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Exclusivo: la contadora de Epa Colombia rompe su silencio, habla de un secuestro y revela los secretos de la influenciadora
Yenny Saldarriaga, excontadora de Epa Colombia, rompe su silencio. Habla de una denuncia que interpuso contra la influencer por amenazas, calumnia e injuria. Entre lágrimas, contó todo y asegura que vive una pesadilla.
SEMANA: ¿Por qué decide dar esta entrevista?
Yenny Saldarriaga.: Lo primero, es el embarazo; casi pierdo a mi bebé hace dos semanas. Aparte, tengo una hija adolescente a la que le ha tocado lidiar con esto desde el año pasado. En conversaciones con mi familia decidí hablar. Me dijeron: si usted tiene la verdad, si usted sabe cómo hizo su tarea, cómo cumplió con sus obligaciones, es hora de hablar.
SEMANA: ¿Cuánto dura usted como contadora de Epa Colombia?
Y.S.: Cuatro meses. Desde finales de marzo hasta el 6 de agosto.
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SEMANA: ¿Por qué termina usted renunciando a ser su contadora?
Y.S.: Nosotros como contadores tenemos un código de ética que nos rige; si alguna de las conductas de nuestros clientes va en contra de ese código, pues sin importar quién sea este cliente, es mejor retirarse a tiempo.
SEMANA: Entonces ella le estaba pidiendo que hiciera cosas que usted no estaba dispuesta a hacer…
Y.S.: Sí, exacto.
SEMANA: ¿Esto estaba relacionado con el flujo de dinero de Epa Colombia y sus empresas o su empresa de queratina?
Y.S.: Exacto. Pero revelar en este momento cifras y demás, va en contra de mi código de ética. Obviamente, los clientes que aún siguen confiando en mí saben que somos firmes y leales hasta el final. En cuanto a cifras y eso no podría decir nada, solo que hay ciertas conductas de las cuales como contadora no estaba dispuesta a hacer. Ahí empieza el problema.
SEMANA: ¿Cómo conoce a Epa Colombia? ¿Usted por qué llega a trabajar con ella?
Y.S.: La historia comienza cuando a la señora Daneidy le cierran una de sus peluquerías en Bogotá y una persona que nos conocía decide contactarnos, y yo desde Medellín decido ayudarla. De hecho, le entregué a SEMANA la prueba de cómo desde Medellín pagamos la multa de Sayco y Acinpro para que pudiera reabrir su peluquería.
Esto le generó confianza y nos abre su empresa haciendo inicialmente un acuerdo de confidencialidad el cual está firmado y autenticado, y decidimos hacerle un diagnóstico. No necesitaba solamente el área contable, sino todo lo que es gestión humana, legal, legal-comercial, legal-civil, legal-penal, todo lo concerniente al sistema de salud y seguridad del trabajo, administradores de empresas, gerencia financiera y demás profesionales que son necesarios dentro de una organización.
SEMANA: ¿Se puede decir que usted lo que encuentra es una empresa totalmente despelotada?
Y.S.: Yo encuentro una serie de irregularidades. En Colombia emprender no es fácil, y cuando estás emprendiendo te toca hacer de todo.
SEMANA: Claro, pero lo más difícil de emprender, sin duda alguna, es tener éxito, y ella ha tenido todo el éxito; lo demás es formalización….
Y.S.: Exacto. Entonces veo toda esta serie de irregularidades y le ayudé a su proceso de la formalización. Ese era nuestro objetivo, nuestra meta con la señora Daneidy.
SEMANA: Empiezan ese proceso de legalización y usted le abre libros de contabilidad, ¿verdad?
Y.S.: Sí, de hecho, la primera factura electrónica que hizo en su vida fue con nosotros. El proceso iba muy bien.
SEMANA: ¿Con esa cantidad de dinero que mueve el emporio comercial de Epa Colombia en venta de queratinas no tenía facturación?
Y.S.: No, nosotros, de hecho, sacamos la resolución de facturación electrónica de todas sus compañías, y ahí empezamos todo el proceso. Era lo primero que había que hacer.
SEMANA: Después de todo eso viene un episodio que la marcó a usted y también a sus compañeros. Se trata de la historia del supuesto secuestro de un compañero suyo que también trabajaba para Epa Colombia. Cuéntenos por favor.
