ELECCIONES
¿Exguerrillero o ingeniero? Colombia elige a su nuevo presidente entre Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, ¿quién es quién?
Este domingo, los colombianos decidirán quién será el próximo presidente: Gustavo Petro o Rodolfo Hernández. Se trata de las elecciones más inciertas, agresivas y tensas de la historia reciente del país.
Después de una larga campaña política sumida en la más profunda polarización, llena de ataques hasta última hora, noticias falsas, estrategias de guerra sucia y mucho miedo, Colombia elegirá este domingo al nuevo presidente, en una segunda vuelta de infarto que protagonizan Gustavo Petro y Rodolfo Hernández.
El candidato del Pacto Histórico es un político curtido, de izquierda, exmilitante del M-19, con tres campañas presidenciales encima. Ha tenido una larga carrera como congresista y fue alcalde de Bogotá. A su turno, el ingeniero es considerado el outsider del momento. Fue alcalde de Bucaramanga y durante décadas ha sido un exitoso empresario de la construcción de viviendas. Su campaña enarbola la lucha contra la politiquería y la corrupción.
Todo estará en juego en estas elecciones. Los dos candidatos fueron escogidos por los colombianos el pasado 29 de mayo y ambos representan dos modelos de cambio. ¿Cuál es el que más le conviene al país? Petro propone un giro económico y social. Su plan de gobierno apunta a sacar adelante una reforma tributaria de unos 50 billones de pesos. La que se cayó en medio del paro de abril de 2021 buscaba recaudar la mitad. Sin embargo, eso no fue posible y hasta el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, tuvo que renunciar a su cargo. El candidato del Pacto Histórico asegura que esa dura carga tributaria recaerá sobre las 4.000 personas más adineradas. Algunos economistas consideran que una reforma tan drástica podría afectar negativamente la inversión extranjera, generar una estampida de empresarios hacia otros países, golpear la empresa privada y aumentar el desempleo.
Durante su campaña, Petro ha sido un crítico severo de lo que él mismo ha llamado el “capitalismo neoliberal”. Entre otras propuestas económicas, ha dicho que desde el primer día de su gobierno no aprobará ni un solo contrato más de exploración petrolera. Varios expertos consideran que esta es una medida peligrosa por cuanto impactaría gravemente los recursos de la nación para atender las necesidades sociales. También ha hablado de la posibilidad de la emisión de billetes por parte del Banco de la República y ha tenido que batallar con el temor que causan sus propuestas de redistribución de la tierra y que encendieron las alarmas en varios sectores de la población.
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Otro tema controversial es qué sucedería con las pensiones de los colombianos. El modelo que Petro defiende es el mismo que fracasó en Argentina. Por esa razón, los fondos privados de pensiones han lanzado una alerta en medio del debate político argumentando que ningún Gobierno puede disponer de los 350 billones de pesos del ahorro pensional. De ser así, estaría en riesgo el futuro de las mesadas de los adultos mayores y la pensión de los jóvenes.
A pesar de las falencias del sistema de salud en Colombia, este, sin duda, es catalogado como uno de los mejores en América Latina. Petro ha dicho que acabará con las EPS. Si esto ocurre, ¿cuál sería el futuro de la salud de los colombianos?
En materia social, el líder de izquierda asegura que pretende entregar un subsidio de 500.000 pesos mensuales a las madres cabeza de familia, al igual que a los adultos mayores. Asimismo, ha prometido que será el Estado el que le dará empleo a quien lo solicite. Estas propuestas han suscitado una pregunta constante durante la campaña: ¿de dónde sacará Petro todos esos recursos para que sus ideas se conviertan en realidad?
En cuanto a la seguridad, el candidato del Pacto Histórico ha sido un crítico irremediable de la fuerza pública, a tal punto que desde hace años se comprometió con acabar el Esmad, el mismo cuerpo de seguridad que protegió a los ciudadanos durante el peor y más violento paro en décadas. Los excesos en ese entonces fueron cometidos, principalmente, por la primera línea y algunos grupos armados ilegales, como las disidencias de las Farc, el ELN y la Segunda Marquetalia. Algunos miembros de la fuerza pública que abusaron de su autoridad han sido procesados.
