Nación
Este es el prontuario criminal de Otoniel
Dairo Antonio Úsuga, máximo jefe del Clan del Golfo, era perseguido por las autoridades colombianas y de Estados Unidos, donde se ofrecían hasta cinco millones de dólares por información de su paradero.
Son más de 33 años de carrera criminal que lleva sobre sus hombros Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, máximo jefe del Clan del Golfo, en los que ha cometido todo tipo de delitos, por lo que es buscado no solo en Colombia sino también en Estados Unidos, es nada menos que el narcotraficante más grande del mundo en la actualidad.
A ‘Otoniel’ le figuran 128 órdenes de captura por distintos delitos como narcotráfico, extorsión, homicidio, desplazamiento forzado, tráfico de armas, conformación de grupos armados, concierto para delinquir y delitos de lesa humanidad, entre otros. Así mismo, tiene vigentes siete sentencias condenatorias y ocho medidas de aseguramiento, dos circulares rojas y una azul de INTERPOL y una solicitud de extradición emitida por una corte de los Estados Unidos.
Ese último delito lo ubicaba como un depredador de menores que se daba la forma de llevar hasta sus campamentos. Tal como lo dijo el presidente Iván Duque en su alocución al dar a conocer la noticia al país “era un reclutador de menores, su demencia lo llevó a abusar de niños niñas y adolescentes”.
La justicia de los Estados Unidos lo busca por ser uno de los narcotraficantes del mundo que más cocaína ha enviado a este país. Una la Corte del Distrito Oriental de New York lo pide en extradición para juzgarlo a él y a otros 10 cabecillas del Clan del Golfo, algunos de los cuales ya se encuentran en prisiones federales.
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Lo acusan no solo del envío de cocaína hasta Centroamérica, especialmente a México y Honduras para luego llevarla hasta Estados Unidos. Además, está documentado que presta las rutas de salida de drogas en Colombia y hasta cobra “impuesto” por permitir el pasó de los alcaloides a otra organizaciones criminales.
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En el indictment no solo del envío de cocaína hasta Centroamérica, especialmente a México y Honduras para luego llevarla hasta Estados Unidos. Además, está documentado que presta las rutas de salida de drogas en Colombia y hasta cobra “impuesto” por permitir el pasó de los alcaloides a otra organizaciones criminales.
La acusación de la Corte estadounidense también señala que Otoniel tenía un ejército de sicarios a su cargo para mantener la obediencia, el control territorial y expandir su negocio de drogas.
Era conocido como un asesino de policías, era tal su poder en las zonas del Chocó y Antioquia decretaba los conocidos “Plan Pistola” con los le ponía precio a la cabezas de los miembros de la Policía, en especial cuando se les daban golpes contundentes a su estructura criminal.
Tenía ocho anillos de seguridad, que estaban separados cada uno por tres kilómetros. De su segundo anillo de seguridad hacían parte 60 hombres fuertemente armados, con esquemas de comunicaciones. Pero su tropa es más robusta, las autoridades dan cuenta de un aparato criminal compuesto por cuatro estructuras, 21 subestructuras y tres comisiones. En total, se habla de 1.460 hombres en armas y 1.800 de la red urbana.