Investigación
Elenopolítica: pactos, negocios, fiestas y regalos enredan a 2 gobernadores con el ELN
SEMANA obtuvo las declaraciones que tienen a dos gobernadores de Arauca tras las rejas y que develan un supuesto contubernio criminal en la política de ese departamento. Pactos, negocios, fiestas y regalos se cruzan entre mandatarios y comandantes del ELN.
La historia de amor y traición en la política de Arauca se repite. Al parecer, el poder del Estado lo tiene la guerrilla del ELN en ese departamento, así dejaron por escrito varios desmovilizados que le contaron a la Fiscalía lo que el país ya conocía: “La guerrilla es la autoridad en Arauca, la guerrilla tiene el control de todo”. SEMANA conoció en detalle esas declaraciones y allí quedó impreso el derrotero de la política araucana. Acuerdos, pagos, porcentajes, fiestas, regalos y homicidios, un coctel criminal que deja a los ciudadanos sin la posibilidad de elegir libremente a sus gobernantes.
Una investigación que arrancó como un caso, tristemente común, de corrupción, terminó por dejar a la luz una peligrosa alianza entre la guerrilla del ELN y la clase política de Arauca. Los fiscales fueron por los detalles de la red de corrupción y regresaron con la radiografía de un mal histórico que en el departamento ha dejado a cuatro gobernadores condenados y tiene a dos más en la cárcel por nexos con la guerrilla. En palabras de la Fiscalía, el ELN ha tenido mandatarios a su servicio por casi un cuarto de siglo.
Compadres
Las declaraciones revelaron una compleja telaraña de corrupción en la que por medio de intermediarios de la guerrilla, la Gobernación entregó contratos para financiar la actividad criminal. La realidad es que no existe, según los desmovilizados, la posibilidad de hacer política sin la autorización del ELN. “Para que una persona pueda ser gobernador debe hacer acuerdos con la guerrilla, para que pueda andar libremente, para que pueda gobernar”, explican los testigos.
Pero no es a la fuerza que se forjan las alianzas, son los propios candidatos los que en ocasiones se acercan a los comandantes de la guerrilla a ofrecer sus servicios como futuros mandatarios a cambio de recibir protección, apoyo logístico y una comunidad que bajo amenaza sale a votar. El pacto criminal con el que se negocia la política del departamento incluye algunas cuotas: 1.000 o 2.000 millones si se quiere ser gobernador y el 10 % de cada contrato que se suscriba.
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Sin embargo, la vacuna por cada contrato de las alcaldías y la Gobernación al parecer no fue suficiente para el ELN. Cuando se dieron cuenta de que la corrupción dejaba más dinero, decidieron incursionar en el negocio. Ubicaron supuestos contratistas, empresas de papel con representantes legales que eran familiares de los mismos comandantes y se apropiaron de la contratación. Ya no era el 10 % de cada contrato, fueron por todo.
Concretado el acuerdo entre el candidato y la guerrilla, se garantizaban los votos y hasta los mismos insurgentes inscribían la cédula. Se aseguraban los desplazamientos por el departamento y, en el caso de José Facundo Castillo, actual gobernador, y su antecesor, Ricardo Alvarado, se tejió una amistad con los comandantes a tal punto que asistían a reuniones o fiestas de cumpleaños en los campamentos y llegaban con lujosos regalos. “Incluso tuve conocimiento de que Ricardo Alvarado le regaló una camioneta nueva a ‘Bateman’. Facundo Castillo, por su parte, asistió a la fiesta de cumpleaños con el comandante ‘Garganta’”, señaló un desmovilizado, ahora testigo del proceso contra los dos gobernadores.
Traición
Las alianzas entre el ELN y los políticos tienen fecha de vencimiento. Cuando un mandatario no cumple los compromisos corruptos, la guerrilla lo castiga. Según la información en poder de la Fiscalía, los comandantes saben exactamente en qué momento un alcalde o gobernador deja de ser útil para la organización y cómo se deshacen de él. No siempre es la vía armada, también existe la jurídica: los delatan ante la justicia.
