JUSTICIA
Las deudas de los protagonistas del carrusel
La excarcelación de los protagonistas del carrusel en Bogotá indignó porque consiguieron beneficios sin pagar un peso. Estas son sus deudas.
El castigo que recibieron los protagonistas del carrusel de la contratación de Bogotá no dejó contento a nadie. Y para empeorar las cosas este fin de año, en plena temporada decembrina, les llegaron como regalos las boletas de libertad condicional a Guido Nule y Mauricio Galofre, así como la detención domiciliaria a Emilio Tapia. Los cerebros de un escándalo que le costó 500.000 millones de pesos al Distrito salieron a la calle ante la indignación hasta del propio Gobierno. En efecto, la vicepresidente Marta Lucía Ramírez afirmó que esos sujetos se están burlando del país.
El primer malestar natural provino del corto tiempo de prisión efectiva que pagaron: no más de ocho años para las condenas más largas. Lo lograron por dos vías: una efectiva negociación con la justicia y los descuentos por estudio y trabajo.
Las matemáticas de las decisiones no sorprendieron inicialmente a las autoridades. Los tres habían accedido a delatar a otros implicados, algunos de los cuales también negociaron. Como resultado, después de una década de procesos judiciales contra 25 personas, los que siguen detenidos se pueden contar con los dedos: Samuel Moreno, su hermano Iván, el exsecretario de Salud Héctor Zambrano, el abogado Álvaro Dávila, Julio Gómez y Manuel Nule.
Mauricio Galofre salió en libertad condicional el 10 de diciembre. La Judicatura adelanta el cobro coactivo de 10.000 millones de pesos de multa.
Esta semana, la Fiscalía inspeccionó los expedientes en los juzgados primero y cuarto de Ejecución de Penas de Barranquilla, a cargo de conceder los beneficios. Y las cuentas inicialmente no despertaron mayores sospechas.
En el caso de Guido Nule, logró descontar 5 años y 2 meses con maestrías y especializaciones en administración y mercadeo que hizo con la Universidad Nacional Abierta y a Distancia. Así las cosas, ante su pena acumulada de 21 años de cárcel, menos el cumplimiento de las tres quintas partes y el descuento por estudio y trabajo, el juez le concedió libertad condicional.
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El socio del clan, Mauricio Galofre, salió en libertad el 10 de diciembre después de haber sido condenado a 11 años y 9 meses de prisión por el delito de peculado, y a 6 años y 8 meses por los de cohecho, fraude procesal, falsedad en documento privado y celebración ilícita de contratos.
Emilio Tapia, el encargado de repartir las coimas, también tiene dos sentencias acumuladas que suman 9 años y siete meses. Salió para su casa el 28 de diciembre después de cumplir 5 años de privación efectiva y unas semanas de redención. Sin embargo, el Inpec acaba de entregar su paquete gordo de horas a descontar y con ello espera redimir 2 años más para que le otorguen la libertad condicional. Tapia, Manuel Nule y Mauricio Galofre consiguieron acortar su tiempo de privación de la libertad con jornadas de limpieza de jardines y ornamentación. Guido, por su parte, se dedicó a labores artesanales, según consta en las actas del Inpec.
Las deudas
La forma como comenzó este último capítulo de corrupción parecía una inocentada, pero no lo era. La Corte Suprema de Justicia lo había advertido cuando endureció la sentencia contra los Nule: les negó la posibilidad de descontarles el 50 por ciento de la pena por aceptación de cargos, argumentando que no devolvieron un peso al erario. Las aseguradoras tuvieron que cubrir el peculado por el que los condenaron, por 68.000 millones de pesos que corresponden al anticipo que recibieron para el contrato de construcción de TransMilenio fase 3.
Desde su detención domiciliaria en Sincelejo, Miguel Nule manifestó que el Distrito les debe 24.000 millones de pesos.
De modo que la Fiscalía y la Procuraduría no se explican cómo les abrieron las celdas sin reclamarles un peso, ni siquiera por medio de un acuerdo de pago. Cuando el ente investigador inspeccionó el proceso, se encontró con que les otorgaron los beneficios sin siquiera estudiar este punto. Por ello, tres funcionarios judiciales que actuaron serán escuchados en interrogatorio.
