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Exclusivo: estos dos diplomáticos rusos estaban haciendo espionaje en Colombia

SEMANA revela la sorprendente historia de espionaje ruso en el país, detectado a través de la Operación Enigma.

22 de diciembre de 2020
Espías rusos
Espías rusos | Foto: SEMANA

Fuentes de inteligencia confirmaron que dos ciudadanos rusos que habían llegado como diplomáticos a la Embajada de ese país en Colombia, fueron expulsados el pasado 8 de diciembre de este año.

Se trata de Aleksandr Nikolayevich Belousov, integrante GRU (Servicio de Inteligencia Militar de Rusia), quien aparece acreditado en Colombia desde el 1 de noviembre de 2017, y de Aleksandr Paristov, integrante del SVR de Rusia, quien entró a territorio nacional el 17 de enero de 2019.

Durante más de dos años, organismos de inteligencia nacionales hicieron seguimiento a todos y cada uno de los movimientos de estos funcionarios de la Embajada rusa que en realidad eran espías. Los hombres estaban dedicados a obtener información de inteligencia militar, de tecnología e infraestructura crítica del sector energético del país.

Es la primera vez que se presenta la expulsión de diplomáticos rusos en América Latina por adelantar actividades de espionaje, esta vez en territorio colombiano.

Belousov y Paristov tenían el cargo de tercer secretario en la Embajada rusa; las autoridades colombianas tienen todo el recorrido de sus movimientos y sus contactos, porque obtenían información a través de fuentes humanas a las que pagaban jugosas sumas de dinero.

SEMANA pudo establecer que el pasado 7 de diciembre el embajador de Rusia en Colombia, Serguey Koshkin, fue citado a la Cancillería donde le fue entregada una nota verbal, en la cual se le solicitó la salida del país de sus dos funcionarios. El Gobierno colombiano le dio a Rusia 24 horas para que Belousov y Paristov salieran del país, como indican los protocolos diplomáticos.

Sin pedir mayores explicaciones, el embajador Koshkin se dirigió a su sede diplomática e impartió las órdenes a sus dos funcionarios. Al día siguiente, el 8 de diciembre, las cámaras de seguridad del Aeropuerto El Dorado registraron la salida de dos espías y sus familias; por esta razón, este martes se conoció que Rusia expulsó también a dos diplomáticos colombianos que trabajaban en la Embajada de Colombia en ese país.

¿Qué hacían los espías rusos en Colombia?

Aleksandr Nikolayevich Belousov y Aleksandr Paristov se camuflaban en su acreditación diplomática para obtener información crucial y reservada sobre temas sensibles y estratégicos de nuestro país en materia militar y energética. Los funcionarios hacían inteligencia de campo, como lo detectó la poderosa Operación Enigma, que contó con el trabajo permanente de un grupo de inteligencia del más alto nivel, conformado por agentes encubiertos de la Fuerza Pública colombiana.

Los espías aparentaban llevar una vida de diplomáticos normal, pero constantemente hacían desplazamientos extraños, tenían a su disposición varios vehículos y se movilizaban por los lugares más insólitos, especialmente en Bogotá.

La inteligencia colombiana los infiltró y ambos quedaron al descubierto. Por esta razón, con un informe muy completo, el Gobierno solicitó al embajador de Rusia la salida inmediata de los espías. Esta se dio en el plazo exigido por la Cancillería, de lo contrario, tanto Belousov como Paristov habrían perdido su inmunidad diplomática y habrían tenido que enfrentar cargos en Colombia por espionaje.

Operación de espionaje

La operación de contraespionaje ruso conocida como Enigma, inició hace dos años por parte de la inteligencia del Gobierno colombiano. Las sospechas comenzaron cuando las autoridades de inmigración detectaron la llegada masiva de técnicos rusos expertos en helicópteros MI, que hacen parte de la flota aérea la fuerza pública colombiana. Adicionalmente, la Cancillería se inquietó por el tamaño de la embajada rusa en Colombia, ya que cuenta con por lo menos 44 funcionarios, cantidad similar a la que tiene dicha embajada en el Reino Unido.

Las pesquisas empezaron hace dos años con un equipo de inteligencia combinada del más alto nivel. SEMANA tiene en su poder centenares de horas de grabación en video donde quedaron registrados todos los desplazamientos de Aleksandr Nikolayevich Belousov, integrante GRU (Servicio de Inteligencia Militar de Rusia), y de Aleksandr Paristov, integrante del SVR (Servicio de Inteligencia Extranjera) de Rusia.

En el informe oficial, que concluye que se trataba de dos espías con fachada de diplomáticos, también hay un registro de todos sus contactos en Colombia y de sus largos desplazamientos que incluían cambios de carros y de ropa, lo que les facilitaba no ser detectados; además hacían extraños recorridos por los barrios populares de Bogotá, en los que se evidencia táctica militar y de inteligencia propia de espías. La Operación Enigma detectó a todas las fuentes humanas que entregaban información a los diplomáticos rusos y por las cuales recibían fuertes sumas de dinero.

¿Cuál era su objetivo?

Estos dos hombre eran de muy alto perfil y valor para el gobierno ruso. Belousov se desempeñaba como tercer secretario de la embajada y pertenecía al GRU, había llegado a Colombia el primero de noviembre de 2017; por su parte, Paristov estaba acreditado desde el 17 de enero de 2019 y era integrante del SVR, también tenía cargo de tercer secretario. Durante su permanencia en Colombia, estos espías recogieron información crucial sobre telecomunicaciones, desarrollo tecnológico e infraestructura energética; además, intentaron espiar a la inteligencia militar del país.

La inteligencia cree que las labores de estos diplomáticos-espías tenían una relación directa con los intereses de Venezuela en la región, que están ligados a su apoyo ruso. El trabajo fue tan pertinaz, que la inteligencia colombiana temió que información clasificada en materia energética y militar cayera en manos del gobierno venezolano y que esto se usara en contra de la seguridad nacional.

Así salieron los rusos

La operación de inteligencia colombiana se desarrollo con todo el sigilo necesario y dio sus frutos el pasado ocho de diciembre, cuando Belousov y Partistoc salieron del muelle internacional del aeropuerto Eldorado acompañados de sus familias y con un equipaje muy ligero, que parecía indicar que se trataba de un viaje muy rápido, casi de una huida.

Estos dos hombres abordaron un vuelo KLM749, de la aerolínea de los países bajos, KLM. Partieron a las cinco de la tarde cubriendo la ruta Bogotá-Cartagena-Ámsterdam. SEMANA conoció los videos que muestran a los espías saliendo del país desde Eldorado, donde fueron registrados por última vez.

Lo curioso es que 24 horas de esta salida del país, el 7 de diciembre, la Cancillería colombiana citó al embajador ruso, Sergei Koshkin, y le dio un día para que los funcionarios salieran del país. Como dice el dicho: no se les vio el polvero.