Y.S.: Cuando yo muevo diferentes montos en Colombia, hay regímenes especiales que como emprendedores o empresarios puedo tomar. Dijimos: “Esta planeación que llevan hasta el momento no nos va a dar para los montos que se están moviendo, entonces hagamos una empresa matriz”. A esa empresa había que cambiarle el nombre, el objeto social, y ella debía definir quién era el representante legal. Acá hago una acotación, porque nos decía “a mí todo el mundo me roba”. Entonces, nosotros dijimos “ponga a alguien de su confianza para que sea el representante legal y que pueda hacer absolutamente todo”. Decidimos que ella invirtiera en una compañía, tenía las tarjetas, tenía absolutamente todo. A SEMANA le entregué los audios en los que ella me dice que tiene el control absoluto y yo le respondo: “Tú tienes el control absoluto del dinero, sin tarjetas no puedes hacer absolutamente nada, sin claves muchísimo menos”. Eso fue el 30 de julio, cuando yo estaba en Medellín y tuve que comprar un vuelo y venir a Bogotá de inmediato porque ella retuvo a Carlos Toro, quien era la persona encargada de todas las ideas comerciales dentro de la compañía.
SEMANA: ¿Yenny, usted tuvo que venirse a Bogotá a buscar al señor Toro?
Y.S.: Soy contadora, en términos jurídicos no tengo ni idea de la diferencia entre uno y otro. Hoy les puedo decir que ella lo retuvo en la sede de Bochica, y como ustedes publicaron toda la denuncia, la ampliación la hizo Carlos, y yo como testigo, pero ella lo retuvo. Lo único que me dijo Carlos fue: “Tienes que venir porque si no ella no me deja salir y yo tengo que ir a ver mis hijos”. Obviamente compré un tiquete y salí volada para Bogotá, para saber qué era lo que estaba pasando.
SEMANA: ¿Quién le pidió a usted que viniera a Bogotá?
Y.S.: La señora Daneidy, porque si no, no dejaba salir a Carlos y yo no sabía qué era lo que estaba pasando.
SEMANA: ¿Qué día recibió la llamada de Epa Colombia?
Y.S.: Eso fue un 30 de julio en la mañana. Carlos me llamó y me dijo: “Si tú no vienes, ella me no me deja salir”. Cuando me dice eso, yo le escribo: “Daneidy, no te preocupes que ya voy para Bogotá y lo solucionamos allá”. Me dejó en visto, no pasó absolutamente nada, cogí el primer vuelo, vine hasta Bogotá y me dirigí a la sede de Bochica. En ese transcurrir le dije a la persona encargada de mi transporte acá: “Mira, si a las cinco de la tarde yo no he salido, por favor llama a la Policía, me escribes, porque algo pasa”. La situación estaba muy tensa. Cuando llegué a la sede de Bochica, empezó a amenazarme, ustedes también tienen los audios. Me dijo que mi hija estaba vigilada, que uno no se metía con las personas que tenían mucha masa de seguidores, y otras cosas que a mí me parece de hecho aterrador volverlas a mencionar. Yo se las entregué a ustedes.
SEMANA: Es importante que usted le cuente al país si ella supuestamente la amenazó, qué le dijo
Y.S.: Más que amenazarme a mí, amenazó a mi hija. Me dijo que la tenían vigilada, que sabía dónde vivía yo, dónde estudiaba mi hija, que a ella la respaldaban personas muy grandes, que uno no se dañaba la vida con una persona que movía tantas masas en las redes sociales. Amenazó también a Lina Mesa, que era la coordinadora del proyecto, y le decía: “Hágalo por ellos, hágalo por su familia”. Amenazó a Carlos y a sus hijos, que, no sé si para ustedes, pero para mí, como mujer, es lo más importante en mi vida, cuando te tocan a los hijos eso ya va trascendiendo el nivel. Entonces yo les entregué los audios a ustedes donde ella obviamente pueden validar todas las amenazas que nos hicieron.
Le entregué los token, todo se solucionó, y le dije: “Mira, Daneidy, si quieres deja ir a Carlos, él tiene que ir a ver sus hijos, y yo me quedo hasta que eso se pueda solucionar”. No sé cómo ni sé por qué ella mandó a bloquear la cuenta del banco, cuando ni siquiera era la representante legal. Luego de eso nos pidió perdón. De hecho les entregué los pantallazos, donde nos dice, esto no volverá a pasar. Todo queda así.
SEMANA: En la denuncia de Carlos Toro dice que unos hombres de seguridad lo tenían encerrado. ¿Ellos estaban armados y no lo dejaban salir? ¿Eso es cierto?
Y.S.: Así es. De hecho, todos los videos se entregaron a la Fiscalía General de la Nación en la ampliación de la denuncia.
SEMANA: ¿Qué hay en esos videos?
Y.S.: En esos videos podemos corroborar cuando Carlos se va a parar y están las personas ahí al lado. Ni siquiera lo dejan. Hay otro en el que está él en una habitación que es el comedor de la sede, y las dos personas están en la puerta paradas como vigilándolo. Como si fuéramos, no sé, terroristas. Eso fue algo tan espantoso que yo no se lo desearía a nadie y no entiendo por qué la reacción de ella, si siempre tuvo el control del dinero. Ella es muy estricta con el manejo del dinero. Sea en efectivo o sea en transacciones, ella siempre tuvo el control.
