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Exclusivo | “A mi hijo ya le habían dicho que no saldría vivo”: Ana Gutiérrez, madre del intendente Luis Alberto Sabi Gutiérrez, asesinado en Huila
SEMANA está en el lugar de los hechos y encontró otro testimonio determinante para las pesquisas. Siete uniformados fueron asesinados.
SEMANA está presente en San Luis (Huila), donde siete policías fueron asesinados. En el marco del trabajo periodístico habló con Ana Gutiérrez, la madre del intendente Luis Alberto Sabi Gutiérrez, uno de los policías asesinados. Según dijo, su hijo ya había tenido un altercado con algunas personas y ya estaba advertido de un supuesto plan en su contra. “Era mi único hijo y quedaron sus hijitas”, aseguró.
“Lo vi el viernes cuando se fue para allá (donde lo asesinaron), iba muy triste, muy aburrido, no sé por qué estaba triste, él como que.... no sé. Él no quería estar en esta zona, pero como lo mandaron. Era muy peligroso y ya lo había amenazado la comunidad, me lo habían golpeado. Entre diez me lo golpearon y le advirtieron que no saldría vivo porque él les llamó la atención por querer conservar el orden público”, aseguró Gutiérrez.
De acuerdo con el relato, su hijo le dijo que había un malestar de la comunidad por querer mantener el orden público y porque ellos, como uniformados, no eran partidarios de las “guachafadas”. Sobre el particular, contó Ana Gutiérrez, su hijo le dijo que les llegaron a decir que no saldría vivo del lugar. De hecho, recordó que uno de sus compañeros le contó a ella, no su propio hijo, para no preocuparla, que integrantes de la comunidad de San Luis les habían pegado fuertemente y que al intendente Luis Alberto Sabi Gutiérrez le habían pegado entre diez sujetos.
“Él era mi motor de vida, quedaron sus hijas, decía que me amaba. Él se despidió de la niña pequeña, de tres años, porque la otra niña estaba en el colegio. Ya lo había amenazado la gente y a él me lo golpearon, estaba adolorido. Cuando lo abracé él me dijo que le dolía y fue cuando me contaron que le habían pegado. La comunidad, pero no sé quién. Ellos iban de salida, a todos les dije que feliz viaje. Iban cuatro en el platón y él era el que iba manejando”, agregó.
“Mi hijo era una persona, buen papá, buen primo, buen sobrino. Deja una niña que cumple 13 años el 29 de septiembre. Y la otra niña, que tiene tres años. ¿Por qué se tienen que desquitar con ellos si ellos están defendiendo los derechos de la gente?”, se preguntó.
Espere más información de este relato de Ana Gutiérrez, en breve.
Su relato resulta similar al que le dio, también a SEMANA, Jesús Esquivel, padre del patrullero Gustavo Alberto Esquivel, el único sobreviviente y quien dijo que personas de la comunidad de San Luis ya habían amenazado con atentar contra la integridad de los policías. “Ellos ya habían tenido un altercado con los civiles y los habían amenazado”, dijo Jesús María Esquivel cuando refirió que su hijo le dio cuenta de altercados, en el pasado, con la población civil. “Mi segundo hijo, un hijo muy educado, muy sencillo, la gloria de Dios que lo vuelvo a ver”, agregó. “Él siempre quiso ser un policía, me decía que estaba bien, que le tocaba muy duro estar en los entrenamientos”, agregó.
Respecto a la declaración en la que dijo que su hijo, así como sus compañeros asesinados ya habían sido amenazados, Jesús María Esquivel señaló que su hijo en varias oportunidades le dijo que tenía miedo porque la zona donde operaban no era segura. “Que era peligrosa y no sabían qué podía pasar. Habían tenido un altercado con los civiles y los habían amenazado. No tengo mucho más conocimiento porque no me pudo decir”, agregó.
En primer lugar se conoció el testimonio de Raúl López, quien vive cerca al lugar de los hechos. “La explosión estremeció la casa, se sintió la detonación, eso duró unos diez minutos, después siguieron bastantes ráfagas de fusil, no me moví para nada”, aseguró.