Un testigo le habló a la Fiscalía de una reunión, en una cafetería de la ciudad de Bogotá, que sostuvieron con el exgobernador y entonces candidato Ricardo Alvarado, donde se pactó sacar del camino a Facundo Castillo tras considerar que sobre él pesaban muchas investigaciones y eso afectaba a la organización. “Acordaron que lo más conveniente era dejar a Castillo gobernar uno o dos años, porque ya estaba muy investigado y, por esa vía, podrían llegar a ellos”.
Sobre el poder que tenía el exgobernador Alvarado, los testigos del caso señalaron que “ese es el más peligroso, es al que más miedo le tiene uno. No más con una información que le pase da la orden para matar”. Dibujan al exmandatario como un personaje cercano a los comandantes del ELN, que incluso da órdenes y le obedecen. “Sí, ellos tienen poder total. Lo que dicen la guerrilla lo hace, también lo que la guerrilla dice ellos lo cumplen. Se trata de un apoyo mutuo”.
Infiltrados
Quizás el capítulo de mayor reproche, más allá de los hechos de corrupción o relación con el ELN, es la manera como, según los testigos, exponen a los miembros de la fuerza pública. Los convierten en blanco fácil para la insurgencia mediante la entrega de información, de cómo se mueve la tropa y hasta el momento más oportuno para hostigar. “Yo lo sé porque tenía los números telefónicos de ellos. Me decían para dónde iban a mover la tropa y todo, también decían cuándo se podía hostigar o cuándo no”.
Es por eso que los únicos operativos que tienen efecto en Arauca son los que se organizan desde la ciudad de Bogotá, pues en el departamento la guerrilla tiene infiltrado al Ejército y a la Policía. Por eso, a juicio de los delatores, “la autoridad tiene que parársele duro si quieren enfrentar a la insurgencia y a quienes la apoyan”.
El panorama con la elenopolítica resulta preocupante, quienes hacen denuncias o se atreven a investigar en Arauca corren peligro, refiriéndose a fiscales o jueces en el departamento. “Ricardo Alvarado, alias ‘el Médico’, decía que cuando alguien sabe mucho, ya no sirve. No les conviene”.
La defensa
La Fiscalía capturó al gobernador de Arauca, José Facundo Castillo, y a su antecesor, Ricardo Alvarado, a partir de las declaraciones de los desmovilizados y otros elementos de prueba como interceptaciones e informes de Policía Judicial. Del exgobernador Alvarado se sabe que tiene problemas psiquiátricos que afectan su atención en las diligencias judiciales, a tal punto que se queda dormido. Por el contrario, la defensa de Castillo tiene preparada una intervención al cierre de esta semana para evitar que su cliente termine en la cárcel.
El abogado Iván Cancino advirtió que la Fiscalía presentó en las audiencias preliminares una argumentación amplia, pero escasa de evidencias. En su criterio, los elementos expuestos por el fiscal del caso no son suficientes para demostrar el contubernio entre el mandatario y el ELN. “Unieron unos puntos que, examinados de manera conjunta, no van a llegar jamás a demostrar la inferencia razonable de autoría y participación de mi cliente. Ni en el concierto para delinquir, ni en la financiación, ni el contrato sin cumplimiento de requisitos legales”.
Los testigos que edificaron la hipótesis de la Fiscalía, para la defensa del gobernador Castillo, caen en constantes mentiras. Mientras unos hablan de fiestas con el mandatario como invitado, otros se refieren a supuestos aportes y propiedades que no aparecen en las oficinas de registro.
El proceso contra los mandatarios apenas arranca y da pistas de por qué el ELN ha sido una materia pendiente para la fuerza pública en la región. Corrupción, alianzas criminales y hasta información para evadir el cerco de las autoridades empiezan a florecer con el destape de la elenopolítica.