SEMANA: ¿Usted nunca le robó más de 2.000 millones de pesos a Epa Colombia, como ella lo ha dicho en sus redes?
Y.S.: Yo nunca le robé ni 100 pesos a la señora Daneidy. De hecho, les entregué la prueba donde ella me envía un audio en el que dice qué hizo con su dinero y quién lo recibió. Yo diría lo siguiente, pues no sé qué es lo que ella tiene, me imagino que por lo que veo es algo muy personal. Pero yo jamás le cogí ni 100 pesos. Ustedes tienen la carta, la prueba y tienen los audios donde ella me dice qué hizo con ese dinero. A qué proveedores les pagó. Donde yo le respondo: “Mira, Dane, yo soy tan puesta en mis cosas que ni siquiera sabía cuánto dinero tenías”.
Es que como contadora tengo la obligación de asentar consignaciones y transferencias, pero de ahí a manejar el dinero no, porque entonces sería juez y parte. Entonces, ¿quién me haría mi auditoría? No tendría sentido, y como ella es tan recelosa con el tema, por eso siempre era la que lo manejaba.
SEMANA: ¿Cuál es la prueba que usted tiene de que usted no tomó ese dinero?
Y.S.: La señora que quedó como representante legal, ella sabe muy bien quién es, una familiar de ella de su entera confianza, firmó la carta y el documento en el que dice que en el banco había 2.000 millones de pesos y que ella los recibió. Acto siguiente, ella me envía un audio en el que me dice lo que les conté: “Mira, había 2.000 millones y le pagué equis cantidad a tal, tal y tal persona”.
Luego le envía también un audio a Lina, que era la coordinadora, en el que dice exactamente lo mismo. Entonces no entiendo cuáles 2.000 millones de pesos serán, si ella lo único que hizo conmigo fue pagarme por unos honorarios de un contrato inicial de una planeación fiscal y de otros derivados legales que teníamos que hacer. De resto, absolutamente nada.
SEMANA: Déjeme devolverme al tema del supuesto secuestro. ¿Qué decía Carlos en ese momento? ¿Cuál era su actitud? ¿Qué pasó cuando usted llegó? Descríbanos lo que más pueda.
Y.S.: La verdad, el que nada debe nada teme. Yo llegué como si nada hubiera pasado y no entendía qué pasaba. Carlos, literal, es morenito, una persona con una mente extraordinaria y en lo que a él le compete, que es lo comercial, es una persona muy abierta. Ese día él estaba callado, no hablaba, estaba blanco. Me miraba y me decía: “Mis hijos”. Pensaba en sus hijos, pero yo le preguntaba qué estaba pasando. Obviamente, en esa situación, y como ustedes pusieron en conocimiento a Colombia, no solo estuvo la señora Daneidy, sino quien era su pareja, una empleada y unos familiares. Éramos tres personas y todo ese montón de gente. No entendíamos lo que estaba pasando. A Carlos, la verdad, eso le ha costado demasiado. Pienso que a las personas que trabajamos y le pusimos el alma a ese proyecto nos ha costado muchísimo.
SEMANA: ¿Sintieron miedo?
Y.S.: Claro, el miedo siempre estuvo latente. Yo creo que las lágrimas de ese día fueron pocas para lo que he llorado hasta hoy, eso fue una situación de esas que no quisieras volver a repetir en la vida.
SEMANA: ¿Epa Colombia estaba allí con ustedes? ¿Sabía lo que estaba pasando?
Y.S.: Sí, claro. Ella estaba presente.
SEMANA: Ella empezó a insultarla, según nos relató usted. ¿Qué le decía?
Y.S.: Eso de los audios, que de hecho les alcancé a entregar. Amenazó a mi hija. Imagínate, con eso lo digo todo. Yo no entendía lo que estaba pasando, con esas amenazas…
SEMANA: ¿Usted qué le decía?
Y.S.: Creo que en esos casos es prudente escuchar.
SEMANA: Usted no le decía nada…
Y.S.: Yo me preguntaba qué estaba pasando. Le dije: “Si hace ocho días saliste en un programa y dijiste que yo era la mejor contadora, que hacíamos todo legal, que no evadíamos impuestos y que hacías absolutamente todo lo que yo te dijera porque era una persona muy honesta. ¿Cómo me vas a decir eso hoy? Si yo quiero el bien para la empresa, quiero el bien tuyo”. Tan es así, en un término muy coloquial o muy paisa, pero tan parada soy que jamás le pedí ni que me hiciera publicidad ni absolutamente nada. De hecho, yo he respetado el acuerdo de confidencialidad, aun cuando ella no. Me parecía muy injusto.
SEMANA: La denuncia por supuesto secuestro la está investigando la Fiscalía. ¿Cómo logra Carlos salir de ahí? ¿Cómo es el desenlace?
