CORRUPCIÓN
Así se configuró el soborno que compromete al exgobernador Álvaro Cruz y a su esposa
El abogado César Augusto Ramírez contó, en una diligencia ante la Fiscalía, el plan del exmandatario para infiltrar su proceso por el ‘carrusel de la contratación’.
El exgobernador Álvaro Cruz y el procurador Hernán Jovel Muñoz, orquestaron, según la Fiscalía, el que sería el plan perfecto para evitar que avanzara el proceso que se adelantaba en contra del mandatario por el denominado ‘carrusel de la contratación’.
Las fichas estaban bien puestas y el dinero también. Según las evidencias, el procurador Jovel tenía un contacto en la Fiscalía que se encargaría de cerrar el camino para que a Cruz le avanzara el proceso en su contra. Se trataría del abogado Augusto Ramírez Cuellar, amigo del vicefiscal general.
Para hacer este movimiento, el procurador exigió a Cruz 1.700 millones de pesos con los que incrementó su patrimonio, pero nunca pagó a los funcionarios que debían interceder en la investigación. Podría parecer un chiste, pero el procurador prácticamente 'tumbó' al exgobernador.
Con lo que no contaban los dos exfuncionarios es que el abogado resultó ser tan amigo del vicefiscal Perdomo, que acabó por contarlo todo.
En la trama apareció, supuestamente, la esposa de Cruz, la reputada abogada Luz Zoraida Rozo, quien habría sido la que pagó la millonaria suma para que se desviara la investigación.
El abogado Augusto Ramírez contó que lo buscaron para que ayudara a que el caso no se moviera hasta que Cruz acabara su mandato en diciembre del 2015. Incluso, reveló que para eso se ofreció una primera suma de 750 millones de pesos.
El abogado, quien terminó por convertirse en el testigo estrella del ente acusador en este oscuro episodio, reveló que en una reunión con el vicefiscal General, Jorge Fernando Perdomo, le preguntó por el proceso del ‘carrusel de la contratación’ y del caso de Álvaro Cruz en particular, pero que no obtuvo información.
El pago al testigo clave
El jurista contó que después se reunió con el Gobernador y con el procurador Jovel Muñoz y detectó que existían diferencias entre los dos, por el acuerdo económico.
“Le dije que el señor Cruz hablaba que le había entregado a él (procurador) 2.000 millones y yo le pregunté que dónde estaba la plata. Él me respondió que ese viejo hijueputa estaba diciendo mentiras y que no entregó sino 750 millones de pesos”, señaló el testigo.
Y siguió en su declaración. "Yo intenté averiguar cómo había sido la negociación real, porque no me cabía en la cabeza que un proceso de estos tan delicados, donde había tanto dinero de por medio, se hubiera arreglado por 750 millones de pesos no más. Quiero manifestar que Hernán era el que recibía la plata; no sé cómo lo hacía. Quiero decir que en la primera entrega me dio 250 millones de pesos”, señaló.
En el interrogatorio aseguró que la segunda entrega fue cercana a los 100 millones de pesos, para un total de 350 millones.
Según la Fiscalía, con ese dinero el abogado Augusto Ramírez y el procurador Jovel Muñoz compraron una casa que costó 225 millones de pesos: “Eso lo hizo para verme amarrado en el negocio y no decir nada”, declaró el testigo.
Por último, reveló que no tenía planes de ofrecerle dinero al vicefiscal Jorge Fernando Perdomo – su amigo- y que, por esa razón, al final lo puso al tanto de la situación.
Este hecho acabó por favorecerlo, pues con todas las pruebas aportadas logró un acuerdo con la Fiscalía y recibirá una rebaja en la sanción penal.
Ahora Cruz, su esposa y el procurador están enredados y ad portas de ir a la cárcel. Una penosa historia judicial.