La Procuraduría calificó la medida de dejar a Guido Nule en libertad condicional como “un gol olímpico”, pues el juez no tuvo en cuenta la gravedad del delito cometido ni que no ha devuelto lo que se robó. Por ello, decidió enfilar sus baterias en que se aplique el artículo 64 del Código Penal, que establece que la libertad condicional está supeditada a la reparación a las víctimas o a que el preso garantice el pago de la indemnización.
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Aunque por ahora llevan ganada esta batalla en lo que a plata se refiere, las cuentas de cobro crecen en varios frentes millonarios: los incidentes de reparación que determina la justicia; las multas, que entraron en fase de cobro coactivo; los procesos de extinción de dominio; las sanciones de la Superintendencia de Industria y Comercio, y los procesos fiscales en la Contraloría.
Las culebras son multimillonarias, pero algunos procesados esperan cubrirlas con los procesos de extinción de dominio. Al conocerse que entró en su recta final la privación de su libertad, cada quien sacó sus facturas
Solo la deuda de Guido Nule suma alrededor de 120.000 millones de pesos: tiene dos incidentes de reparación por casi 100.000 millones de pesos, la multa de la Corte Suprema de Justicia por 13.055 millones de pesos y la sanción de 5.228 millones que le impuso la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) por cartelizarse en 2013 para conseguir los contratos de auditoría para la compra de bienestarina y contratación de hogares del ICBF. También debe otros 1.000 millones a la Superintendencia por cartelización en la licitación pública para servicios de patios y grúas realizada en 2007 por el Distrito.
Emilio Tapia recibió la detención domiciliaria el 28 de diciembre. Ahora, espera redimir dos años más para conseguir la libertad condicional.
El proceso de extinción de dominio que avanza contra su clan familiar supera los 6.000 millones de pesos en bienes incautados en el exterior, incluido un lujoso apartamento en Miami-Dade. También permanecen incautadas las acciones que tenían los Nule en Enertolima y Enerpereira, que alcanzarían un valor de 400.000 millones de pesos.
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A Galofre le aparece la multa de 10.699 millones de pesos que le aplicó la Corte Suprema. Emilio Tapia tiene deudas con el Estado que por ahora suman alrededor de 12.000 millones de pesos. De un lado, está el incidente de reparación que suma 7.000 millones de pesos, frente al cual presentó un acuerdo para cubrirlo con bienes que están en su proceso de extinción de dominio. También debe 5.500 millones de pesos correspondientes a las multas impuestas por los jueces. Y la incautación de bienes con fines de expropiación se calcula en 40.000 millones.
Estas cuentas corresponden a los procesos más avanzados. Sin embargo, siguen abiertos otros frentes tanto en la justicia como en otros órganos del Estado. En la Contraloría, por ejemplo, se calcula un daño fiscal por 276.000 millones de pesos, en lo que tiene que ver con TransMilenio por la calle 26, y 90.000 millones de pesos por el carrusel de las ambulancias.
Del clan, solo Manuel Nule continúa en prisión. En diciembre recibió un permiso para salir de la cárcel de El Bosque, donde purga su condena.
Las culebras son multimillonarias, pero algunos procesados esperan cubrirlas con los procesos de extinción de dominio. Al conocerse que entró en su recta final la privación de su libertad, cada quien sacó sus facturas. Miguel Nule, quien permanece en casa por cárcel en Sincelejo, le dijo al periódico El Heraldo que en realildad el Distrito les debe a ellos.
Sustenta sus polémicas declaraciones en el reembolso que las aseguradoras le hicieron al IDU por el anticipo que se robaron para la fase 3 de TransMilenio. De 68.000 millones de pesos desembolsados, el IDU solo calculaba un peculado de 44.000 millones a cargo de los Nule. Por lo tanto, alega que a otro le correspondería pagar el desfase. Específicamente señala a Andrés Jaramillo, de Conalvías. Es decir, Nule, sin pagar un peso, asegura que el dinero de la aseguradora “es como un cheque de gerencia”. “Ese dinero no es de ellos, es nuestro”, dijo en la audiencia de aceptación de cargos, que ahora desempolva para reforzar su defensa. Sus declaraciones retumban y más teniendo en cuenta que este fue el gran cuestionamiento de la Corte Suprema: que las aseguradoras devolvieron el dinero, no los Nule.