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Exclusivo | SEMANA habló con el conductor del Audi verde que terminó en un andén luego de chocar a un motoladrón: “Estoy aterrado”
El asunto es de miedo, siente pánico, no solo por el instante del robo, sino por lo que viene. Está a las puertas de un proceso judicial en su contra y teme que los motoladrones que tienen azotada la zona de Normandía busquen venganza.
Hace unos días, en redes sociales, se hizo viral un video en el que un lujoso carro Audi de color verde, en plena persecución a un ladrón en moto, terminó atravesando la avenida Rojas, en la de Normandía, hasta chocar con el sardinel. En el hecho murió el motoladrón y de inmediato las redes se llenaron de comentarios de admiración para ese hombre, por defenderse del atraco en el que —además— fue apuñalado, pero la procesión va por dentro.
SEMANA habló en exclusiva con el conductor del vehículo, quien se mantiene en el anonimato. Lo llamaremos Luis, para proteger su identidad y su vida. No puede hacer referencia a hechos particulares de la persecución porque está en líos judiciales, pero su testimonio es desgarrador.
Está aterrorizado, muerto del miedo, tanto como cuando fue atracado muy cerca de su empresa y ante el miedo insuperable y en una legítima defensa, inició la persecución que terminó en tragedia.
Pide justicia, él era la víctima, casi lo matan, acabaron con su vida, pero —irónicamente— ahora la Fiscalía lo tiene a las puertas de una imputación por la muerte del atracador motorizado, aunque no ha iniciado siquiera la investigación contra los miembros de la banda de ladrones en moto que azotan esa zona de Bogotá.
SEMANA: Luis, hace ocho días a usted le cambió la vida, lo intentaron robar, usted se defendió y el resultado fue lamentable. ¿Cómo fue ese atraco? ¿Qué fue lo que ocurrió?
Luis: Me encuentro en una situación crítica, en que yo soy víctima de un atraco, atentan contra mi vida; me abordan dos hombres de manera abrupta, uno de ellos me lanza una puñalada, la cual fácilmente hubiera podido terminar en mi muerte.
SEMANA: ¿Cómo fue ese intento de atraco? Descríbame la situación para entender la forma tan violenta en que usted fue atacado y por qué le generó ese miedo.
Luis: Me abordan abruptamente dos sujetos en motocicleta, uno de ellos se me lanza con un cuchillo, me lanza una puñalada —considero yo— a nivel de muerte, afortunadamente no terminó con mi vida en ese momento y, posteriormente, suceden los contextos que en su momento se van a aclarar.
SEMANA: Eso fue en cuestión de segundos, ¿por qué dice usted que sintió en riesgo su vida? ¿Cómo fueron esos instantes?
Luis: Literalmente me intentaron matar. Mientras ese sujeto me lanza esa puñalada, resulta que el otro —de manera directa— [dice]: “Mátelo, dispárele, si se mueve lo voy a matar”. Es una situación que fácilmente hubiera podido acabar con mi vida. ¿Quién no va a tener miedo? Es pánico.
SEMANA: ¿Qué sintió usted: temor, rabia, ganas de vengarse?
Luis: No, eso fue terrible. Sentí pavor. En este momento estoy angustiado, estoy en una situación que la vida me tomó un rumbo desafortunado. Todo lo que ha pasado a hoy, los temas de seguridad afectan, las amenazas, las represalias que puedan tomar estos delincuentes; definitivamente, más que temor, estoy aterrado, es una situación atípica, nunca había sufrido una situación tan desafortunada como esta.
SEMANA: Eso sucedió en muy cerca de su sitio de trabajo, ¿tiene miedo de represalias de la banda de ladrones?
Luis: Completamente, como le decía, estoy aterrado. Soy padre, soy hijo, soy hermano, tengo mi familia. Soy un ciudadano de a pie, trabajador, dedicado, una persona que está en desarrollo de sus proyectos laborales. Estoy aterrorizado de esta situación, la vida me cambió, no se lo deseo a nadie. ¿Cómo es que una vida de un ciudadano que quiere hacer las cosas bien se ve afectada de esa manera tan dramática? No puedo salir, tengo miedo de estos delincuentes, he escuchado de amenazas, he escuchado de muerte..., la verdad estoy aterrado.
SEMANA: Usted está muy cerca de un proceso judicial por su reacción, pasó usted de víctima a victimario. ¿Cuál es su llamado a la justicia?
