Nación
Estudian abrir investigación por presunto abuso sexual en caso de niños rescatados en selvas del Caquetá
Problemas entre familiares de los pequeños han sacado a relucir varias situaciones que se venían presentando antes del accidente aéreo, en el que murió Magdalena Mucutuy, madre de los pequeños sobrevivientes.
Adriana Velásquez, subdirectora general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), confirmó que la entidad realizó “una reunión de apertura a la serie de indagaciones que debe hacer el ICBF” sobre las condiciones familiares en las que vivían, antes del accidente, los pequeños rescatados el pasado viernes, tras permanecer a la deriva por cuarenta días.
La situación es analizada al detalle, luego de las versiones que circularon en contra de Manuel Ranoque, padre de dos de los cuatro menores de edad que fueron rescatados tras estar 40 días perdidos en las selvas del Caquetá, luego del accidente aéreo que se registró el pasado primero de mayo, en el que murió Magdalena Mucutuy, mamá de los menores.
Ya el mismo Ranoque aseguró que dichas versiones eran falsas, en tanto el ICBF confirmó que se están haciendo las averiguaciones del caso. De momento, se sabe que “los menores estarán al cuidado del ICBF mientras se solucionan los problemas de familia”, como lo aseguró la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (CIBF), Astrid Cáceres.
De otra parte, el ICBF entregó un positivo balance del estado de salud de los niños, hoy pacientes del Hospital Militar. Su condición de salud es favorable, tienen un buen estado de ánimo y les gusta dibujar bastante. “Están estables médica y nutricionalmente, los niños están bien de ánimo y receptivos”, añadió la subdirectora general.
Lo más leído
Denuncia de abuso sexual y violencia intrafamiliar: la historia que empaña milagro de niños rescatados
En el Hospital Militar de Bogotá continúa la recuperación de las tres niñas y el niño que fueron encontrados milagrosamente con vida. Sin embargo, con el paso de los días, se han conocido otros detalles preocupantes, que están siendo valorados por el ICBF.
De acuerdo con las declaraciones que han ido entregando los familiares de los niños a los medios de comunicación, no existe una buena relación entre la familia de Magdalena Mucutuy, mamá de los sobrevivientes, con Manuel Ranoque, papá biológico del niño y la bebé de 11 meses y padrastro de las dos niñas mayores.
La familia de Mucutuy aseguró que Ranoque habría sido denunciado por presuntamente haber tratado de abusar de una las niñas y también que ejercía violencia intrafamiliar contra Magdalena.
Sobre las graves acusaciones, Ranoque se defendió e indicó que desde hace seis años vivía con los niños y con Magdalena. “Las dos niñas mayores las tengo como mis hijas, les he brindado estudio y comida (...), esto es una pelea económica de familias”.
Respecto a la violencia intrafamiliar manifestó que “los problemas familiares son entre marido y mujer, eso no es un chisme para el mundo”. Sin embargo, reconoció que verbal y físicamente sí agredió a Magdalena: “Físicamente muy poco, porque nosotros teníamos más problemas de palabra”.
Frente al supuesto abuso, dijo que la niña implicada, según él, ya dijo que era falso. “Me han tratado de violador y la niña les ha cerrado la boca diciéndoles que yo soy su papá y aclaró eso”, señaló Ranoque.
De acuerdo con Ranoque, el Estado no le ha permitido ver a las dos niñas mayores, que son sus hijastras, mientras que con sus hijos biológicos sí ha podido tener contacto en el Hospital Militar. “No han entendido que vengo de buscarlos desde hace 40 días y eso me tiene muy preocupado”, manifestó.
Disidencias de las Farc, que buscan la ‘paz total’, iban a reclutar a los niños perdidos en la selva
Una grave denuncia hizo el papá de los cuatro menores de edad indígenas que sobrevivieron al accidente aéreo del pasado primero de mayo en Caquetá: las disidencias de las Farc que delinquen en la zona se querían llevar a la fuerza a sus hijos para reclutarlos.
Explicó que por hacer esta denuncia, las disidencias de la estructura Carolina Ramírez, bajo el mando del mafioso Iván Mordisco, lo amenazaron de muerte. Señaló que por esta situación él se fue a buscar una zona segura y luego fue que le dijo a su esposa, Magdalena Mucutuy, que tomara el vuelo con las tres niñas y el niño, el pasado primero de mayo.
