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Exclusivo: SEMANA revela el impresionante mapa de los sobornos de Odebrecht por 80.000 millones de pesos; estas son las empresas y los protagonistas
SEMANA conoció los detalles de cómo Odebrecht dio plata a dos campañas presidenciales y coimas por 80.000 millones de pesos para quedarse con gigantescos contratos de infraestructura.
La semana pasada, el país conoció la magnitud de lo que fue el tsunami Odebrecht: 80.000 millones de pesos. A esa cifra llegaron los fiscales delegados ante la Corte Suprema que llevan meses siguiendo el rastro de la feria de billetes que la empresa dejó en cada contrato y licitación que buscó ganar como fuera. SEMANA conoció cada detalle desglosado de los sobornos: quién los entregó, a quiénes se los dieron y por qué medio llegaron.
Un dato que llamó la atención tiene que ver con las dos campañas presidenciales de Juan Manuel Santos, en 2010 y 2014. La Fiscalía tasó, por primera vez, el monto total de lo que recibió: 3.540 millones de pesos. El desglose es el siguiente. En 2010, a la campaña entraron 450.000 dólares, que se tasaban en ese entonces en 844 millones de pesos.
Se trata del giro que hizo la compañía a Impressa Group, una empresa panameña propiedad de Otto Félix Rodríguez y María Fernanda Valencia y que el país recuerda como el pago de los famosos afiches que reconoció el condenado gerente Roberto Prieto. En 2014, la empresa volvió a aportar. Lo hizo en dos giros. El primero fue supuestamente con el objetivo de financiar unas encuestas internas por un millón de dólares. Fueron entregados por medio de la empresa Paddington, administrada por Luis Alberto Peña Bernal. A su vez, esta subcontrató a la empresa Sancho.
El segundo giro fue por 850 millones de pesos y se hizo por medio de una empresa fachada en Argentina de propiedad de Víctor Eduardo López Cuéllar. Esa fue la plata intermediada por Otto Bula. El exsenador fue condenado a cinco años y medio de prisión, luego de que aceptara colaborar con la justicia. En 2014, Odebrecht también financió la campaña de Zuluaga. El monto fue de 1,6 millones de dólares, 3.045 millones de pesos en ese momento. A diferencia de la campaña de Santos, la plata fue girada por el departamento de Operaciones Estructuradas de la empresa Klienfield al publicista Duda Mendonça. Por esos hechos, recientemente la Fiscalía imputó al excandidato Óscar Iván Zuluaga y a su hijo David, quien fungió como el gerente.
Las campañas presidenciales fueron la cara más sonora y visible de la corrupción de Odebrecht, pero su objetivo era lograr los jugosos contratos de infraestructura con el Estado. El fiscal Francisco Barbosa entregó esta semana el balance del caso durante su gestión: 60 imputaciones adicionales, 16 escritos de acusaciones, 4 principios de oportunidad y 11 sentencias. “Hemos podido avanzar como nunca antes se había hecho”, sostuvo.
El alto funcionario detalló los dos nuevos frentes de trabajo. El primero, la llamada de imputación de cargos a 33 personas entre funcionarios de la ANI, por los otrosíes de la Ruta del Sol II. Y el segundo, el entramado de corrupción con el cual directivos de Odebrecht crearon una empresa criminal para entregar 80.000 millones de pesos en sobornos. En este último, el país investigará por primera vez a los ejecutivos brasileños que entregaron la plata y que no habían sido aún tocados por la justicia.
Para este trabajo, existe una matriz que muestra los detalles de cómo se repartió esa plata. Los investigadores lograron precisar cada giro dado en los diferentes contratos a los que le apostó Odebrecht al costo que fuera.
El primero es el contrato de Tunjuelo-Canoas. Se trata de un megaproyecto para la puesta en operación de un túnel para el sistema de alcantarillado de este tramo durante la administración del fallecido Samuel Moreno. El costo total de la obra era de 243.117.273.906 pesos. El soborno, según lo que se ha logrado probar, fue descarado y correspondió al 99,61 por ciento de un anticipo de 48.623.545.781 pesos.
