Nación
Exclusivo: la historia oculta de la caleta con $ 14.000 millones decomisada al primo del temido exjefe paramilitar Miguel Arroyave, en Medellín
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, dijo que en el operativo fue capturado José Ruiz Arroyave, quien tendría nexos con el Clan del Golfo. El dinero sería de la organización narcotraficante.
Dentro de cajas y con fajos de billetes de 50.000 y 100.000 pesos, la Policía encontró 13.982′545.000 pesos (cerca de 14.000 mil millones de pesos). La investigación era clara, los dineros eran del Clan del Golfo, siendo este uno de los golpes más fuertes propinados a las finanzas criminales de la organización narcotraficante este año.
El 29 de marzo en Medellín la Policía Nacional decomisó $13.982.545.000 en efectivo al Clan del Golfo y capturó a José Ruiz Arroyave, primo del paramilitar Miguel Arroyave, jefe ya fallecido de los extintos Bloque Capital y Bloque Centauros. ¡Duro golpe a las finanzas criminales! pic.twitter.com/8MmplwAWmg
— Iván Velásquez Gómez (@Ivan_Velasquez_) April 2, 2023
SEMANA conoció en exclusiva que los recursos fueron ubicados gracias a la operación Santa Lucía, que lanzaron recientemente varias agencias de seguridad del Estado y la Fiscalía General de la Nación para incautar dineros de la mafia.
La operación tenía en la mira a siete personas, entre ellas, Jesús Ruiz Arroyave, alias Chucho Primo, quien es el primo del exjefe paramilitar Miguel Arroyave. SEMANA conoció, con fuentes del Ministerio de Defensa, el dosier de la investigación en el que se señala que este sujeto, Chucho Primo, presuntamente tenía su centro de operaciones en la ciudad de Medellín.
En la capital antioqueña, Chucho Primo, habría establecido una red de inmuebles estratégicamente ubicados y vehículos de alta gama, acondicionados con sofisticadas caletas, para el acopio y transporte de dinero producto del narcotráfico liderado por el Clan del Golfo.
Lo más leído
Una de sus socias, o quien formaría parte de esa red, sería Blanca Senovia Madrid Benjumea alias La Flaca, exesposa de Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, quien fue capturado y enviado a Estados Unidos en calidad de extraditado.
Alias La Flaca, según los hombres de inteligencia, tendría la función de direccionar actividades de lavado de activos, impartiendo instrucciones para la compra de bienes muebles e inmuebles, ganadería, creación de empresas fachadas y la entrega de dinero a otros integrantes de la red desarticulada.
Al caso lograron llegar las autoridades judiciales e investigativas, tras contar con el apoyo de una fuente humana, que les reveló que esa facción del Clan del Golfo, liderada presuntamente por Arroyave, movía dinero en efectivo en un monto cercano a los 20.000 millones de pesos, dinero que provenía del negocio del narcotráfico.
Tras varios trabajos investigativos contra el Clan del Golfo, las agencias del Estado lograron detectar que José de Jesús Ruíz Arroyave alias Chucho Primo gozaba, al parecer, de la entera confianza de los principales cabecillas del Clan del Golfo.
En su momento, de alias Otoniel, pero luego de su captura, de alias Chiquito Malo y alias Gonzalito, y la orden que tenía Arroyave era, según la investigación, que entregara los dineros producto del narcotráfico a los familiares de los cabecillas o a sus colaboradores más cercanos.
Ruptura interna
Con la captura y extradición de Otoniel, el Clan del Golfo sufrió una ruptura interna, los nuevos cabecillas comenzaron a tirar cada uno para su lado, lo que generó fisuras e hizo que algunos por temor de ser asesinados, se entregaran a las autoridades, y a cambio contar cómo delinquían.
Así fue que pasó con uno de los integrantes de la estructura mafiosa, quien les develó a las autoridades cómo, supuestamente, Arroyave y un sujeto de apellido Zapata, que está plenamente identificado y capturado, quisieron sacar su tajada en la red de tráfico de dinero.
“La red de tráfico de dinero se empezó a desfragmentar por intereses personales, fue entonces como alias Chucho Primo y Zapata se habrían aliado para apropiarse de gran parte del dinero encaletado y pretendían “sacar del camino” a alias La Flaca, para dejar de entregarle cuentas a la misma, como quiera que Otoniel perdió vigencia”, les contó el informante a las autoridades, testimonio que obtuvo en exclusiva SEMANA.
Con el Clan del Golfo fracturado, y cada uno tratado de sacar partida de las denominadas vueltas o sacar del camino a sus propios compañeros, era cuestión de tiempo que se diera el golpe de las autoridades, pues contaban con la información suficiente de las rutinas de los movimientos de dinero de Zapata y Arroyave; es así como se logra la ubicación de la considerada más grande caleta este año del Clan del Golfo en el sector del Poblado en Medellín.
En la mañana del pasado 29 de marzo, la Fiscalía General de la Nación lanzó en conjunto con la Policía la operación Santa Lucía, en el exclusivo sector de Medellín, en donde encontraron los más de 13.000 millones de pesos, como lo trinó el propio ministro de Defensa, Iván Velásquez.
Sobre Chucho Primo, al parecer, tendría vínculos directos con Bladimir Granda alias Blacho, capturado por lavado de activos en marzo de 2022 y quien, presuntamente, era parte de la línea de finanzas criminales del Clan del Golfo.
Dicen fuentes del Ministerio de Defensa que alias Chucho Primo, presuntamente, coordinaba el transporte de dinero para cabecillas del Clan del Golfo y redes de narcotráfico en Medellín, Montería, Barranquilla y Cali, empleando el uso de caletas sofisticadas en vehículos de gama alta.
Que habría participado en movimiento de dinero hacia colaboradores del Clan del Golfo (estructuras Roberto Vargas Gutiérrez y Juan de Dios Úsuga), así como para Blanca Madrid Benjumea alias La Flaca.
El 29 de marzo, dicen las fuentes, se dio el mayor golpe contra el soporte financiero del Clan del Golfo reciente. Ese día se capturó a siete personas que formaban parte, al parecer, de toda esa organización financiera. Ese día, además de la incautación de los dineros, se decomisaron 23 celulares, un computador portátil, un IPad, un disco duro de 1 TB, 21 dispositivos USB, dos máquinas contadoras de dinero, tres vehículos de alta gama con fines de comiso, documentos de interés para la investigación judicial, entre otros. El material probatorio demostraría que la red utilizaba varias casas de cambio para recibir la divisa proveniente del exterior, producto del narcotráfico; dinero que luego era acopiado en diferentes sitios, entre ellos, el apartamento donde se encontraron los 13.000 millones en el barrio El Poblado de Medellín.
El dinero quedó en poder de las autoridades judiciales para ser legalizado.