Nación
Exclusivo: la carta de Luis Carlos Restrepo a Álvaro Uribe sobre un pacto nacional
El excomisionado de Paz le envió una extensa misiva al exmandatario, en la que puntualiza sus ideas sobre lo que se debería hacer en el país tras la firma de los acuerdos de paz.
En el encuentro que tuvo el expresidente Álvaro Uribe con la Comisión de la Verdad el pasado lunes festivo hubo un nombre mencionado de manera especial: Luis Carlos Restrepo. El exmandatario habló de manera extensa de su visión sobre el conflicto armado en Colombia y de algunos de los temas más polémicos en ese asunto. Pero decidió hacer un paréntesis en medio de ese relato para exaltar la labor de su exfuncionario.
Aseguró que quería hacerle “un homenaje” a quien fue su alto comisionado para la Paz, pues lo considera “un mártir, en un exilio injusto”. “Él tuvo la posibilidad de desmovilizar 44.000 personas. Él es un hombre de unos profundos valores democráticos, de una ética a toda prueba, y algo que me entristece siempre es que él ha tenido desde hace muchos años que padecer el exilio por unas acusaciones totalmente injustas”, destacó el exmandatario. Restrepo es investigado judicialmente por ese proceso de desmovilizaciones.
Desde el exilio, Luis Carlos Restrepo le envió al expresidente una misiva que conoció en exclusiva SEMANA. El exfuncionario se refiere en esta a una propuesta del exmandatario que él llama “Pacto nacional y amnistía general para contribuir a la paz de Colombia”.
Allí asegura que existen seis puntos de Álvaro Uribe para la paz total. 1) Superación de la pobreza. 2) Defender empresa privada como fuente sostenible de ingresos para la política social. 3) Enfrentar corrupción y gigantismo estatal. 4) Política de seguridad y autoridad democráticas - Lucha firme contra el narcotráfico. 5) Debate político respetuoso, evitando señalamientos. 6) Corrección de asimetrías judiciales y propuesta de amnistía general.
Restrepo también considera que se debe poner en marcha, de manera prioritaria, una política inmediata y sostenible de superación de la pobreza. “Una pobreza del 42,5 % riñe con el anhelo de una paz completa”, señala.
Sobre la propuesta de amnistía general que planteó el expresidente, Restrepo también hace algunas anotaciones. Uribe había hablado de esta idea en su conversación con el padre Francisco de Roux. Señaló, por ejemplo, que era muy difícil explicarle a una persona que estaba condenada y en la cárcel, porque se robó una bicicleta, las penas o indultos que reciben exintegrantes de las Farc o exparamilitares.
“A mí me criticaban mucho, me decían: ‘es que ocho años de cárcel a los paramilitares es muy poquito’. Cinco o ocho años. Y mis críticos tenían razón. Pero lo que pasa es que por el sesgo político cuando se llegó a lo de las Farc dijeron no hay cárcel. Yo creo que eso es muy desbalanceado. Pensaría que este país necesita una amnistía, necesita autoridad”, insistió Uribe en ese encuentro.
Amnistía como llamado a la reflexión para corregir desequilibrios judiciales enemigos de la paz pic.twitter.com/XLGd3Sgqy0
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) August 22, 2021
En un mensaje que publicó este domingo en sus redes sociales, el expresidente Álvaro Uribe insistió en esa idea y puso sobre la mesa seis puntos que considera pertinentes. Los primeros cinco elementos, en una visión más integral, consideran que se debe recuperar la tendencia en la superación de la pobreza y la inequidad; impulsar a las empresas y a los emprendimientos privados como único camino para una política social estable; fortalecer la autoridad y eliminar el narcotráfico; lograr un Estado austero, disminuir el Congreso y derrotar la corrupción, y superar los señalamientos. “A alguien lo acusan de colaborar de la guerrilla y a otro de los paramilitares, y a pesar de ser inocentes los asesinan”, escribió el expresidente.
El último punto de su reflexión, en cambio, sí lo dedicó de manera más explícita a su propuesta de amnistía y a su reflexión sobre lo que considera han sido “desequilibrios judiciales” propiciados por el Acuerdo de Paz de La Habana. “Las Farc gozan de impunidad total y de elegibilidad política no obstante sus crímenes atroces. Los miles de colombianos condenados, incluso por delitos menores, han estado o están en la cárcel y no tienen ni tendrán derecho de elegibilidad política”, manifestó el exmandatario, quien explicó que, aunque el tema es complejo, el país debe buscar un acuerdo nacional.
