Nación
Exgerente de la Koaj se enfrenta a una condena de 24 años de prisión por acoso sexual
La Fiscalía General le imputó el delito agravado a Brayan Medina, por las insinuaciones sexuales que constantemente tenía con una de sus trabajadoras.
La Fiscalía General le imputó los delitos de acto sexual violento y acoso sexual, los dos agravados, a Brayan Smith Medina Rueda, exgerente de la tienda Koaj, ubicada en el centro comercial Gran Plaza Bosa, en el sur de la ciudad de Bogotá. Esto por sus constantes actos de acoso y hostigamientos de contenido sexual a Juana Camila Pérez Amazo, quien trabajó duramente algunos meses en dicha sede.
La fiscal del caso indicó que Medina se expone a una pena que va entre los 10 y los 24 años de prisión. Esto debido a que se presentaron una serie de agravantes por parte del exgerente de la tienda hacía la joven durante los meses de marzo a agosto de 2020. Entre estos se destacan el hecho que en diversas oportunidades le puso de presente que él era el jefe y ella una “simple trabajadora”.
La fiscal reveló que el entonces gerente ejerció “tocamientos” en contra de la voluntad de la trabajadora en sus “senos, glúteos, cintura. Incluso en una oportunidad la quería obligar a darle un beso, bajándole para esto el tapabocas”. Todas estas situaciones generaron que la joven sufriera de inseguridad en su propio lugar de trabajo.
“Estuvo sometida a una coacción física y psicológica constante (...) Actualmente está en tratamiento psicológico por un acoso sexual y laboral no resuelto”, detalló la fiscal del caso al citar varios episodios de acoso dentro de la tienda. Cuando ella le reclamó Medina le indicó que “era una simple empleada” y que “como mujer no le iban a creer nada”.
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En otra oportunidad, Medina le tocó la cola mientras la joven atendía a varios clientes, cuando ellos se dieron cuenta de lo sucedido intentaron increpar al gerente, sin embargo, ella les manifestó que no lo hicieran debido a que podía despedirla y necesitaba el trabajo para vivir durante la pandemia. Esto, según reveló la Fiscalía, representa el miedo que ejercía Medina sobre su empleada, a quien le había dejado claro que él podía “sacarla” cuando quisiera y sin justificación alguna.
“Siempre le hizo saber que él era el jefe, que en Koaj no iban a hacer nada, intentando normalizar estos actos”, precisó la fiscal al citar las amenazas e intimidaciones que sufrió Juana Camila. “Creía que el hecho de ser el gerente le daba autoridad sobre la víctima (...) todos estos tocamientos en sus partes íntimas se realizaron contra su voluntad, le generaron un daño físico y psicológico”.
Tras las amenazas de denunciarlo, Medina aplicó otras acciones de acoso, entre estas, cambiarle los turnos de trabajo y modificarle su horario de almuerzo. Con esto quería quedarse a solas con ella dentro de la tienda y continuar sus comentarios morbosos y lascivos. “Ha estado incapacitada por el nivel de estrés frente a estos hechos, no veía cómo resolver esta situación, sufrió depresión, fue medicada y toda esta situación la lleva a un intento de suicidio. Se sentía en un estado de depresión”.
Tras la pregunta de la jueza 20 de control de garantías, Medina ―tras sostener una corta charla con su abogada― se declaró inocente de los delitos que le imputó la Fiscalía General.