Y.S.: Cuando ella comprueba y se le entregan los token, nos dice: “No, es que a mí me dicen muchas cosas de ustedes, mucha cizaña”. Eso fue una conversación hasta tipo siete de la noche. Cuando yo le digo que Carlos se tiene que ir a ver a sus hijos porque es su obligación, le dije “yo me quedo hasta que se solucione, no hay problema con eso”.
Luego le empezamos a explicar y le dije: “Mira, recuerda que adquirimos una empresa matriz porque ya sus topes no te daban, porque en Colombia hay que pagar impuestos por los montos que tú mueves”. Hay que hacerlo…
SEMANA: ¿Ella no estaba pagando los impuestos?
Y.S.: Cuando yo llegué a su vida, ella empezó su proceso de formalización.
SEMANA: Eso quiere decir que antes de que llegara a su vida, ella no pagaba impuestos. Y vendía un montón…
Y.S.: Esa respuesta se la daría la Dian, no yo. Digamos que se formalizó.
SEMANA: Sigamos con el relato. ¿Cuándo se pudo ir Carlos Toro?
Y.S.: Ella entiende y me dice que no hay problema. Entonces, el lunes realizamos el trámite y le muestro lo de la Cámara de Comercio. Le explico uno a uno, absolutamente todo. Nos dice que tranquilos, váyanse y volvemos a hablar. Cuando salimos de allá, a mí me gusta mucho orar y creo que recé unos diez padrenuestros con las velitas con las que mi abuelita siempre ilumina al Señor de los Milagros. Salimos de allá y nosotros sudábamos. Yo, literal, me amarré el pelo con una moña. Llegamos al aeropuerto. Nos subimos al avión, los tiquetes estaban carísimos y yo le dije a Carlos que nos tocaba porque no me quedaba en Bogotá. No sabía qué iba a pasar.
Al otro día, hicimos el comité y decidimos terminar el contrato. Lo íbamos a terminar bien y de la mejor manera la semana siguiente. El lunes siguiente no se pudo realizar la diligencia por lo que les dije, que ella mandó a bloquear la cuenta. No sé cómo y ni me interesa.
El martes, cuando ella recibe el dinero y lo utiliza porque están los audios que ella nos envió, yo ya quedo tranquila. Le digo que conmigo no se le perderían ni 100 pesos, yo he construido mi nombre hace muchos años, soy una persona que vengo de abajo, no me interesa robar. A mí me interesa que usted sea mi cliente y que el día que usted tenga éxito diga “ella aportó a mi vida”.
SEMANA: Para entender la historia de los 2.000 millones de pesos, ¿Quién los reclama y en dónde los reclama?
Y.S.: Van al banco, creo que es la sede de Restrepo, se encuentran y retiran el dinero, nos firma el documento que les entregué, donde reciben el dinero. Acto siguiente, nos envía los audios y ya quedamos tranquilos como si nada hubiera pasado. Entonces, ahí fue el corte. Ella recibió su dinero. Nosotros decidimos no meternos más en eso porque, por hacer un esquema de planeación fiscal que fuera eficiente, íbamos a terminar metidos en quién sabe qué cosa. Lo que no sabíamos era que después ahí iba a empezar nuestro calvario.
SEMANA: Al día de hoy, usted ni siquiera le ha podido entregar los libros de contabilidad…
Y.S.: No, los libros de contabilidad siempre estuvieron con ella. Porque los software, todo se maneja en la nube y todo es electrónico, entonces no hay problema. Pero sí hay unos libros que son los libros de actas y de accionistas.
SEMANA. Esos son los que no le ha podido entregar…
Y.S.: Exacto, y ella envía a alguien para que yo le entregue la información, y yo con esto que había pasado le pedí el soporte en el que ella le autorizaba la entrega. El poder nunca me llegó, entonces eso no lo pude entregar. De hecho, uno de los procesos en que estamos en este momento con los abogados es justamente para entregarle eso. Estoy embarazada, no te imaginas la tranquilidad que me daría entregarle eso y cerrar ese capítulo en mi vida. Soy una mujer que no me gusta estar perdiendo el tiempo en este tipo de cosas. Soy contadora, soy especialista, soy magíster, estoy a punto de tener otro título de maestría; me encanta estudiar y estar con mi familia, como para verme como me vi con todo esto.
SEMANA: Quiero hacerle unas preguntas con respuestas concretas. Una, ¿cómo define usted a Daneidy Barrera?
Y.S.: La defino como una máquina comercial, pero es demasiado influenciable. Y de pronto ha escuchado a las personas que no tiene que escuchar, así la defino.
SEMANA: Usted sabe que ha habido muchos rumores sobre si todo ese dinero que mueve el emporio de Epa Colombia es de las ventas de las queratinas o si podría estar incurriendo en alguna supuesta conducta irregular. ¿Qué impresión le quedó a usted de ese montón de dinero en efectivo?