Restrepo aseguró que para una amnistía total se necesita cumplir ciertos elementos. “a) Ambientar la necesidad de una justicia equilibrada, aplicable por igual a todos los ciudadanos, con simetría en el tratamiento judicial y en relación con los derechos políticos. b) Proponer una alternativa que vaya más allá de los actuales acuerdos de paz, con un horizonte más amplio de reconciliación. c) Encontrar instrumentos jurídico-políticos que permitan simplificar los mecanismos de aplicación de justicia, generando alivio sin menoscabo de la verdad, la reparación o los derechos de las víctimas. d) Será el paso necesario para la consecución de la paz política, lo que no significa renunciar a principios doctrinarios, ni arriar banderas ideológicas. La paz política fortalece la vida en democracia”.
El excomisionado aprovechó para hacer algunas precisiones sobre ese concepto. “La propuesta de amnistía general no busca impunidad. Hace parte de una agenda de seis puntos para alcanzar la paz total. Beneficios judiciales tales como reducción de penas, libertad condicional o suspensión condicional de la pena, deben ir acompañados de reconocimiento de responsabilidad y reparación a las víctimas. Las víctimas tienen prioridad y estarán siempre siempre en el primer renglón de atención”.
También se sumó a las críticas del exmandatario sobre la legitimidad de las instituciones creadas bajo el marco del acuerdo de La Habana. “Yo no puedo pasar por alto lo que aquí se ha dicho: que así como reconocen la legitimidad del presidente (Iván) Duque, tenemos entonces que reconocer la legitimidad de todas las instituciones”, le había dicho Uribe al padre de Roux el lunes pasado.
El expresidente explicó esa creencia en el hecho de que el “NO” ganó en el plebiscito y por eso nunca se refrendaron los acuerdos firmados por la guerrilla de las FARC y el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos en la Habana, Cuba. Aun así, dijo que respetaba profundamente al padre de Roux, a quien describió como un hombre con valores.
En su misiva, Restrepo aseguró que comparte esa tesis. “Las instituciones de paz surgidas del acuerdo de La Habana tienen vigencia legal, pero carecen de legitimidad, ya que dicho acuerdo fue rechazado en un plebiscito cuyo resultado fue desconocido. En su momento el ex-presidente Uribe planteó la necesidad de un ‘Pacto Nacional’ para superar el problema y dar legitimidad al acuerdo con el apoyo de todos los sectores. Su propuesta no fue aceptada. Es hora de retomar ese ‘Pacto Nacional’ para dar estabilidad a la construcción de la paz en el mediano y largo plazo”, escribió.
Al final aseguró que el país necesita definir “un compromiso ético orientado a fortalecer la cohesión social, que sirva como eje del debate. Estará animado por los siguientes puntos (no exclusivos ni excluyentes):
• Ser constructivo sin ser hipócrita ni dejar de ser franco. • Hacer caso omiso de los insultos así vengan contra nosotros.
• Atender a la fuerza que vincula.
• Mirar hacia dónde se dirige la esperanza.
• Manejo de los recursos públicos con austeridad, modestia y eficiencia.
• Buscar convergencias con antiguos opositores.
• Reconocer la dinámica social reparadora, por encima de los egos”
Restrepo también propone crear una Gerencia para el Mantenimiento de la Paz, con énfasis social en territorios afectados por la violencia, dando prioridad a proyectos colectivos que favorezcan la cohesión social en lo local.
El excomisionado manda desde el exilio un mensaje para 2022. Aseguró que hay que “fortalecer la vocación por el centro político del Centro Democrático, sin dejarse arrastrar a la polaridad izquierda-derecha”. Recordó que “como dijo hace varios años el ex-presidente Uribe, es hora de sustituir dichos calificativos por parámetros para calificar a las democracias, como: “seguridad con alcance democrático; protección efectiva de las libertades públicas; transparencia como factor de confianza; cohesión social como principio de sostenibilidad democrática; independencia de las instituciones”.
El excomisionado concluye ahí que “la ‘Seguridad Democrática’ no es fin en sí misma sino un camino hacia la paz, se complementará con un enfoque de seguridad humana, centrado en garantizar los derechos fundamentales de los individuos”. Y que por eso lo importante es buscar consensos para el ejercicio de la autoridad democrática, enfrentar la corrupción y la criminalidad mafiosa y respetar las reglas de alternancia democrática y mantenimiento de un modelo compatible con el pleno ejercicio de las libertades, independiente de la filiación política de quienes ejerzan el poder ejecutivo o legislativo.