Estremecedor: mamá de los hermanos perdidos en la selva estuvo viva durante cuatro días.
“La mamá estuvo cuatro días viva. Entonces, antes de morir, les dice: váyanse y ustedes van a mirar quién es su papá”, dijo Manuel Ranoque, papá de los cuatro niños sobrevivientes.
“No es tan fácil preguntarles, porque los niños llevan 40 días que no han comido bien, no han podido dormir bien, entonces no he tenido la oportunidad de sacar información. De mi parte, espero que los niños se recuperen bien”, señaló.
Sobre haber encontrado a sus hijos con vida dijo: “Esto es un milagro de Dios. Para nosotros, esta es una prueba que me está haciendo Dios que tanta fe (tengo) en él y yo lo he demostrado con mis propias palabras”.
Así mismo, el papá de los niños se refirió a cómo el presidente Petro está presentando el caso de sus hijos. “Estoy totalmente en desacuerdo con eso. ¿Cómo que van a coger a mis hijos como objetos de burla?, si yo que soy el papá, no estoy haciendo eso para que otras personas estén totalmente bien aquí comiendo y durmiendo bien, se van allá, los dejan ingresar, sacan fotos de mis hijos, los riegan en las redes sociales. Eso es injusto y espero que Dios los perdone”.
Lesly, Soleiny, Tien y Cristin no solamente son unos menores sobrevivientes de un accidente aéreo, son unos guerreros de la vida que se estaban escapando de la incesante violencia del país. La guerra los obligó a dejar su adorada tierra y, en condición de desplazados, ese camino casi los lleva a la muerte.
Encontrar a los cuatro menores de edad desaparecidos en las selvas del Caquetá era una misión imposible, por eso mismo la misión militar se denominó Esperanza, por la remota posibilidad de encontrarlos con vida. Un anhelo que parecía esfumarse con el pasar de cada uno de los cuarenta días que duró la búsqueda.
Los cuatro menores de edad y su mamá, Magdalena Mucutuy Valencia (fallecida en el accidente), son parte de la comunidad indígena Muinane, de Puerto Sábalo, población que se encuentra escondida en el sur del país, en medio de la manigua, entre los departamentos de Amazonas y Caquetá, por donde cruza el río Cahuinarí y adonde solo se puede llegar por los serpenteantes ríos o por aire.
Estas comunidades indígenas han sido, a lo largo del tiempo, víctimas de la violencia. Hasta esos remotos territorios solo llegan los ilegales, bien sea para tumbar la selva y reemplazarla por los cultivos de uso ilícito, o deforestándola para correr la frontera agrícola. Por eso las comunidades han sufrido desplazamientos o han sido prácticamente exterminadas por actores criminales.
Su supervivencia es originaria de la caza, la pesca y la recolección de alimentos en la selva, tradiciones que les enseñan desde tempranas edades y que fueron muy bien emprendidas por los niños Mucutuy, quienes lograron sobrevivir en la espesa jungla bajo condiciones que nadie hubiera soportado.
Hoy muchos se preguntan: ¿qué hacían los Mucutuy a bordo de una avioneta, si su entorno natural es la selva?
Manuel Ronoque, papá de los niños, y quien es gobernador de la comunidad uitoto Los Monos, de Puerto Sábalo, indicó que tuvo que abandonar su comunidad y huir a raíz de unas amenazas contra su vida y la de su familia por grupos ilegales armados.
Su idea era ubicarse y luego enviar por su familia. Un mes antes del accidente, Ranoque se fue con la promesa de volverse a unirse con ellos. Pasando trabajos y necesidades logró su propósito, un sitio temporal para establecerse con su familia y por eso les pidió que subieran, el pasado primero de mayo, a la avioneta que luego se accidentó, sin saber que vendría la tragedia.
La aeronave despegó desde la región de Araracuara y tenía como destino San José del Guaviare, en donde Ranoque tenía planeado recibirlos para luego emprender camino hacia Villavicencio, o llegar a la capital del país a buscar ayuda gubernamental.