Y.S.: Ahí la respuesta es la siguiente: creo que no soy la persona ni la entidad adecuada para determinar esas conductas, eso es lo que te puedo decir, porque tengo un secreto profesional y la única persona que lo puede levantar es un juez.
SEMANA: ¿Le impresionaba tanto efectivo?
Y.S.: Sí, claro.
SEMANA: Se mueve mucha plata en efectivo.
Y.S.: Como en todo emprendimiento en Colombia, porque de hecho el año pasado, después de que todo esto salió, una de las entidades gubernamentales colombianas me envió un requerimiento de información y a ellos les di mi respuesta.
SEMANA: Usted estuvo a punto de perder el bebé por esta situación. ¿Qué pasó?
Y.S.: Sí, resulta que cuando se meten con la vida de los hijos es imposible no ser emocional, hace 15 días casi pierdo el bebé por las amenazas. Porque todo el mundo me enviaba cosas, que ladrona, que rata, y ella hablando en redes, diciendo que ojalá me muriera. ¿Cómo es posible que un ser humano le desee eso a otra persona? Eso emocionalmente me causa ese daño. Es que eso no está dentro de mi corazón. A pesar de todo el daño que me ha hecho ni siquiera le deseo el mal porque tengo hijos, porque sé que las acciones que uno haga repercuten en ellos. Imagínese cómo me afectó.
SEMANA: ¿Hoy el bebé está bien?
Y.S.: Sí, de hecho el viernes tengo la ecografía.
SEMANA: ¿Qué le dijo el médico?
Y.S.: El médico me dijo que las emociones me pueden afectar, que tengo que estar en reposo, y me recomendó que todo esto me afecta, no maneje las redes. Yo decía, pero cómo es posible esto si yo tengo la verdad, si yo tengo el documento de cuando ella recibió el dinero y si yo lo único que quería era hacerle un bien a su compañía; lo único que quería era que ella se formalizara.
SEMANA: Eso le pasó con el bebé que está esperando y el otro dolor fue con su niña.
Y.S.: Me disculpas las lágrimas (rompe en llanto), mi hija el año pasado cursaba grado 11, que es el último año del colegio. Ella después de la pandemia no pudo terminar con sus compañeros por las amenazas que recibió. Para mí era inaudito que le hicieran bullying, que le escribieran, que le mandaran mis fotos; mi hija es una persona muy fuerte, pero tuvimos unos episodios muy graves en los cuales se involucró la vida de ambas. Y pues no sé cómo sortear esto. De hecho, ella está con psicóloga, pero el daño ya está hecho, el tiempo no se puede recuperar. Ella no puede volver a su colegio. Y luego de una pandemia, donde tenemos una juventud compleja, donde no pudo compartir con sus compañeras. ¿Es eso justo?
SEMANA: ¿Estamos hablando de que Epa Colombia, más o menos, cuánto dinero podría estar manejando en un mes?
Y.S.: Cuando me compartieron la publicación yo lo único que pensé es que las cifras son privadas, a menos que la Supersociedades te requiera y haga públicos tus estados financieros. Si ves ahí como la aclaración que hice pública, creo que era del bimestre seis de 2021, es decir noviembre y diciembre, cuando había ingresos aproximados de 11.000 millones de pesos. Había unas compras como de 6.000; me perdonan, no sé, fue como 11.700 y 6.700, ya ustedes lo podrán corroborar. Así, si yo vendo 11.000 millones de pesos y me gasto 6.000 millones de pesos, pues si hacemos cuentas son aproximadamente son 5.000 algo de millones de pesos en un bimestre. Es muy complicado sacar una utilidad así, porque no sabemos si están todos los gastos, si incluyó la nómina, no sé cómo manejará ahorita esa contabilidad, pero podemos sacar ahorita esa conclusión, de utilidad le quedaron 5.000 millones, si yo divido esto, si promedio los dos meses, digamos que son 2.500 millones cada mes. Eso es hasta donde yo podría decir.
SEMANA: Es increíble esta historia que nos está contando. Es decir, prácticamente Epa Colombia manejaba su empresa como una tienda.
Y.S.: Sí, es que las empresas se tienen que manejar como organizaciones; por departamentos, con funciones, con procedimientos claros, no a lo tipo tienda, que es venga le entrego, venga le compro, no importa hacer el inventario. No, uno tiene que establecer muy bien los costos, el presupuesto, el tema legal, todo lo que concierne a los empleados, a su parte jurídica, a su parte administrativa. Todas las grandes empresas las manejan así, tienen un líder y un encargado de cada área.
SEMANA: ¿Cuántos empleados legalizó?
Y.S.: Al final hicimos muchos contratos, diría que más de 100 empleados. Y qué rico eso, Vicky, qué rico poderles pagar a las personas las prestaciones sociales, que estén en el sistema de salud, las pensiones.
SEMANA: ¿Qué es lo que ella le manda a su celular cuando usted le renuncia?
