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NAC ESMERALDERO | Foto: SEMANA

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Exclusivo | Se conoce video del primer atentado contra el esmeraldero Pedro Aguilar. La investigación avanza

Los detalles de la investigación por el asesinato del esmeraldero, a manos de un francotirador, a otros grupos en el mismo sector de las esmeraldas. 

Redacción Semana
6 de octubre de 2024

La guerra que tienen casada varios grupos de esmeralderos no ha tocado fondo. La investigación de la Fiscalía en la seccional de Bogotá reveló algunos detalles que podrían ayudar a identificar a los responsables de contratar un francotirador para acabar con la vida del esmeraldero Juan Sebastián Aguilar, conocido como Pedro Aguilar.

SEMANA conoció detalles de esa investigación y de allí salta un video que muestra el primer atentado que sufrió Aguilar, en su oficina en el norte de la ciudad, también a manos de un francotirador. La sentencia de muerte en su contra estaba cantada y el mismo asesino lo persiguió por meses, hasta que lo encontró en la puerta de su propia casa.

En el video, que hace parte de los elementos de prueba recaudados por la Fiscalía, se observa a Juan Sebastián Aguilar en una especie de balcón hablando por celular; cuando termina la llamada, se escucha un estruendo, como intrigado, mira para afuera y —despacio— ingresa a su oficina, donde otras personas están en una jornada de rutina, conversando, algunos sentados ante los escritorios. De repente, todo es caos.

Según los investigadores, un disparo impactó la ventana de la oficina, que es blindada. Las hipótesis son dos: el asesino falló por cuestión de segundos y centímetros, o se trataba de un mensaje para Aguilar. Una advertencia de que su vida estaba en la mira de un asesino experto y que ni siquiera las ventanas blindadas lo protegerían.

Como sea, el momento es angustioso y todas las personas corren a resguardarse, aunque fue un solo impacto en la ventana. Los investigadores a cargo recogieron declaraciones y elementos de prueba que concluyeron en detalle las circunstancias de modo, tiempo y lugar de ese atentado, la antesala para lo que ocurrió después, frente a la casa del esmeraldero.

El video estaba en poder de las víctimas y de la misma Fiscalía con el primer atentado. Era parte de las evidencias de una denuncia que no sirvió de nada en su momento, pero que ahora espera soportar la eventual judicialización de los responsables, una vez logren su identificación y captura.

Por ahora, el video con el primer atentado se suma a los hallazgos en el lugar de los hechos, del sitio donde se ubicó el francotirador, los resultados de balística forense y la necropsia al cuerpo del Juan Sebastián Aguilar, que concluyó un solo impacto de bala, de la misma que trató de atravesar la ventana de su oficina.

En los informes que conoció SEMANA respecto de la investigación que se adelanta por el asesinato del esmeraldero, los investigadores y forenses advierten que el arma utilizada era una calibre 762, un fusil de alto impacto que se disparó a 90 metros de distancia, en una zona boscosa diagonal a la entrada de la vivienda que apenas estrenaba la víctima.

Pruebas de la Policía judicial en el caso del esmeraldero asesinado en Bogotá.
Pruebas de la policía judicial en el caso del esmeraldero asesinado en Bogotá. | Foto: Archivo Particular

En los hallazgos, se concluyó que efectivamente se trató de un francotirador ubicado de manera estratégica para apuntar de forma directa al esmeraldero. En el sitio encontraron un mampuesto, una especie de trípode en el que el asesino reposó su arma para mantener la mira de manera constante y en dirección a la casa de la víctima. De igual forma, en la vivienda se encontró el proyectil que atravesó el cuerpo de Pedro Aguilar, se estrelló contra un espejo y terminó en el piso.

La Fiscalía continúa con las investigaciones en el propósito de establecer quiénes son los autores intelectuales del asesinato. Los hallazgos claramente apuntan a una confrontación armada entre grupos de esmeralderos que se disputan el control del mercado y extracción de las esmeraldas, lo que dejó en su momento el llamado zar, Víctor Carranza.