Lea el mensaje completo de Luis Carlos Restrepo desde el exilio
Pacto nacional y amnistía general para contribuir a la paz de Colombia
1) Seis puntos de Álvaro Uribe para la paz total:
1. Superación de la pobreza
2. Defender empresa privada como fuente sostenible de ingresos para la política social
3. Enfrentar corrupción y gigantismo estatal
4. Política de seguridad y autoridad democráticas - Lucha firme contra el narcotráfico
5. Debate político respetuoso, evitando señalamientos
6. Corrección de asimetrías judiciales y propuesta de amnistía general
2) Puesta en marcha, de manera prioritaria, de una política inmediata y sostenible de superación de la pobreza. Una pobreza del 42,5 % riñe con el anhelo de una paz completa.
3) La propuesta de amnistía general busca:
a) Ambientar la necesidad de una justicia equilibrada, aplicable por igual a todos los ciudadanos, con simetría en el tratamiento judicial y en relación con los derechos políticos.
b) Proponer una alternativa que vaya más allá de los actuales acuerdos de paz, con un horizonte más amplio de reconciliación.
c) Encontrar instrumentos jurídico-políticos que permitan simplificar los mecanismos de aplicación de justicia, generando alivio sin menoscabo de la verdad, la reparación o los derechos de las víctimas.
d) Será el paso necesario para la consecución de la paz política, lo que no significa renunciar a principios doctrinarios, ni arriar banderas ideológicas. La paz política fortalece la vida en democracia.
4) La propuesta de amnistía general no busca impunidad. Hace parte de una agenda de seis puntos para alcanzar la paz total. Beneficios judiciales tales como reducción de penas, libertad condicional o suspensión condicional de la pena, deben ir acompañados de reconocimiento de responsabilidad y reparación a las víctimas. Las víctimas tienen prioridad y estarán siempre siempre en el primer renglón de atención.
5) Las instituciones de paz surgidas del acuerdo de La Habana tienen vigencia legal, pero carecen de legitimidad, ya que dicho acuerdo fue rechazado en un plebiscito cuyo resultado fue desconocido. En su momento el ex-presidente Uribe planteó la necesidad de un ‘Pacto Nacional’ para superar el problema y dar legitimidad al acuerdo con el apoyo de todos los sectores. Su propuesta no fue aceptada. Es hora de retomar ese ‘Pacto Nacional’ para dar estabilidad a la construcción de la paz en el mediano y largo plazo.
6) Definición de un compromiso ético orientado a fortalecer la cohesión social, que sirva como eje del debate. Estará animado por los siguientes puntos (no exclusivos ni excluyentes):
• Ser constructivo sin ser hipócrita ni dejar de ser franco.
• Hacer caso omiso de los insultos así vengan contra nosotros.
• Atender a la fuerza que vincula.
• Mirar hacia dónde se dirige la esperanza.
• Manejo de los recursos públicos con austeridad, modestia y eficiencia.
• Buscar convergencias con antiguos opositores.
• Reconocer la dinámica social reparadora, por encima de los egos.
7) La institucionalidad para la paz debe agruparse en una gerencia –Gerencia para el Mantenimiento de la Paz– con énfasis social en territorios afectados por la violencia, dando prioridad a proyectos colectivos que favorezcan la cohesión social en lo local.
8) Fortalecer la vocación por el centro político del Centro Democrático, sin dejarse arrastrar a la polaridad izquierda-derecha. Como dijo hace varios años el ex-presidente Uribe, es hora de sustituir dichos calificativos por parámetros para calificar a las democracias, como: “seguridad con alcance democrático; protección efectiva de las libertades públicas; transparencia como factor de confianza; cohesión social como principio de sostenibilidad democrática; independencia de las instituciones”.
9) Como la ‘Seguridad Democrática’ no es fin en sí misma sino un camino hacia la paz, se complementará con un enfoque de seguridad humana, centrado en garantizar los derechos fundamentales de los individuos.
10) Buscar consenso entre todos los actores políticos para:
a) el ejercicio de la autoridad democrática.
b) enfrentar la corrupción y la criminalidad mafiosa.
c) respetar las reglas de alternancia democrática y mantenimiento de un modelo compatible con el pleno ejercicio de las libertades, independiente de la filiación política de quienes ejerzan el poder ejecutivo o legislativo.