Y.S.: Bueno, resulta que decidimos dar por terminado el contrato unilateralmente porque ella bloqueó el acceso a los correos y todo, y sin información, sin herramientas, no podíamos hacer el trabajo. Ella me manda al celular una captura con mi cara en el cuerpo de una rata. Ella lo elimina inmediatamente y yo le coloco “¿qué significa esto? Quiero que sepas que le tomé una captura”, algo así le dije. Sinceramente, pensé que ahí iba a terminar todo, y no. Resulta que, unos días después, ella decide hacer unas publicaciones con mi teléfono personal. ¿Usted se imagina ese fin de semana? Mi celular explotó, la gente amenazándome a mi WhatsApp, a mis redes. Qué hice, llamar a mis abogados y decirles lo que estaba pasando, para saber cuál es el proceder. El proceso que yo tengo en su contra es por amenazas por vías de hecho, por injuria y por calumnia, y otro es el proceso civil.
SEMANA: ¿Ha pasado algo con esas denuncias?
Y.S.: Yo guardé mesura con el tema, de hecho, a mis clientes les conté muy somero, por el acuerdo de confidencialidad. Hace unos 20 días nos citaron a la conciliación, fuimos con los abogados que nos representan. Ella envió un abogado a la conciliación y dijo que no tenía ánimo conciliatorio. Después de ese episodio, y teniendo las herramientas para demostrar mi verdad, decidí hablar. Quiero cerrar ese capítulo en mi vida, tener a mi bebé en paz, estar tranquila, rehacer mi vida. Validar de ahora en adelante realmente qué es lo que voy a hacer porque el daño que ella me hizo fue increíble, no solo emocional, sino también económico, entonces cómo reparo todo eso y obviamente en una mente con problemas no van a entrar las soluciones. Aparte de eso hay otra cosa sobre brujería…
SEMANA: ¿Cómo así brujería?
Y.S.: En las historias, Daneidy dijo que yo le hacía brujería y que le tenía una muñeca no sé dónde. Menos mal ese mismo día en la noche, Dios es tan lindo que pone ángeles en el camino, y resulta que una corporación le envió una muñeca a ella de regalo de cumpleaños. Salió a decir en las redes que era yo la que le había hecho brujería; yo soy una mujer, así como me ve, una mujer que cree en Dios por encima de todas las cosas, que ama los ángeles, amo hacer yoga, amo meditar, así vivo mi espiritualidad y mi fe siempre la tengo puesta en Dios. Entonces también era bueno aclararlo y les entregue también a ustedes la prueba pues del comunicado que saca la corporación donde dice que yo no tengo nada que ver con eso.
SEMANA: Yenny, el papá de Epa sufrió un ataque aquí en Bogotá, un hecho como de fleteo que ella incluso la culpa a usted o trata de responsabilizarla. ¿Cómo es eso?
Y.S.: Eso creo que pasa en septiembre, también le mandé la prueba. Me encuentro fuera del país con mi hija, porque de hecho íbamos a validar la decisión de tomar de pronto un asilo político por cómo estaban las cosas en Colombia. Me encuentro sentada almorzando y ella me escribe: “Si yo me doy cuenta de que usted le mandó a no sé quién y a mi papá a matarlos no respondo, quiere jugar, jugamos”. Yo me eché la bendición y dije Dios mío, ¿qué es esto, ¿qué pasó? ¿Esto cuándo se va a terminar? Esto parece algo de nunca acabar.
SEMANA: Estoy leyendo algunas de las declaraciones de ella sobre usted, son horribles … “rata asquerosa, te robaste 2.800 millones”…
Y.S.: Ah, ya son 2.800 millones…
SEMANA: Sí, aquí dice eso y después dice: “ya verás, ladrona, cómo tus 70 clientes abrirán los ojos. Dios les quitará las vendas de los ojos, ladrona cochina. Quieres matarme, aumento mi esquema de seguridad, sucia, siento asco por ti; te di el carro que tienes y así me pagas”… ¿Qué piensa?
Y.S.: Lo del carro también es otro episodio que lo podemos tocar. Yo actualmente tengo mi carro, lo había comprado en septiembre de 2020 y Dios es tan lindo que le hice un video el día que me lo entregaron porque estaba muy feliz que había cambiado el carro. También pues tengo la prueba y no tengo problema en que lo publiquen. Ella el año pasado, en medio de su euforia que nosotros éramos los mejores y que el mundo tenía que saber, nos donó 20 millones de pesos y me escribió un mensaje que decía “para que compres el carro de tus sueños”, algo así. No tenía ni diez meses de haberlo comprado y comprar otro, dos mantenimientos, no lo iba a hacer. Siempre he sido una mujer justa y lo que hice, y de eso puede dar fe y veracidad todo mi equipo de trabajo, es que entre los líderes de proyecto repartí los 20 millones de pesos. Unos lo usaron para educación, otros para vestimenta. Entonces, fue algo muy lindo que hice desde mi corazón. Venir a decir eso no me parece, con respecto a todas esas cosas como, cómo tú le deseas el mal a alguien o que alguien se muera y más cuando ese alguien está embarazada, o sea, es que no sería una vida, serían dos vidas, eso qué te deja a pensar.
