Reformas
Este es el alarmante diagnóstico que hizo el expresidente César Gaviria sobre la reforma pensional del presidente Gustavo Petro
El expresidente César Gaviria, en un documento exclusivo, conocido por SEMANA, advirtió sobre el riesgo de no poder pagar las mesadas a los ahorradores si se incluyen en el proyecto de ley varias de las medidas anunciadas por el Gobierno. Las reformas pensional y laboral están en la lista de las que el presidente Gustavo Petro pronto llevará al Congreso de la República.
El sistema pensional en Colombia está desbaratado. Después de 30 años de haberse implementado, a partir de la Ley 100 que creó el sistema de seguridad social, tiene todos los problemas posibles: coberturas bajas y es altamente desigual, en especial por el régimen de prima media que maneja Colpensiones, el cual subsidia la mayor parte de las mesadas, porque lo que cotizan los afiliados no alcanza para el tiempo que van a permanecer recibiendo los pagos mensuales.
Igualmente, en el régimen de ahorro individual que administran los fondos privados, muchas pensiones requieren subsidios. El sistema está cada vez más desfinanciado por la baja cifra de cotizantes actuales, mientras aumentan los años de vida de las personas que van a adquirir el derecho a la pensión.
Sobre esas bases, el expresidente César Gaviria hizo varias advertencias, en un documento exclusivo, conocido por SEMANA, en el que pone los puntos sobre las íes a las propuestas que hasta ahora se han destapado de la reforma pensional que llevará el Gobierno del presidente Gustavo Petro al Congreso de la República.
El exmandatario se refirió a la dependencia que tienen las pensiones del mercado laboral, lo que agudiza la desprotección social, teniendo en cuenta que en Colombia hay una alta informalidad que hace que sean pocos los asegurados para su vejez. Tanto así que solo uno de cada cinco colombianos en edad de retiro obtiene una pensión.
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Para corregir varios de los problemas del sistema pensional, el Gobierno propuso trasladar del régimen privado a Colpensiones a los afiliados que ganan hasta cuatro salarios mínimos, lo que, a juicio de Gaviria, “sería un grave error implementar una norma de cualquier nivel que permita despojarles el dinero a los cotizantes y tomarlo por la derecha, aduciendo que las contribuciones se volverían del Estado, para darles un carácter público cuando se paguen en un fondo”.
Desde la argumentación del Gobierno, con ese traslado de gente de los fondos privados al público se pagarían las pensiones actuales y se liberarían 28 billones de pesos por año del Presupuesto Nacional. De esa manera, se podría cubrir el pago de transferencias económicas a los que no tienen pensión, porque no lograron ahorrar para obtenerla. Se materializaría la intención de tomar los recursos que están en los fondos privados, los cuales pertenecen a cerca de 18 millones de colombianos y ascienden a 368 billones de pesos ahorrados, para financiar gasto público corriente y pagar afiliados de Colpensiones que sean adultos mayores en condición de pobreza.
Para Gaviria, “esto es muy discutible desde el punto de vista constitucional, y también viola las leyes y fallos jurisprudenciales existentes”. Violaría, por ejemplo, el Acto Legislativo n.º 1 de 2005, que dice que “los ahorros que hacen los afiliados a los fondos de pensiones se consideran un derecho adquirido con protección constitucional”.
El exmandatario se mostró reiterativo en su posición, según la cual, la propuesta de reforma pensional tiene un profundo desconocimiento de la ley y de fallos judiciales, pues los aportes pensionales de las personas no les pertenecen a los fondos de pensiones, ni a los bancos, ni mucho menos al Gobierno, ni forman parte del Presupuesto General de la Nación. “Son de propiedad exclusiva de los trabajadores”.
Por lo tanto, en el documento, César Gaviria expresa que tomar esos recursos por la derecha sería un acto antijurídico y fuera de la realidad. “La afirmación del presidente con respecto a que lo que un afiliado cotiza en un fondo privado es dinero público, no corresponde a la realidad, y más bien contraría las normas que constituyen nuestro Estado de derecho”.
Gastarse los ahorros privados de las personas, para endeudar al Estado en el futuro, con montos superiores a los que se utilizarán en el presente, según lo manifestado por Gaviria, generaría “una deuda futura inmensa, sumada a la deuda pensional ya existente, a raíz de los subsidios implícitos con los que se pagan las pensiones”.
Si bien el expresidente destacó como loable la propuesta que, según las declaraciones gubernamentales, llevaría a establecer una mesada de 500.000 pesos para tres millones de adultos mayores, advirtió que “carecen de una fuente legal de recursos”, puesto que la que están considerando es propiedad de los afiliados. “El problema no es con la propuesta, sino con la manera de financiarla y con la magnitud de los recursos que se requieren”, agregó Gaviria.
Por donde se le miren, las propuestas que incluiría la reforma pensional, si llegaran a convertirse en políticas estatales, se llevarían por delante las finanzas públicas, que, de por sí, ya son débiles.
Desde la óptica de Gaviria, también sobrevendrían demandas contra el Estado, provenientes de los ahorradores y de muchas otras fuentes, debido a que “la ley y un acto legislativo les aseguró que estos recursos siempre serían de ellos y no podrían ser tomados o confiscados por nadie”.
El exmandatario advirtió que se debe tener cuidado en no llegar a acrecentar los problemas existentes y terminar desincentivando la afiliación a los fondos privados, mientras se estimula el traslado al público, lo que, al final, solo lograría que menos personas aporten para financiar la mesada mínima universal.
El peligro, si llegara a haber un descache con las propuestas definitivas de la reforma pensional, es que a Colombia le suceda lo mismo que a Argentina, nación que, según recordó el expresidente Gaviria, “tomó decisiones como las que nos están proponiendo y llegaron a un punto de insolvencia, donde no pueden ni siquiera efectuar los pagos pensionales a las personas que han depositado su ahorro durante años”.
Otro de los llamados que hizo el exmandatario es a tener en cuenta que el sistema pensional colombiano fue diseñado en condiciones distintas y con unas características de la población muy diferentes a las de ahora. “Antes, la base de aportantes jóvenes era mucho más amplia que el número de adultos mayores”, lo que permitía lograr financiar, con los aportes de los trabajadores de hoy, las futuras jubilaciones de los que iban terminando su vida laboral. Ahora, “la base de cotizantes se volvió insuficiente para cubrir el número de personas que se pensionaron o se pensionarán en el futuro”.
El llamado de Gaviria es a que la reforma pensional apunte a aumentar la cobertura, focalizar mejor los recursos y asegurar la sostenibilidad financiera del sistema, lo que, por el momento, a la luz de lo que se conoce de la reforma, sigue siendo un enigma, pues, “aunque es indudable que el proyecto de modificación del sistema demandará significativos recursos fiscales, no se han cuantificado aún”.
Finalmente, el expresidente pidió que un tema tan delicado como las pensiones, que afecta transversalmente la vida y el futuro de todos los ciudadanos, sea mirado y tratado en una discusión razonable que conduzca a soluciones y no a agrandar el enorme problema que ya tienen las pensiones en Colombia.