En medio de una Colombia infestada de narcotráfico y grupos armados ilegales, Petro también ha dicho que, si tiene que disminuir el presupuesto del sector defensa, lo haría. Su intención es dialogar con estas organizaciones criminales, tal como lo hizo Juan Manuel Santos con las Farc. Como Petro ha manifestado que necesita mínimo 12 años para concretar su propuesta de una nueva Colombia, muchos temen que, emulando a otros gobiernos de izquierda, como los de Hugo Chávez, Daniel Ortega y Evo Morales, intente quedarse indefinidamente en el poder. De hecho, Petro era un ferviente convencido en su campaña de 2018 de convocar a una asamblea nacional constituyente. Aunque ahora lo descarta, todavía algunos piensan que esa puede ser una estrategia y que, estando en la presidencia, podría volver a cambiar de opinión para intentar modificar la Constitución.
El país tampoco olvida la imagen de Petro con una bolsa llena de fajos de billetes.
La propuesta de Rodolfo Hernández, entre tanto, tiene una matriz y parte de la base de que la cura de todos los males pasa necesariamente por acabar con la corrupción. El ingeniero insiste en que hay plata en el presupuesto para atender las necesidades de los más pobres, pero el primer paso es terminar con la “robadera” y “quitarles la chequera de la nación a los corruptos y politiqueros”. Propone que el Estado se apriete el cinturón en sus gastos de funcionamiento como nunca antes. Para ello, ha dicho que estudiará a fondo si hay que hacer un recorte de embajadas y consulados. Igualmente, ha hablado de vender la flotilla de aviones y helicópteros del presidente, convertir la Casa de Nariño en un museo itinerante de arte y pagar todos sus gastos personales y de la familia presidencial de su propio bolsillo.
Hernández ha prometido que donará su salario para que sea invertido en becas para los jóvenes más vulnerables. De hecho, una de sus obsesiones ha sido comprometerse con los estudiantes que viven una pesadilla por no poder pagar los créditos del Icetex. Por eso prometió condonar sus deudas y que puedan estudiar de manera gratuita. El candidato de la Liga Anticorrupción quiere eliminar los exámenes de admisión en las universidades públicas para que todos los estudiantes puedan tener las mismas oportunidades.
Hernández ha propuesto una revolución en el campo con la construcción de modernas casas para los labriegos bajo el proyecto Casa Mi Fortuna. Un modelo de esas viviendas se exhibe en Piedecuesta, Santander, de donde es oriundo el candidato, y se convirtió en una sensación debido a la cantidad de visitantes e interesados. La otra gran iniciativa se llama Ciudad Justicia, se edificaría en el Vichada y se destinaría a la rehabilitación de miles de presos que congestionan hoy las cárceles. Se trata de una ciudadela productiva. Otra de sus propuestas centrales es reducir el IVA del 19 por ciento al 10 por ciento y no impulsar una nueva reforma tributaria. Su lema constante ha sido “no robar, no mentir y no traicionar”.
Mientras que Petro se ha unido al santismo y sus principales alfiles vienen de la política tradicional, como Roy Barreras, Alfonso Prada, Piedad Córdoba, Ernesto Samper y Juan Fernando Cristo, entre otros, Hernández ha rechazado todas las alianzas y ha mantenido su candidatura como independiente. Cuando pasó a la segunda vuelta, quisieron etiquetarlo como “uribista”, pero esa mentira se cayó de su propio peso.
Hoy el uribismo no tiene candidato presidencial y votará por el ingeniero por el antipetrismo y porque ven en él la única alternativa para evitar que Petro llegue a la Casa de Nariño. Hernández ha dicho que gobernará con los mejores y se rodeará de expertos en cada materia. Así como el talón de Aquiles de Petro ha sido haber pertenecido al M-19, el grupo terrorista que se tomó el Palacio de Justicia, donde murieron casi 100 personas, entre ellas 11 magistrados, en el caso del ingeniero sus críticos le sacan en cara el proceso judicial que enfrenta por el escándalo de Vitalogic y lo relacionan con Donald Trump. Además, ha tenido que responder durante la campaña por haberle dado una bofetada a un concejal de Bucaramanga en sus épocas de alcalde, y se ha tenido que disculpar por algunos excesos verbales.