SEMANA: En otra publicación, Epa dice lo siguiente: “dañaste todo y dañaste la información de los computadores, aun así, aquí sigo demostrando que soy la empresaria más joven y exitosa del país” y pues también adjunta un video donde se ve una persona como rompiendo hojas, libros, cuadernos. ¿Qué es, Yenny?
Y.S.: Efectivamente no soy yo la que aparezco en el video.
SEMANA: ¿Quién es?
Y.S.: Lina, la coordinadora del proyecto en Bogotá. Cuando nosotros enviamos la carta con la terminación, obviamente había que hacer una entrega de todos los documentos. Les dije “organicen absolutamente toda la documentación para que todo quede bien”. ¿Por qué se muestra esa escena y no las escenas de después? Ella lo único que muestra es una cámara de comercio que está rasgada. Las cámaras de comercio de Colombia tienen una vigencia de 30 días. Además, los certificados son electrónicos, o sea, tú lo puedes volver a descargar, no pasa nada. Las facturas, ¿tú puedes destruir una factura electrónica? La respuesta es no. Eso está en la Dian, ni siquiera se puede anular, para retroceder una factura tienes que hacerle una nota crédito. Esos ya son temas contables, les digo organicen…
SEMANA: Aquí otro mensaje de Epa Colombia en sus redes, dice: “Quieres quedarte con mis bienes, te odio porque estás fracasada, mi arma más poderosa es Dios, no tengo que hacerte daño ni mandarte a los de la moto”…
Y.S.: Lo recibo como amenazas para mí y para mi familia, es que solo en la mente de alguien que pueda hacer daño, pueden salir esas palabras. No sé si es un proverbio o es algo que dice la Biblia, pero de la abundancia del corazón habla la boca. ¿Qué tienes en tu corazón para darle a los demás? Se podía solucionar tan sencillo como un escrito: Yenny, veámonos, me entregas, no ha pasado nada; venga miramos qué fue lo que pasó, qué es lo que necesita. Le dije, no dejó recibir el call center, no dejó recibir lo de todo el tema comercial, todo lo que implicaba la planeación fiscal, se la explicamos, se la expusimos, pero nada. Íbamos hasta a registrar su obra literaria con los derechos de autor, su marca no solo nacional, sino internacional. Es muy difícil, algo que se soluciona por medio de un chat, de un renglón, hablemos, encontrémonos, solucionémoslo, mira dónde va. Mi llamado aquí es: cerremos este capítulo en la vida, usted siga por su lado, sea muy exitosa que Dios la llene de demasiadas bendiciones, le coloque en el camino la gente adecuada, y a mí por favor déjeme quieta, en paz. Ya el daño está hecho y el tiempo o la justicia dirá cuál es la verdad, porque aún confío en la justicia colombiana
SEMANA: ¿Usted tiene miedo hoy? ¿Sigue con miedo?
Y.S.: Tenía miedo antes, sin dar esta entrevista. No sé qué vaya a pasar, pero así como se lo dije a la Fiscalía, hago responsable a la señora Daneidy Barrera Rojas si algo me pasa a mí, o a algún miembro de mi familia, a alguno de mis colaboradores, a mí, o a mi bebé, porque esta situación, esta incertidumbre y esta zozobra no pueden seguir más en mi vida.
SEMANA: Yenny, volvamos un minuto sobre lo que le pasó al papá de Epa al resultar herido.
Y.S.: Entonces, le dijimos que su esquema de seguridad tenía que contratar una empresa de vigilancia, que cumpliera con los estándares para que ellos pudieran portar armas y todo lo demás, porque si no, el tema sería otro. Ella sabe de qué le estoy hablando.
SEMANA: ¿Es que andaban con esquema de seguridad irregular?
Y.S.: Nosotros le dijimos: “La empresa que te brinde la seguridad tiene que ser una empresa vigilada, que cumpla con todas las normas”.
SEMANA: Usted se ha tenido que cambiar de casa varias veces por ese problema con la influencer. ¿Es cierto?
Y.S.: Sí dos veces, y de oficina también. Mis colaboradores, cuando hablo de colaboradores fueron las personas que trabajaron en el proyecto, parecemos nómadas, sin ser responsables de algo, eso no me parece justo. Las personas pueden tener el poder de las redes sociales, y hoy considero que es un arma que puede destruir a cualquier persona, así como te puede catapultar al éxito. Pero hay un poder más grande que es el poder de la verdad y yo solo quiero eso, quería contarle a SEMANA mi historia, que sepan la posición en la que estoy y obviamente terminar mi embarazo tranquila.
