Nación
“Estoy cansado del permanente ‘bullying’ jurídico al que he venido siendo sometido por 10 años”: Iván Moreno Rojas a la Corte Suprema
El exsenador acudió este miércoles a la Corte Suprema. Allí le fueron negadas varias solicitudes.
“La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo”. Con esa frase de Platón inició su discurso este miércoles el excongresista Iván Moreno Rojas ante los magistrados de la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema. Moreno Rojas leyó una carta a la que tuvo acceso en su totalidad SEMANA y en la que el excongresista advierte falta de garantías y señala que será condenado, en medio de la investigación que adelanta la Corte Suprema por presuntas irregularidades en contratación.
En el inicio de la misiva se lee: “Lamentablemente, la neurobiología de mis jueces ha llevado a un desconocimiento de los mínimos derechos y garantías judiciales que tiene cualquier ciudadano, traducidos en condenas, investigaciones y juicios interminables, injustos e ilegales adelantados por la Corte Suprema, los cuales hoy desconozco por completo y no puedo respetar, porque han sido resultado de acciones y decisiones amañadas con presiones indebidas de toda naturaleza”.
Y agrega: “La vida me ha enseñado que uno no debe enfrentarse ni a la Policía, ni a los profesores, ni a los jueces, porque se lleva las de perder, ya que son dueños de la autoridad. Pero, ¿qué hacer cuando abusan del poder como lo vemos hoy en Colombia? Hace años Simón Bolívar dio la solución cuando manifestó que “cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho”. Lo más importante para que un Estado Social de Derecho funcione es la garantía que nuestros jueces sean independientes, imparciales e impartan sus actos, calificaciones o sentencias sin sesgos o pasiones y con apego estricto a la ley. Siempre ejercí todos los instrumentos legales para garantizar un juicio justo, en un tiempo razonable”.
Y es que al menos diez años han pasado desde que en Bogotá estalló el escándalo del denominado “Carrusel de la Corrupción” que se dio durante la administración del entonces alcalde del Polo Democrático Alternativo, Samuel Moreno Rojas, en el que uno de los protagonistas fue su hermano, Iván Moreno, quien construyó una red corrupta que tenía como finalidad entregar los más importantes contratos de la administración distrital a cambio de millonarios sobornos que, a juicio de la Corte Suprema de Justicia, alcanzaban hasta el 8% del valor.
Las dilaciones en el proceso han hecho que Iván Moreno aún esté enfrentando el proceso judicial ante la Corte Suprema de Justicia, donde le fue dictada resolución de acusación en marzo de 2017, como presunto autor de los ilícitos de concierto para delinquir y enriquecimiento ilícito de particulares, y como determinador de los punibles de cohecho propio continuado en concurso homogéneo y sucesivo e interés indebido en la celebración de contratos continuados, también en concurso homogéneo sucesivo.
En la carta, Moreno Rojas también señala: “Desafortunadamente los jueces que conocieron, investigaron y fueron nombrados por quienes me condenaron, prefirieron mantenerse en su función para violar mis garantías y derechos judiciales. No es un simple dilema ético, sino formal, de aplicación obligatoria, más cuando se trata de la legalidad, transparencia, objetividad e imparcialidad del juez. Sin embargo, a pesar del mismo reconocimiento de la falta de imparcialidad manifestado por el magistrado Torres Rojas, por ejemplo en su impedimento, sus colegas prefieren mantenerlo activo a sabiendas que su accionar busca condenarme por sospecha y sin prueba alguna”.
Moreno concluye señalando: “No voy a seguir legitimando con mi presencia la actuación injusta y el accionar ilegal de la Corte Suprema como equivocadamente lo hice en el pasado. Por eso, a partir de hoy NO rendiré indagatoria, no pediré pruebas (...). Llevo más de 10 años separado de mi familia, de mis hijos menores y de mi hogar. El sufrimiento que he padecido ha sido cruel”.