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Julián Marulanda, exsecretario general de la UNP, fue acusado de corrupción en 2014 y un juez lo declaró inocente: “Querían matarme”
Marulanda sostiene que se trató de un montaje orquestado por el entonces director de la entidad, Andrés Villamizar; su mano derecha, Alonso Miranda, y una empresa contratista.
El mismo día en el que se enteró de que un decreto presidencial lo designaba como nuevo director de la Unidad Nacional de Protección, Julian Marulanda Calero, decidió abordar un avión rumbo al exilio.
Fue el 25 de agosto de 2014 cuando, informado de lo que se le venía encima y temiendo por su vida, decidió salir del país hacia los Estados Unidos.
Un día después de su partida, el 26 de agosto, el entonces director de la UNP, Andrés Villamizar, y el secretario de Transparencia de la Presidencia, Rafael Merchan (Q. E. D. P.), lo acusaron públicamente de ser el responsable de sobrecostos generados en la facturación y de liderar una red de corrupción al interior de la entidad para favorecer a contratistas a cambio de coimas.
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Convencido de que su vida corría peligro y que detrás de las denuncias había un supuesto “montaje” para desprestigiarlo y así evitar que llegara a la dirección de la entidad, Marulanda decidió defenderse desde el exilio.
Ocho años después de la tormenta, el pasado 2 de noviembre, la juez 42 penal del circuito lo absolvió de todos los cargos y lo declaró inocente.
SEMANA lo contacto en el sur de la Florida, donde vive actualmente. Desde allí, Marulanda contraatacó y señaló que detrás de toda su tragedia están el entonces director de la UNP, Andrés Villamizar, su mano derecha Alonso Miranda y una empresa contratista.
“Yo denuncié ante la Contraloría y la Fiscalía graves hechos de corrupción que comprometen a Andrés Villamizar y Alonso Miranda, ellos sintieron que les estaba pisando los callos y por eso armaron un montaje, junto a la empresa contratista Unión Temporal 3″, sostiene Marulanda.
Uno de esos hechos de corrupción, dice Marulanda, está relacionado con la remodelación de las instalaciones de la Unidad Nacional de Protección, en donde hubo una presunta sobrefacturación.
“El interventor de ese contrato fue Alonso Miranda y allí hubo sobrefacturación. Se compraron teléfonos, sillas y otros elementos por el doble y hasta el triple del valor real. Todo eso está en la Contraloría”, aseguró Julián Marulanda.
“Alonso Miranda, el hombre de confianza de Villamizar, se encargó de montar con una empresa ese sistema, pero todo fue un desastre porque se recibió a satisfacción un programa tecnológico que no existía y por el cual se pagó cerca de dos mil millones de pesos”, reveló.
Según Julián Miranda, Villamizar “abusó” de la UNP, pues asignaba esquemas de seguridad a personas que realmente no los necesitaban.
“La novia de Alonso Miranda tenía esquema de seguridad. Un funcionario de la entidad que se suicidó duró tres meses con esquema, y hasta al abogado de los Nule se le asignó protección. Todo esto por orden de Villamizar”, sostuvo Miranda.
De igual manera, expresó que guarda la ilusión de regresar nuevamente a Colombia, pero advierte que su viuda aún está en riesgo, pues, según él, sus enemigos son muy poderosos.
Por ahora, dice Marulanda, sus abogados evalúan la posibilidad de demandar al Estado, pues el daño que le causaron las falsas denuncias acabaron con su honra y su buen nombre.
SEMANA contactó al exdirector de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Andrés Villamizar, señalado por Julián Marulanda.
Villamizar sostuvo que acata y respeta los fallos de la justicia, que siempre ha atendido los requerimientos de los organismos de control y que, hasta la fecha, nunca ha sido investigado por hechos de corrupción.