En la Ruta del Sol II el proceso de sobornos fue mucho más sofisticado y se desprendió del contrato firmado el 14 de enero de 2010, por 2 billones de pesos, que tenía como fin cumplir el sueño de comunicar el centro del país con el Caribe colombiano a través de una vía.
“Se consolidó una empresa criminal paralela que logró esa adjudicación… El entramado delincuencial tenía tres fases: conseguir los megacontratos, modificar el objeto de contrato y, para ello, cancelar dádivas. Estas eran paWgadas a través de empresas offshore, ubicadas fuera del país y normalmente en paraísos fiscales”, explicó el fiscal Gabriel Jaimes. Odebrecht usó dos empresas para desembolsar la plata: Klieneld Services Limited e Intercorp Logiscs Ltda.
El giro de la plata se dio en diferentes etapas. La primera fue en la adjudicación. Allí, Odebrecht le dio 6,5 millones de dólares a Gabriel García Morales. El pago se hizo por medio de la empresa de Eduardo y Enrique Ghisays, Lurion Trading INC.
Otros dos millones de dólares se repartieron para lograr la estabilidad jurídica del contrato. Los destinatarios fueron Otto Nicolás Bula, Bernardo Miguel Elias, Antonio Guerra de la Espriella y Miguel Picco Pastrana.
La plata grande, sin embargo, se entregó en los otrosíes. La Fiscalía calcula que los sobornos para esa fase (en la adición del contrato y los otrosíes 1, 2, 4, 7, 9 y 10) alcanzaron los 117.782.567.475 de pesos.
En esa fase, los principales protagonistas son dos: Otto Bula y Federico Gaviria. Hay giros puntuales en poder de los investigadores. Para Gaviria, aparecen 8.512.863.840 en diciembre de 2013 y luego 512.195 dólares en 2014.
Este mismo año, en diciembre, hay otro giro de 2.540.801.590 pesos a Gaviria y a Bula. En junio de 2015, Bula recibió otros 2.727.000 dólares. Y luego, otra vez con Gaviria, recibieron 2.987.815.908 pesos adicionales. Los intermediarios de esas platas fueron las empresas panameñas Coast Helicopters Inc, Heliconte S.A, Consultores Unidos, Consorcio Sion, Técnicas Territoriales Urbanas TTU y Compañía Profesionales de Bolsa S.A.
La lista con los dos continúa. Entre diciembre de 2015 y marzo de 2016, Bula y Gaviria siguieron recibiendo los favores de la empresa. Bula tiene dos giros puntuales en este periodo. Uno por 2.292.697.000 pesos y luego otro por 1.639.680.000.
El Ñoño Elías aparece también varias veces en giros del 2014. Comparte uno con Federico Gaviria de 10.062.997.560 pesos. Y luego tiene uno solo de 7.604.759.999 pesos en diciembre de este mismo año. En el 2016, aparece de nuevo con 2.909.307.039, que comparte con Federico Gaviria. Y luego aparece Gaviria con el Ñoño Elías en un pago de 3.620.611.900.
La Fiscalía ha establecido, además, que en todo este proceso corrupto algunos funcionarios de la Agencia Nacional de Infraestructura que estuvieron encargados de proyectar, aprobar y materializar los deseos de Odebrecht habrían recibido en sobornos más de 1.028 millones de pesos. Luego, otros 53.000 millones de pesos en lo que tuvo que ver con el tramo Ocaña-Gamarra. En este apartado aparecen dos personas vinculadas a la empresa Inversores Profesionales: Marina de Nubila y Luis Bernardo Villegas.
El último capítulo tiene que ver con Navelena. La compañía pagó coimas para ejecutar un tráfico de influencias para el cierre financiero. El 1 de julio de 2016 giró 464.000.000 y luego y el 2 de septiembre de este mismo año, 464.000.000. El receptor del dinero fue de nuevo Otto Bula.
Con toda esta información, la justicia parece avanzar ahora en uno de los casos más vergonzosos de la historia del país, que permitió que los dos aspirantes a la presidencia y las grandes obras de infraestructura quedaran atrapados en los intereses corruptos de una compañía que no tenía límites.