Nación
Este es el plan del Gobierno para enfrentar la posible llegada del fenómeno de El Niño, ‘‘742 municipios están expuestos’’
215 poblaciones tendrán tres trimestres continuos con bajas precipitaciones
La ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica, presentó este miércoles el plan del sector agropecuario frente a la inminente llegada del fenómeno de El Niño, que traza las acciones de preparación, acción anticipatoria y respuesta ante esta condición climática.
Las inversiones previstas para la puesta en marcha de este plan sectorial alcanzan los $ 566.370 millones y tienen como principales objetivos identificar posibles impactos en cadenas productivas, mitigar el impacto en comunidades rurales dispersas y establecer un plan de acción para la respuesta y recuperación, con la articulación de las entidades adscritas y vinculadas al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
“Estamos en escenarios donde los impactos son moderados. Se espera que unos 742 municipios puedan tener alguna consecuencia por disminución en las precipitaciones. Y lo que hemos venido haciendo es un proceso anticipatorio focalizado en 72 municipios que pueden tener un mayor déficit de lluvias en el último trimestre del año”, indicó la ministra Jhenifer Mojica.
De acuerdo con el comunicado, este es el primer plan del orden ministerial que lanza el Gobierno del Cambio para enfrentar los efectos adversos de esta condición climática. Como parte de este, se identificaron 742 municipios expuestos, es decir, aquellos que enfrentarán un trimestre con déficit de lluvias.
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De ese total, hay 215 poblaciones que tendrán tres trimestres continuos con bajas precipitaciones. Y de esta cifra, sobresalen 72 municipios que posiblemente presentarán cinco trimestres continuos con lluvias insuficientes. Es por esto que la ministra indicó que “del total de recursos previstos para este plan sectorial, la mitad está destinada a inversión en acciones de preparación para la respuesta y recuperación”.
La ministra añadió que en la fase preparatoria se han invertido recursos por 145.000 millones de pesos en acciones como entrega de semillas resistentes a la sequía, instalación de sistemas de almacenamiento de agua, adecuación de espacios para almacenar bloques nutricionales para ganado y campañas de vacunación para animales. De este paquete de medidas se beneficiaron 35 comunidades indígenas de seis municipios de La Guajira y dos del Cesar.
¿Qué es el fenómenos de El Niño y La Niña?
El ciclo conocido como El Niño y su fase opuesta, La Niña, son la causa de la mayor señal de variabilidad climática en la franja tropical del océano Pacifico, en la escala interanual. Son las componentes oceánicas del ENOS (Oscilación del Sur) que corresponde a la aparición, de tiempo en tiempo, de aguas superficiales relativamente más cálidas (El Niño) o más frías (La Niña) que lo normal en el Pacífico tropical central y oriental, frente a las costas del norte de Perú, Ecuador y sur de Colombia.
El fenómeno de El Niño, según el Ministerio de Ambiente, es un evento climático que se genera cada cierto número de años por el calentamiento del océano Pacífico. Sus efectos son notables en el norte de la región Pacífica, los departamentos de la región Andina y en los departamentos de la región Caribe.
El efecto de La Niña en nuestro país, según el Ministerio de Ambiente, se caracteriza por un aumento considerable de las precipitaciones (anomalías positivas) y una disminución de las temperaturas (anomalías negativas) en las regiones Andina, Caribe y Pacífica, así como en áreas del piedemonte de los Llanos orientales, mientras que en la zona oriental (Orinoquía y Amazonía), dichas variables tienden a un comportamiento cercano a lo normal, sin ser muy claro el patrón climatológico ante la presencia de un evento frío.
La ocurrencia de un fenómeno como La Niña, sugiere un acoplamiento del océano y la atmósfera y de acuerdo con lo expuesto a final de enero de 2011 por la Organización Meteorológica Mundial (por consenso de diversos centros climáticos del mundo), este episodio (La Niña), se ha caracterizado por un importante componente atmosférico y, según revelan los indicadores correspondientes, se trata de uno de los episodios más intensos del último siglo, con un fuerte acoplamiento océano-atmósfera.