JUDICIAL
“Recibió un disparo”: así fueron documentados los 119 casos de presunto abuso policial en Bogotá
Christian, Juan Gabriel, Julieth... uno a uno fueron documentados los casos durante las manifestaciones del 9 al 11 de septiembre, presentados por la alcaldesa Claudia López a las autoridades. SEMANA en vivo los reveló en exclusivo.
Las recientes jornadas de protesta en Bogotá han sido de luto para la capital. La alcaldesa Claudia López pidió perdón públicamente a la ciudadanía y en especial a los familiares de las 13 personas que fallecieron, y aseguró que hubo múltiples casos de abuso policial. SEMANA en Vivo conoció en exclusiva los documentos que envió la Alcaldía a las autoridades, en donde se registran 119 denuncias. “La información, en manos del presidente y el procurador, confirma que sí hubo uso indiscriminado de la fuerza”, dijo López en la ceremonia de reconciliación del pasado domingo.
Los días críticos fueron el 9 y 10 de septiembre, según el consolidado de pacientes atendidos durante las manifestaciones en las Unidades de Servicios de Salud. Ingresaron 179 personas, de las cuales 159 tuvieron que ser hospitalizados, mientras que en el Hospital Central de la Policía recibieron a 114 uniformados.
El documento entregado al presidente tiene el reporte de los 119 casos con una breve descripción de la denuncia. Hay relatos de golpes, disparos con arma de fuego, detenciones arbitrarias, violencia basada en género, irrupciones a viviendas.
Llama la atención que es una constante que las víctimas hayan reportado los CAI como los lugares en los que ocurrieron los hechos, 15 de ellos en el CAI Verbenal, en el norte de la ciudad. También se mencionan los CAI de El Tunal, Teusaquillo, La Candelaria y Bosa.
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Entre los casos documentados están los de algunos de los fallecidos. Por ejemplo, en el caso de Christian Hernández, de 23 años, su padre relató que el joven fue a llevar un domicilio en su bicicleta, “cuando 2 policías se le mandan y lo arrastran, propinándole un disparo con arma de fuego en la frente”; esto ocurrió en el CAI Verbenal. En ese mismo lugar se reportó el caso de Juan Gabriel Arbeláez, quien también falleció, denuncian que le habrían disparado. “Al parecer, la Policía le disparó, el cuerpo está frente al CAI”.
En Suba, en La Gaitana, falleció Julieth Ramírez, una joven de 18 años, estudiante de psicología e inglés. “En ese desorden que hubo en Suba La Gaitana... una bala perdida. No sé si es de la policía o de los malandros. Me mataron a mi hija”, manifestó Harold Ramírez, padre de Julieth, quien pidió investigaciones y justicia. Como un acto de memoria, la comunidad intentó convertir el CAI Gaitana en un centro cultural, en una de las paredes hicieron un mural con la cara de Julieth y su historia. Horas después la Policía pintó de nuevo el CAI de verde, asegurando que estaban “recuperando” el lugar después de ser vandalizado.
También se encuentran los relatos de víctimas presuntamente heridas con armas de fuego. Fabián Peña, de 36 años, se encontraba en El Tintal y “recibió un disparo de arma de fuego en la cabeza por parte de Policía”, según la descripción. Su cuadro clínico era crítico: “proyectil desconocido, fue trasladado. Ingresa con compañía de paramédico. Orificio de entrada zona dos de cuello, en la parte de la nuca; salida del proyectil por labio superior. No tiene lesiones en cerebro ni columna; sin embargo, están esperando a que se estabilice para realizar chequeos en clavícula, venas y arteria; manejo por cirugía general”.
Hay otros casos donde la víctima fue presuntamente abusada por parte de uniformados. Uno de ellos se reportó en el CAI Teusaquillo. La mujer iba caminando junto a su bicicleta con un amigo, según el documento. La Policía los detuvo, les quitó las bicicletas y los subieron a la patrulla. “Le disparan con una táser, la desnudan para requisarla. Es trasladada en patrulla hacia Teusaquillo sin permitir que llamaran a nadie. La dirección de DD. HH. se comunica con los policías, quienes no se quisieron identificar y les dicen que serían judicializados”, denuncian.
Así mismo, hay reportes de balas perdidas. Es el caso de Marcela Zúñiga y su hija, el nueve de septiembre, quienes según el relato no estaban participando en las protestas, solo salieron de su casa a verificar que el carro no tuviera daños. “A su hija le entró la bala y salió por el hombro izquierdo, pero a Marcela la misma bala le entró fracturándole la clavícula en la parte derecha; aún la tiene adentro. Son las 12 del día, se encuentran en la Clínica del Occidente y aún no le han hecho cirugía para sacar la bala. Ella perdió mucha sangre y la tienen únicamente con suero”.