Exclusivo: así pretendía tomarse Iván Márquez el Magdalena Medio; tenía planeado enviar 200 hombres armados

Meter 200 hombres armados y crear el frente Isaías Pardo fueron las órdenes que le dio Iván Márquez, jefe de la Segunda Marquetalia, a Fabián Guevara Carrascal, alias Ferley González, un sanguinario exintegrante de la extinta guerrilla de las Farc, para que se tomara el Magdalena Medio a como diera lugar, según revela un expediente judicial en poder de SEMANA.

“Estamos cortos de gente y el área necesitamos conocerla mejor para meterle unos 100 o 200 chinos. No tengo miedo en organizarla para ser como era antes, que lo que había era gente de nosotros por acá”, esta es la instrucción que da Ferley a uno de sus subordinados, luego de recibir la orden de tomarse a sangre y fuego el Magdalena Medio, tal como queda registrado en un audio que obtuvo en exclusiva SEMANA.

En la conversación, dice la inteligencia policial, queda clara la intención que tenía Guevara Carrascal de reclutar jóvenes para cumplir con la orden de Iván Márquez, quien mientras habla de paz con el Gobierno, en la que sería su tercera negociación, planea una expansión criminal por el territorio nacional.

El expediente del caso señala que alias Ferley tenía la misión de tomarse, causando una guerra contra otras estructuras criminales como el Clan del Golfo, regiones como Barrancabermeja, Yondó, Puerto Berrío, Puerto Triunfo, Nare, Lebrija, entre otras.

¿Pero por qué fue elegido Ferley para la misión expansionista? La trayectoria criminal y sanguinaria de este sujeto habría sido tenida en cuenta por Márquez para encomendarle la tarea que regresaría a Colombia al pasado, cuando dichas regiones se vieron envueltas en una estela de horror por cuenta de los enfrentamientos entre guerrilla y paramilitares.

Guevara Carrascal había sido integrante de la guerrilla de las Farc, pero luego de la firma del Acuerdo de Paz con el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos, en 2016, se unió al frente 10 de las disidencias que delinquen en el departamento de Arauca, y que son comandadas por Iván Mordisco.

Allí, según los documentos en poder de SEMANA, fue designado como jefe de finanzas y era el presunto encargado de realizar los contactos con carteles mexicanos para intercambiar cocaína por armamento y dinero.

Las negociaciones se hacían, de acuerdo con el informe de la Dirección de Investigación Criminal (Dijin), en la zona de frontera con Venezuela y en el Estado Apure, en el vecino país.

Fue así como este sujeto comenzó a aparecer en los carteles de los más buscados del departamento de Arauca, como integrante de las disidencias del frente 10 de las Farc del autodenominado Estado Mayor Central, de alias Mordisco, y por quien se ofrecía una recompensa de hasta 40 millones de pesos.

Pero su relación con esa estructura comenzó a quebrarse en 2022, cuando Ferley decidió, según los grupos especializados contra el terrorismo de la Dijín, volarse con 40.000 millones de pesos del frente 10, que había obtenido de las transacciones derivadas de los negocios del narcotráfico.

La huida ya la había planeado con anterioridad. Uno de los agentes que logró infiltrarse en sus círculos cercanos, aseguró que habría entregado parte del dinero a allegados y, además, había desenterrado varias caletas de las cuales él era el único que conocía de su ubicación. Por estos hechos fue declarado objetivo de muerte de alias Willy o Costeño, jefe del frente 10 en Arauca y Casanare.

Ferley, utilizando el viejo refrán, los enemigos de mis enemigos son mis amigos, tomó ruta al departamento de Nariño, en donde contactó a alias Uriel, cabecilla del frente Iván Ríos de la Segunda Marquetalia, quien previa autorización de Márquez y el Zarco Aldinever le dio acogida en la estructura criminal.

Para la Segunda Marquetalia, Ferley era un hombre importante, pues su sanguinaria trayectoria servía para sus planes expansionistas. Al momento de su detención contaba con ocho órdenes de captura vigentes por delitos como secuestro, desplazamiento forzado, concierto para delinquir agravado, extorsión, tráfico de armas de fuego, tráfico de estupefacientes, y además dos circulares azules de la Interpol.

En su paso por Arauca, las autoridades recopilaron un largo expediente y lo señalaban como el presunto responsable de haber dado la orden a alias Muelas, en 2019, para asesinar al patrullero de la Policía Jonathan Sierra, cuando se desplazaba en un bus por el municipio de Fortul, pidiendo que le aplicaran “la justicia revolucionaria” y le pusieran al cadáver un letrero de Farc-EP.

También lo señalan como responsable de un atentado con granada de fragmentación contra un grupo de uniformados en Arauca, en el que resultaron heridos cuatro civiles.

Otra de las sanguinarias acciones en las cuales habría estado involucrado Ferley, es el crimen del sargento Javier Caicedo, técnico antiexplosivos de la Armada. En esta acción terrorista resultaron heridos cinco policías, entre ellos el capitán Andrés Felipe Ortiz, jefe de la Sijín de Arauca, quien quedó cuadripléjico como consecuencia de la acción planeada por el frente 10.

En otro audio obtenido por SEMANA, cuando ya se había sumado a las filas de la Segunda Marquetalia, se le escucha reírse a carcajadas cuando recibe parte victoria de uno de sus hombres, que había sostenido enfrentamientos contra un grupo criminal en el Magdalena Medio. En la conversación, el otro sujeto le dice a Ferley que luego del combate ellos se quedaron con bastante armamento del enemigo.

“Lo que se agarró de munición, tres pistolas, dos armas todas corticas, bonitas, un rifle”. Luego de escuchar este reporte, Ferley se ríe y pregunta si hubo resistencia. “Perro hijueputa (risas), y ¿sí hubo resistencia o no?”.

Pero el tráiler criminal de Ferley no para ahí. La investigación que se desarrolló conjuntamente entre la Dirección de Investigación Criminal, Dijín, la Armada y la Fiscalía General de la Nación, que duró cerca de cinco años, dejó al descubierto que este sujeto cambió su modo de vivir, al pasar de un guerrillero raso, a adoptar estilos de narcotraficante.

Antes de su captura, los agentes infiltrados de la Dijín lograron evidenciar que vivía en lujosas fincas del Magdalena Medio, de difícil acceso para las autoridades, tomaba licores finos, contrataba servicios sexuales, se movía en camionetas de lujo y asistía frecuentemente a salones de belleza para mejorar su aspecto.

Para hacer largos desplazamientos y evitar ser capturado en los retenes de las autoridades, se hacía pasar como ayudante de carga de camión y presentaba una cédula falsa bajo el nombre de Domingo Ramón López Gómez.

Con todo este trasegar criminal de más de 16 años, Ferley era el hombre perfecto para Márquez y Aldinever, máximos cabecillas de la Segunda Marquetalia, para que cumpliera con su propósito de expandirse por el territorio entre Santander, Antioquia y el Magdalena Medio.

Con esta acción, indicó la Dijín, se le da un duro golpe a la Segunda Marquetalia de Iván Márquez y se frena la intención expansionista de la estructura criminal, que fue fundada conjuntamente por los ya muertos en retaliaciones mafiosas Jesús Santrich, El Paisa y Romaña.