SEMANA: ¿A qué le teme Epa Colombia?
Y.S.: Yo creo que esta pregunta se la tendrías que hacer a ella porque no conozco su corazón ni su conciencia ni sé a qué le teme. Esa respuesta no te la podría dar yo.
SEMANA: ¿Será que Epa teme que por orden de un juez usted deba contar todo lo que supuestamente sabe sobre su dinero y su empresa?
Y.S.: Yo pienso qué hay muchas hipótesis y esa podría ser una de ellas.
SEMANA: ¿Cómo es en realidad ella en el trato personal, de la vida personal?
Y.S.: En su vida real, yo pienso que como la mayoría de personas. Un personaje es en redes y un personaje en la vida real. Yo a ella de verdad le cogí aprecio en el poco tiempo, porque la verdad eso me cautivó mucho porque cuando una persona te dice que tiene a Dios en su corazón es una persona con la que uno puede prosperar. Pero de esto aprendí que una cosa es decir que tienes a Dios en el corazón y otra es demostrarlo, ser coherente con lo que dices.
SEMANA: ¿Pero es de mal carácter?
Y.S.: Digamos que a veces con las personas. De pronto tiene algo que tienen algunas mujeres y ese impulso, como ese acelere y ese ataque, y ese decir las cosas sin pensarlo, o lo hago y luego lo pienso. De pronto es así.
SEMANA: ¿Quiénes influyen en ella? ¿Quiénes influyen en las decisiones que ella toma?
Y.S.: Creo que su familia es lo más preciado. Son las personas que le hablan al oído y cuando yo estaba, también su compañera, no sé si actualmente todavía lo es. Una gran mujer, Diana Celis, excelente mujer y pienso que ella era el polo a tierra de Daneidy
SEMANA: ¿Qué hay de toda esa vida de ella y de un montón de lujos que aparentemente tiene?
Y.S.: En su vida privada jamás me involucré porque también me encanta mantener mi vida privada al margen. De hecho, yo sí le decía: “Ten mucho cuidado con todo lo que compres, que absolutamente todo se pueda soportar, que no vayamos a cometer errores”, lo que le dice un contador a un cliente. Valide muy bien lo que vaya a hacer cuando su patrimonio exceda cierta parte, es mejor tener una empresa patrimonial, es mejor blindarlo. Pienso que todas las apreciaciones y las recomendaciones que yo le di a ella, como cliente, fueron por su bienestar. De hecho, si miras en esos meses que ella estuvo con nosotros, su imagen cambió y hasta su vestimenta. Siempre queríamos hacer las cosas bien. Cuando salió lo de su cara en el TransMilenio, nos alegró mucho porque esa fue una idea de Carlos Toro. Qué rico que ella se reivindicara con la sociedad, pero luego nos pusimos a pensar cómo una persona que pidió una segunda oportunidad a un país, hoy pasa de ser víctima a victimaria. ¿Cómo es eso? ¿Cuál es la coherencia qué hay en las actuaciones? Y eso se lo dejo como de incógnita a las personas que la entrevistan.
SEMANA: ¿Cómo es el trato de ella con sus colaboradores?
Y.S.: Voy a responder lo que responden las personas de gestión humana cuando llaman a pedir una referencia de alguien que uno no puede dar. La respuesta es: me reservo la referencia, esa sería mi respuesta en este caso.
SEMANA: Pero ya usted nos la dio en este relato, ¿no?
Y.S.: Exacto. Yo creo que ahí los hechos hablan por sí solos, cierto.
SEMANA: ¿Qué le dice a Epa Colombia a esta hora frente a todo el país?
Y.S.: Bueno, Daneidy, recuerda todo lo que te enseñé cuando iniciamos. Recuerda que siempre queríamos el bien, verte bien y verte brillar. Por favor, hoy aplica lo que dices de tener a Dios en el corazón y de verdad hoy te digo que, de parte del equipo, de mi familia y mía, te perdonamos. Nuestro corazón no alberga odio. Tengo un bebé que puede recibir mis emociones y te pido por favor que nos dejes tranquilos, que sigas creciendo, que sigas luchando y que Dios te dé todo el éxito que quieres tener, que Dios te lo dé porque yo sé que en tu vida hicimos un eco muy grande. Te formalizamos, te ayudamos, lo hicimos con mucho amor, y lo que uno hace con amor eso hace eco en la humanidad. Eso te diría.
SEMANA: Pues Yenny, le agradecemos por estar con nosotros a esta hora en SEMANA.
Y.S.: Les entrego las pruebas. Todo lo que les dije tiene pruebas. Es lo más coherente que puedo hacer, yo no puedo venir a lanzar juicios porque serían unos juicios a priori, sin sentido y sin fundamento. Sobre todo lo que les dije entregué la prueba.