Excanciller Álvaro Leyva se presenta por primera vez en el juicio disciplinario en su contra por el caso de la licitación para los pasaportes

Con vestido de paño y corbata roja, llegó el exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, a la sala de audiencias del cuarto piso de la Procuraduría, para rendir versión libre en el juicio disciplinario que se le adelanta en su contra por las irregularidades que se habrían presentado en la licitación para elaborar pasaportes en Colombia.

Una de las primeras explicaciones que entregó Leyva durante su versión libre fue las razones que lo motivaron para declarar desierta la licitación de los pasaportes y decretar la urgencia manifiesta, las resoluciones que para la Procuraduría el exministro terminó extralimitando de sus funciones.

“Las resoluciones estuvieron motivadas conforme a lo que exige la ley y lo que dice la jurisprudencia”, explicó el exministro Leyva durante la audiencia que duró más de una hora en la sala de audiencias de la Procuraduría General, en el centro de Bogotá.

Así mismo, el exministro de Relaciones Exteriores contó en detalle los motivos por los cuales no se separó del cargo, apenas lo suspendió la Procuraduría. Hay que recordar que Leyva duró más de dos semanas en salir temporalmente del puesto, después de que el ente de control lo suspendió por tres meses.

El exfuncionario indicó que no cumplió de inmediato con la sanción “no por desacato, sino porque los abogados del Ministerio (de Exteriores) y de la Presidencia conceptuaron que la debía ejecutar el presidente (…) de inmediato me separé del cargo y el presidente trinó que me había autosuspendido”.

En medio de su versión libre, Leyva también denunció con carta en mano que una representante legal de Thomas Greg & Sons le confirmó que en las administraciones anteriores, no los obligaban a participar en una licitación para quedarse con el contrato de los pasaportes, sino que lo prorrogaban.

El exministro aseguró que “había una licitación que llama sastre, la doctrina jurídica le llama Sastre, como a la medida del interesado. Pero yo no estoy atacando a la empresa. Puedo volver a participar si es que hay una nueva licitación. Obviamente, yo no voy a estar ahí. Yo ya no tengo nada que ver. Pero sí los derechos no nacen y desaparecen en cabeza de una sola empresa”.

El testimonio del excanciller Leyva se dio después de que el procurador Ernesto Espinosa escuchar en esas mismas diligencias a funcionarios y exservidores involucrados en el proceso como la exdirectora de la Agencia Jurídica del Estado, Martha Lucía Zamora; el exsecretario general de la Cancillería, José Antonio Salazar; y el abogado de Thomas Greg & Sons, Juan Pablo Estrada.

Para Álvaro Leyva, el proceso en su contra es injusto porque “no tiene antecedentes, porque es que uno toma sus decisiones de buena fe. Y, naturalmente, es así, tal como yo lo estoy señalando. Pero, a ver, dice usted, no teníamos ni idea. Ni el mismo procurador sabía que la fiscalía había iniciado una averiguación. Sí, naturalmente, yo conozco la decisión de la fiscalía, porque se le entregó reservadamente a mi apoderado. Y como es reservado, yo no me puedo manifestar directamente sobre su contenido”.