“Este no es momento de buscar culpas, ni apuntar dedos, es momento de madurar y buscar soluciones": Adriana Ocampo, científica

Por Adriana Ocampo, científica colombiana.

La pandemia es una etapa de reflexión, crecimiento y aprendizaje. Todo gran evento siempre tiene dos caras y todo depende cómo lo miramos, a que se torne en algo trágico o algo que nos ayudará a crecer. El refrán dice no hay mal que por bien no venga. El COVID nos esta ayudando a revalorar y revaluar nuestro foro interno, familiar y planetario.

Este no es un evento de un país o una región si no de un planeta, donde necesitamos cuidarnos mas los unos a los otros, amarnos mas y amar a nuestro planeta mas también. Recordarnos de los valores que nos ensenaron de pequeño y que al crecer parece olvidamos. Esta llamada a atención a todo el planeta es un llamado a unificarnos para el bien. En las sabias palabras de Buckmister Fuller y de Carl Sagan…"todos compartimos la misma nave espacial y esa nave se llama el planeta Tierra".

Carl Sagan muy bien lo dijo también cuando hablo del pálido punto azul "por el momento este es el único planeta que podamos llamar habitable, este es nuestro hogar, este punto es nosotros…y nos recalca la responsabilidad de tratarnos los unos a los otros mas amablemente y preservar y celebrar el pálido punto azul ". Estas sabias palabras nos recuerdan que tenemos un solo planeta y aunque en un futuro cercano volveremos a dejar huellas en la Luna y pronto también en Marte, la Tierra será ese hogar al cual siempre querremos volver, es nuestra responsabilidad protegerla y cuidarla.

¿Qué podemos aprender? Esta es una oportunidad de crecer y responsabilizarnos, es el reto que marcara nuestra historia planetaria y mi esperanza es que se escribirá una oda de este momento en la historia y se dirá que el COVID fue el acontecimiento que nos ayudo a concientizarnos y salvo a nuestra especie y el planeta.

Yo tengo mucha esperanza en nuestra especie, y sé que los problemas que nosotros mismos creamos podemos resolverlos. El compromiso esta en nosotros y no depende de gobiernos, pero de cada uno de los habitantes de este bello y único planeta. El reto esta en responsabilizarnos, tomar acción, y ayudarnos los unos a los otros. La acción más pequeña repercute y se amplifica para llegar a afectar a muchos. Hagamos que todas esas pequeñas acciones de bien resulten en un factor multiplicador que cambie al mundo. Este no es momento de buscar culpas, ni apuntar dedos, es momento de madurar y buscar soluciones.

Como especie somos increíblemente poderosos si nos unimos y aprendemos a trabajar juntos para el bienestar de todos. La decisión es nuestra.