Luis: Confío plenamente en la justicia, que esté de mi lado y no de los bandidos. Que los ciudadanos de a pie podamos disfrutar de una seguridad, de una vida normal, que podamos salir a la calle sin temor, sin el pavor de que nos van a asesinar, de que nos van a robar, de que nos van a rapar fácilmente la vida de una manera despiadada. La gente que día a día lucha por este país, lucha por sus sueños, por su trabajo, por sus vidas, por sus familias.
SEMANA: Su reacción a qué obedeció, ¿temor, rabia? Viendo los videos de las cámaras de seguridad, además de un intento de atraco, es un intento de homicidio en su contra…
Luis: Todo esto lo desencadena un escenario de miedo, de altísimo temor. Yo soy una persona que ha sido expuesta en temas de riesgo, en temas de hurto; puntualmente, en este caso, es una tentativa de asesinato. Le doy muchas gracias a Dios de haber salido con vida de esta situación. Desde el momento que me abordan, yo paso tres epicentros, el más fuerte, en el que fácilmente hubiera podido perder la vida, en el momento del atraco. También en el momento de la colisión, y cuando pienso en la represalia del otro delincuente que se fuga, hubiese podido llegar al lugar de los hechos, donde culmina la situación, y rematarme.
SEMANA: ¿Usted tenía miedo de que lo remataran en el lugar que se da el accidente?
Luis: Completamente, ese es uno de los escenarios que se hubiera podido dar, mi vida se hubiera esfumado ahí.
SEMANA: ¿Cómo está su familia?
Luis: Destrozada. Como le decía, nuestra vida infortunadamente tomó un rumbo lamentable. Tememos por nuestras vidas, tememos de una represalia, tememos salir, tememos continuar con nuestras responsabilidades, no tenemos escapatoria, no sabemos qué hacer. En cuanto a mi trabajo, me ha afectado el libre desarrollo de mis labores, no volví a la oficina.
SEMANA: Usted se levantó a trabajar como una persona común y hoy está con un brazo fracturado, con heridas de cuchillo en su cuerpo y con mucho temor. ¿Qué balance hace de esa situación?
Luis: Es lamentable, es una situación que tristemente —debo decir— afrontamos todos los ciudadanos día a día, que genera mucho miedo, mucha angustia, mucha incertidumbre, pero siempre con la confianza de que el Gobierno, a través de todas sus entidades, apoye al ciudadano de a pie, nos apoyen a nosotros los emprendedores, a los que trabajamos, que nos brinden las herramientas de seguridad, tranquilidad y ante todo una justicia que mitigue esta clase de situaciones frente a los delincuentes que se ven día a día.
El concejal Ángelo Schiavenato, quien también fue víctima de la inseguridad en Bogotá, defendió el actuar del dueño del Audi verde quien, en medio de un violento atraco, persiguió a los motoladrones y todo terminó en tragedia. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/yqOxOUK7Ft
— Revista Semana (@RevistaSemana) September 7, 2024
SEMANA: Si esto volviera a pasar, ¿qué reacción tendría usted?
Luis: Como yo contextualizo el nivel de mi vida, con este nivel de riesgo, con este temor, fácilmente podría decir que es un escenario de mucho terror. Yo tengo miedo. Con toda franqueza le puedo decir que tengo miedo de salir a la calle, de continuar mis labores, de continuar una vida normal, estoy incluso en asistencia y apoyo de psicólogo, porque esto es una situación que afecta en todos los contextos. Nunca había vivido una situación de estas, y le pido a Dios que nunca en la vida me vuelva a suceder.
SEMANA: ¿Tiene usted hijos? ¿Cuál es la afectación para su familia?
Luis: Me da mucha tristeza, porque tenemos que tomar de alguna manera distancia, medidas en las cuales no se vaya a comprometer mi hija ni todo mi núcleo familiar, divide incluso nuestra convivencia, nuestra libre relación, es una situación bastante difícil.
SEMANA: Hablemos de la palabra justicia, hay personas que han vivido lo que usted está atravesando, que terminan involucrados en problemas judiciales por un accidente como este, ¿es injusto?
Luis: Completamente. Yo insisto, confío plenamente en la justicia de Colombia, que me dé la razón en este contexto desafortunado. Que no les dé la razón a los delincuentes que se salen con la suya. Ellos se mofan de esta clase de situaciones; roban, atracan, son unos pillos y no sucede nada. La Policía, con sus grandes esfuerzos, los captura y desafortunadamente terminan libres para continuar delinquiendo.