EDUCACIÓN

Estudiantes de la San Martín radicalizarán su protesta

Durante dos horas Cristian Sánchez se colgó de cuerdas en la fachada del edificio para exigir que se reabra la universidad.

30 de enero de 2015
Cristian Sánchez se colgó de una cruz por más de dos horas. | Foto: Daniel Reina

A pocos días de que las universidades en el país inicien un nuevo semestre, el desespero de algunos de los estudiantes de la Universidad San Martín quedó en evidencia. Durante más de dos horas Cristian Sánchez, estudiante de zootecnia de 28 años, se colgó en una cruz a una altura de siete pisos en la fachada de uno de los edificios del centro educativo en el norte de Bogotá.

Lo hizo para reclamar por el presunto incumplimiento del Gobierno para que se sancione a los directivos de la universidad San Martín y para que se reabran las sedes del centro educativo.

Al ser rescatado por bomberos de Bogotá, el estudiante exigió que el Ministerio de Educación ordene reabrir la universidad con los recursos de la fundación. Esta es la mayor preocupación, ya que los estudiantes perdieron el semestre pasado y podrían perder el primero del 2015. Como la universidad está cerrada, no han podido reclamar papeles para homologar materias.

“O me ponen cuidado o me ponen cuidado… yo voy hasta el final. Tengo vías de hecho más drásticas”, amenazó el estudiante quien es el presidente del Consejo Nacional Estudiantil.

Incluso, responsabilizó al presidente Juan Manuel Santos de no hacer cumplir la nueva ley que da herramientas para inspección y vigilancia de la Educación Superior. “No he oído al presidente Santos por los estudiantes de la San Martín. Tiene un ministerio que saca leyes para guardarlas en los escritorios”, dijo.   

Diego Castillo, otro de los voceros de los estudiantes, aseguró que reconocen que esta fue una medida extrema, pero necesaria para que se tomen decisiones. “Lo que pedimos nosotros es que sean abiertas las sedes, que sean cancelados los servicios públicos, se instale la plataforma de internet y que se les pague a los trabajadores”.

Pero eso no es el único problema. Para  profesor de la facultad de Odontología José Alejandro Ariza, los problemas de la universidad se deben solucionar de inmediato. Dijo que tres clínicas de odontología están cerradas y los pacientes a la espera de retomar los servicios. “Este también es un problema social”.

Lo cierto es que ya se constituyó una fiducia para que los dineros de las matrículas sean depositados allí para garantizar el normal funcionamiento de la universidad. No obstante, pese a los esfuerzos, las clases no se han iniciado.