Según contó el habitante de esta vereda, cuando regresaba del trabajo vio pasar por la vereda la camioneta de la Policía que fue emboscada y a los tres minutos se escucharon las detonaciones. “En el momento que llegué a la casa vi pasar la camioneta de la Policía y luego fueron las detonaciones. Nunca había ocurrido esto tan grave, es duro”, expresó. “Uno piensa muchas cosas porque uno no sabe nada, me quedé quieto, no hubo forma de nada, no me moví de la casa, lo principal es el miedo, una cosa de estas da miedo, es duro”, indicó el campesino, quien pidió al Estado llegar con inversión social en materia de salud, educación e infraestructura vial.
El grupo de los policías atacados estaba dividido entre dos intendentes, un superintendente, un patrullero y cuatro auxiliares, quienes quedaron a merced de sus victimarios. Solo uno de ellos sobrevivió a la atroz masacre: Gustavo Alberto Esquivel, un joven auxiliar.
SEMANA también dio a conocer la grabación que hizo un campesino. Un video de 48 segundos logrado por un poblador de la zona aledaña a la que se produjo el atentado terrorista grabó los momentos en que atacan a los policías. Desde una parte montañosa alcanza a grabar los momentos en que son asediados por los delincuentes. El material da cuenta de que los uniformados fueron objeto de explosivos y de largas ráfagas de disparos de fusil.
Primero se escucharon tres disparos, luego una fuerte explosión y después los tiros continuaron cayendo en ramillete sin detenerse durante unos treinta segundos más, hasta que volvió a escucharse una nueva detonación. La sevicia de los delincuentes fue tal que siete uniformados murieron y apenas uno, el patrullero Gustavo Alberto Esquivel, pudo sobrevivir y en este momento se recupera en un centro asistencial.
Aunque el video mencionado no muestra la escena del atentado, otras imágenes que se han conocido del ataque criminal sí dan cuenta de la magnitud de lo ocurrido. En ellas se observa un camino de herradura, por donde se movilizaban las dos camionetas con los uniformados a bordo. Los vehículos quedaron atravesados en la vía y los cuerpos sin vida de los policías ubicados de distintas maneras. Unos quedaron dentro de las camionetas y otros tirados en el piso, como si hubieran tratado de escapar de la emboscada que les hicieron los hombres armados, quienes fueron los autores del macabro plan.
A la pregunta que se hace el país de quién hizo esto, el presidente Gustavo Petro respondió: “La autoría de los hechos ya tendrá su propia investigación, siendo una zona tradicionalmente marcada por la historia de las Farc, es altísimamente probable que integrantes que llaman hoy disidentes, en algunas formaciones, haya sido responsable”, señaló.
“Se habla de la Dagoberto Ramos, instalada más en el Cauca, o de Ismael Ruiz, que es el nombre que le dan a una organización de las Farc también cercana a este territorio”, agregó el jefe de Estado. “Es un 90 % probable, la investigación tiene que continuar, ahora ya en manos de la Fiscalía. A la Policía le reomiendo estrechar lazos con la comunidad. Los lazos con la comunidad son un escudo y hay que entender bien eso. Es la alianza con la comunidad lo que protege, no es parte de técnicas militares, no depende mucho de pistolas, para salir airosos de estos episodios. Es establecer un amor entre la institución policial y la ciudadanía. Ese es el primer nivel de la defensa”, aseveró el presidente Gustavo Petro.
Durante su visita a este territorio y luego de recorrer la zona, el jefe de Estado aseguró que este es el reflejo “del incumplimiento del acuerdo de paz por parte del Gobierno, no lograr que esa región pueda prosperar como cualquier otra de las regiones del país”. De acuerdo con el mandatario, este accionar de los grupos ilegales se da con el apoyo de los dineros obtenidos en actividades como la exportación de cocaína y la minería ilegal.
“Lo que hemos dicho a la cúpula militar y policial es que entre más se hable de paz, más se debe elevar la guardia, entre más se hable de paz, más hay que estar listos desde muchos puntos de vista”, apuntó el mandatario. Es el atentado más grave contra la fuerza pública desde la llegada al poder del presidente Petro, quien se posesionó el 7 de agosto y ha planteado a varios grupos armados una política de “paz total” para acabar con el conflicto armado.