Exclusivo: la historia oculta de los hermanos Zuleta, quienes llevaban cocaína a Europa en obras de arte y productos de ferretería

Tela, espuma, carbón activado, estuco plástico, pintura, asfalto emulsionado, madera, obras de arte, entre otros elementos, eran mezclados con cocaína –según la Policía– por los hermanos Zuleta, quienes luego enviaban la droga a Europa a través de empresas de mensajería internacional.

Según las autoridades, aunque los cargamentos eran pequeños, se estima que la organización ‘los Químicos’, de la que eran presuntamente cabecillas los hermanos Zuleta, habrían logrado introducir en el mercado extranjero aproximadamente 200 kilógramos del alcaloide.

Fabio Alonso Zuleta Soto y Ricardo Adrián Zuleta Soto, alias “Barbas”, son hermanos. Según la Dirección de Investigación Criminal, Dijin, aprendieron de manera empírica a mezclar y separar químicos. La habilidad que adquirieron, infortunadamente, no la emplearon en actividades lícitas.

Los hermanos Zuleta, dice la Dirección de Investigación Criminal, lograron descubrir el método que utilizaban los extintos carteles de la droga de Colombia, que mimetizaban la cocaína con ropa, plásticos, cuadros, madera y demás. A través de un proceso químico, extraían el alcaloide.

Según la investigación de la Dijin, los hermanos Zuleta habrían reciclado la vieja pero efectiva estrategia de los grandes capos del narcotráfico, pero, además, ellos, los Zuleta, optaron por enviar sus cargamentos por empresas internacionales de mensajería.

“Esta Investigación inició desde el año 2021, cuando mediante interceptación de comunicaciones, vigilancias y seguimientos y otras actividades de Policía Judicial e inteligencia, se logró evidenciar un grupo de personas con conocimientos en química, con injerencia en los departamentos del Valle del Cauca, Cauca, Cundinamarca, Antioquia, la ciudad de Bogotá y la Costa Atlántica”, le reveló a SEMANA un investigador de la Dijin que trabajó en el caso.

Agregó el uniformado que “planificaban, coordinaban y ejecutaban el tráfico de estupefacientes en la modalidad de camuflaje (mezclados o impregnados con otras sustancias y/o productos como tela, espuma, carbón activado, estuco plástico, pintura, asfalto emulsionado, madera, entre otros), desde la ciudad de Bogotá y la Costa atlántica hacia Países Europeos, principalmente mediante transporte aéreo, a través de encomiendas por empresas de mensajería reconocidas”.

Los hermanos Zuleta, según el investigador, se habían convertido en una especie de narcos invisibles. El “estupefaciente era adquirido en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca, desde donde era transportado en vehículos particulares y/o de transporte público, custodiados durante su recorrido por los integrantes de la organización y, en algunas ocasiones, por familiares de estas personas, hacia el departamento de Cundinamarca, la ciudad de Bogotá o los municipios de La Unión y Tuluá, Valle del Cauca”, señaló el investigador.

Ya cuando el alcaloide estaba en un punto seguro, como por ejemplo las mismas casas o apartamentos de los cabecillas, y aprovechando que sabían de química, en estos sitios realizaban el proceso para mimetizar la cocaína y embalarla en paquetes para dejarla en las empresas de mensajería y enviarla al exterior, de acuerdo con la investigación de la Dijin.

En el exterior, aseguró la Dijin, era recibida por uno de los hermanos Zuleta (Fabio), quien con sus conocimientos empíricos extraía el alcaloide y lo dejaba listo para ser comercializado en Europa. Para realizar las mezclas y no levantar sospecha, la red de narcotráfico compraba los elementos con los que mezclaban la cocaína en reconocidos almacenes de cadena dedicados a la venta de productos de ferretería.

A medida que avanzaba la investigación, la Policía comenzó a incautar en las encomiendas productos cuyas pruebas arrojaban positivo para cocaína. Camas para perros, filtros de olores, relojes de madera, filtros de agua, estuco plástico, entre otros, hacían parte de la larga lista de productos contaminados con cocaína.

“Según la investigación, estas personas llevaban aproximadamente cinco años enviando de forma consecutiva cocaína al exterior mediante esta modalidad, y lograron enviar aproximadamente 200 kilos a diferentes destinos europeos. Para el año 2021, fue capturado mediante notificación roja de Interpol con fines de extradición el hermano y socio del cabecilla principal. Se trató de Fabio Alfonso Zuleta Soto, quien fue extraditado a España a mediados de 2022″, dijo el coronel Edwin Urrego, director de la Dirección de Investigación Criminal, Dijin.

Agregó el oficial que “estas personas fueron presentadas ante un juez de control de garantías, quien dio legalidad sus capturas. Un fiscal les imputó cargos en sus responsabilidades individuales por los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, concierto para delinquir y lavado de activos“.

De acuerdo con las autoridades, la segunda fase consiste en ubicar los bienes de estas personas para calcular la fortuna que habrían amasado usando la vieja técnica de los grandes capos del narcotráfico.