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“Estamos en manos de Dios”: guardián amenazado por Mago, comando que declaró objetivo militar a funcionarios del Inpec

El cabecilla de Mago es un delincuente que reconoció en la Fiscalía, ser el responsable de 39 homicidios y descuartizamientos.

11 de febrero de 2023
INPEC
Detenidos presos INPEC Bogota enero 2017 foto Revista Semana | Foto: Guillermo Torres

Lo peor de las amenazas en contra de funcionarios del Inpec se está haciendo realidad. En diferentes zonas del país los están asesinando y después de cada homicidio hay una nota que advierte quién fue el autor. Se trata del Movimiento Nacional Muerte a Guardianes Opresores o Mago, por sus siglas.

El asunto no es solo de amenazas en contra de los funcionarios que hacen bien su trabajo en el Inpec, es un tema de vida o muerte. Los guardianes están aterrorizados con esta organización criminal que los declaró objetivo militar, solo por formar parte del Instituto Nacional Penitenciario.

Alias Pipe, cabecilla de la estructura criminal La Inmaculada, responsable de homicidios y extorsiones.
Alias Pipe, cabecilla de la estructura criminal La Inmaculada, responsable de homicidios y extorsiones. | Foto: Fiscalía

El Mago se adjudicó al menos 14 asesinatos de guardianes, principalmente en el Valle del Cauca, la principal zona de injerencia de quienes integran este comando asesino, derivado de la banda de extorsionistas, secuestradores y homicidas, conocida como La Inmaculada.

La Fiscalía adelanta tres investigaciones para determinar la responsabilidad de los asesinatos de guardianes del Inpec y que estarían relacionados con este comando asesino que, incluso, se atreve amenazar de frente al director del Instituto a través de un desayuno bomba y una carta en la que le advierten que pueden llegar a su casa.

“Estamos en las manos de Dios, nos movemos en moto, pedimos, rogamos por protección para cumplir con el trabajo, pero mientras el Inpec nos pide remitirnos a la UNP, allá se cumplen los trámites, nos dan un documento que confirma el alto nivel de riesgo, y la solución es un chaleco y un celular”, explicaron los guardianes amenazados.

El hombre responsable de estos asesinatos, que incluso y de acuerdo con la investigación, reconoció los crímenes, es alias Pipe Tuluá, condenado a 30 años de cárcel tras admitir el asesinato de 39 personas. Sin alterarse, reconoce que son ellos los responsables del ataque a guardianes y las amenazas al director del Inpec.

Desde la cárcel en La Picota en el sur de Bogotá y en un pabellón de alta seguridad, resulta ser alias Pipe Tuluá quien ordenó, al parecer, los asesinatos de funcionarios del Inpec y cada vez que intentan moverlo del centro de reclusión, acude a la acción de tutela y los jueces le creen el cuento de que su vida está en riesgo.

“Estamos trabajando con la Fiscalía y la Policía, dando con los autores de los homicidios y amenazas. (…) No queremos que pase lo de hace algunos años con las estructuras criminales de Pablo Escobar, que si se actuaba en el marco de ley, buscaban cómo arrodillar las instituciones, a punta de homicidios”, dijo el coronel Daniel Gutiérrez, director del Inpec, a SEMANA.

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De acuerdo con la investigación, en todos los centros de reclusión donde ha estado alias Pipe Tuluá, los últimos ocho años, ha dejado una estela de muerte a su paso. Ocurrió en Cómbita, Boyacá, con el asesinato de un guardián, también en la cárcel de Picaleña en Ibagué, desde donde controlaba las extorsiones, incluso motivó el motín en la cárcel de Tuluá que dejó 24 personas muertas y ahora en La Picota, con las amenazas al director del Inepc.

   Desayunos bomba, acompañados de una granada de fragmentación, fueron enviados por alias Pipe Tuluá al director del Inpec y a una fiscal con la advertencia de matarlos.
Desayunos bomba, acompañados de una granada de fragmentación, fueron enviados por alias Pipe Tuluá al director del Inpec y a una fiscal con la advertencia de matarlos.

El Inpec extremó las medidas de seguridad y advirtió a sus funcionarios que deben cumplir con un decálogo de seguridad que más bien parece los preparativos para una guerra urbana:

Los guardianes deben tomar rutas diferentes todos los días, advertirles a los familiares que no pueden mencionar donde trabajan, abstenerse de utilizar las redes sociales y anunciar dónde se encuentran o dónde van a estar y hasta extremar las medidas de seguridad incluso con los domicilios.

  El director del Inpec, coronel Daniel Gutiérrez, estuvo en las honras fúnebres de John Alan Lozano Alvear, asesinado el 5 de febrero en Tuluá. Era integrante de los grupos de Policía Judicial y desde hace meses denunció amenazas en su contra. Su muerte se la atribuyó el comando asesino Muerte a Guardias Opresores (Mago).
El director del Inpec, coronel Daniel Gutiérrez, estuvo en las honras fúnebres de John Alan Lozano Alvear, asesinado el 5 de febrero en Tuluá. Era integrante de los grupos de Policía Judicial y desde hace meses denunció amenazas en su contra. Su muerte se la atribuyó el comando asesino Muerte a Guardias Opresores (Mago). | Foto: suministradas a semana api

Sin protección

Un problema enorme para los guardianes es la falta de protección. Mientras más advierten las amenazas y el riesgo de seguridad que ostentan, más alejados parecen de las instituciones.

SEMANA habló con guardianes que tienen riesgo extraordinario de seguridad, en otras palabras, ya se confirmó que su vida está en manos de los criminales y apenas tienen un chaleco, un botón de pánico y un celular para defenderse.

Le han escrito a la Unidad Nacional de Protección, a la Policía y al Inpec y la respuesta siempre es la misma: documentos y advertencias para que tengan cuidado, pero esquemas de protección no se conocen.