Concejal de Cali pide repatriar venezolanos indocumentados y en mendicidad

El concejal caleño Fernando Tamayo le solicitó al alcalde Jorge Iván Ospina que se considere hacer las gestiones con Migración Colombia y la Cancillería para la repatriación de los venezolanos que están indocumentados y que viven en condición de miseria en el espacio público de la ciudad.

“Según cifras de Migración Colombia, en Cali hay 59.700 personas, con corte a agosto, pero se estima un subregistro, dado que por estar la frontera cerrada, muchos venezolanos han ingresado por pasos ilegales. Se avecina que más migrantes lleguen con por lo menos un acompañante más. Hablamos de 200.000 personas entrando a Colombia, algunas con expectativas de quedarse en Cali”, señaló el concejal en plenaria.

“Las condiciones en las que viven, a la intemperie, en las afueras de la terminal de transporte o en separadores como el de la Autopista Simón Bolívar son escenarios propicios para que se contagien de coronavirus y de otras enfermedades que no se pueden asumir por parte del régimen subsidiario, asociado al Sisbén, porque uno de los requisitos que deben cumplir es contar con el permiso especial de permanencia. Están quedando bajo la atención de población pobre no asegurada, con pocos beneficios en salud y educación. El no tener el permiso de permanencia también ocasiona que muchos de ellos se dediquen a la mendicidad o que sean explotados, con salarios indignos, por empleadores que no les pagan ni el salario mínimo y menos los afilian a la seguridad social”, explicó Tamayo.

El cabildante del Partido Conservador indicó que la solicitud no busca estigmatizar a los venezolanos que ya viven en condiciones críticas en Cali, pero sí responde a los “serios problemas presupuestales del Distrito y a que los recursos del próximo año serán limitados. En el proyecto de acuerdo de presupuesto apenas contamos con 200 millones de pesos para construir un plan para el migrante, lo cual es insuficiente”.

De acuerdo con Tamayo, si el Gobierno nacional no aporta recursos para brindar una atención humanitaria, muchos venezolanos seguirán viviendo en las calles, algunos dedicados a la mendicidad, otros con trabajos mal remunerados o siendo parte de algunas bandas delincuenciales.