La recta final de la campaña se desarrolló en medio del escándalo de los ‘petrovideos’, la mayor filtración política de los últimos 28 años desde los narcocasetes que dieron origen al proceso 8.000 en el Gobierno de Ernesto Samper. En este caso, los videos publicados en exclusiva por SEMANA dejaron al descubierto la guerra sucia utilizada como estrategia por la campaña de Petro contra sus principales contendores, que fueron dejando en el camino, y que también pusieron en marcha muchos de sus alfiles y miles de sus militantes contra Rodolfo Hernández, especialmente en las redes sociales.
A Federico Gutiérrez quisieron mostrarlo como un “depravado” y buscaron, además, relacionarlo con el narcotráfico y culparlo de la inseguridad de manera injusta, así como etiquetarlo como el “Duque II” y “el candidato de Uribe”. Por su parte, a Hernández, desde la campaña del Pacto Histórico con Sebastián Guanumen como protagonista, planearon desprestigiarlo al presentarlo como “machista”, “uribista” y generaron ataques mediáticos y en redes sociales utilizando el secuestro y la desaparición de su hija, Juliana, para tratar de liquidarlo y mostrarlo como un mentiroso.
El escándalo de los ‘petrovideos’, que hasta ahora ha copado la conversación en las redes sociales, deja varias dudas que solo la justicia podrá resolver. Un tema polémico tiene que ver con un video en el que Roy Barreras acepta que tenían conocimiento de las visitas de Piedad Córdoba a los extraditables en las cárceles para ofrecerles la no extradición si Petro ganaba la presidencia.
Las escandalosas palabras de Clara López, diciendo que Petro podía asegurar que no iba a modificar la extradición, pero cambiar de opinión ya como presidente, también provocaron mucha desconfianza entre los ciudadanos, al igual que las dudas que dejó Barreras buscando atajar un escándalo ante el embajador de Suiza. ¿Tiene que ver acaso con Juan Carlos Montes, el hombre que grabó a Petro con fajos de billetes en una bolsa y que al parecer está en ese país? Todo esto está ligado al escándalo del “perdón social”, que se desató tras conocerse que Juan Fernando Petro, el hermano del candidato, visitó a condenados por corrupción, parapolítica y masacres en La Picota para hablar de esa polémica propuesta.
La otra duda está relacionada con la posible financiación irregular de la campaña de Petro por parte de algunos empresarios, como es el caso de Christian Daes, quien, según los ‘petrovideos’, les pagaba a la jefe de comunicaciones de Petro y a otras tres personas. También está el asunto de Supergiros, de quien Barreras aseguró que había aportado para la primera vuelta y estaba lista para apoyar la segunda con 500 millones de pesos.
Dicho aporte no aparece en los libros presentados ante el Consejo Nacional Electoral. Daes y Supergiros lo niegan todo. El último episodio que sacudió la agenda esta semana tiene que ver con un video publicado por el portal Los Irreverentes, en el que Verónica Alcocer, esposa de Petro, dijo que las mujeres periodistas llegan como reporteras a los medios y deben enredarse con los dueños para ascender. Las palabras desataron una tormenta y fueron calificadas como machistas y denigrantes contra las mujeres colombianas.
El ambiente para este domingo es muy tenso. Los organismos de inteligencia tienen información de que algunos violentos tendrían planes para alterar el orden público. Al final, los dos candidatos, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, tendrán una gran responsabilidad: aceptar el resultado, cualquiera que sea, en pro de la democracia y el orden. El ingeniero ha dicho que acatará la decisión de los colombianos en las urnas, pero Petro sí ha dejado en el ambiente que podría no aceptarla. El candidato del Pacto Histórico ha hablado permanentemente de la posibilidad de un fraude este domingo.
Los colombianos tendrán dos opciones sobre la mesa cuando acudan a las urnas: votar por un exguerrillero o un ingeniero, frase que acuñó Juan Carlos Echeverry, ministro de Hacienda del Gobierno Santos. Los colombianos ya saben quién es quién y en sus manos está el nombre del nuevo presidente de Colombia, que gobernará hasta 2026.