por escrito.

Sobre las denuncias por estafa, Arias aseguró que de eso no se trata su fundación y que trabajan con legalidad.

Hasta el momento no se conoce más sobre los operativos de las autoridades desplegados para retirar a las personas en la vía y tampoco se sabe con certeza si los sujetos pertenecían a la fundación. Lo que sí es cierto es que, por ley, los civiles no pueden parar vehículos en las carreteras y mucho menos con ayuda de las autoridades.