NACIÓN

Exhumados los últimos cuerpos del cementerio de La Macarena

Los nuevos hallazgos se suman a las 386 personas no identificadas

24 de octubre de 2021
Cementerio de La Macarena, foto suministrada por Colectivo de Abogados José Alvéar Restrepo.

El Grupo de Búsqueda, identificación y entrega de personas desaparecidas de la Fiscalía fue el encargado de las últimas exhumaciones en el cementerio Nuestra señora de La Macarena en el departamento del Meta, donde además se realizó el traslado de 70 cuerpos que se encontraban en las bóvedas y osarios de este lugar hasta los laboratorios en Bogotá para continuar el proceso de identificación.

“Estamos adelantando tres ejercicios con las víctimas de desaparición forzada: exhumación, la jornada institucionalmente de atención a las víctimas de desaparición forzada con tomas de muestras biológicas y la conmemoración con la primera audiencia pública en esta región en la que denunciamos la existencia de 400 personas inhumadas como no identificadas”, dijo Carolina Hoyos, abogada del Colectivo OFB, quien agregó que se adelantan conversaciones para que se realice un monumento en homenaje a las víctimas de la guerra.

Con este trabajo se concluye un proceso de 11 años en los que se pudo recuperar 386 cuerpos para su posterior identificación durante nueve jornadas, restituyendo a las familias de 40 personas que se encontraban desaparecidas.

La reubicación de los cuerpos a las bóvedas y osarios se realizó como medida de protección ante el posible riesgo de pérdida. Dichas bóvedas se construyeron en el año 2015: “Para nosotros, exhumar y al menos tener dónde resguardarlos para que no quedaran ahí en el suelo era muy importante, los cuerpos que están en las bóvedas aún no se han identificado, pero ya se han podido identificar y entregar algunos a sus familiares y eso ha sido gracias al proceso de identificación en laboratorio que hemos venido adelantando”, explicó Diego Casallas, antropólogo forense del GRUBE, quien ha estado en el proceso durante esta década.

Esta última fase del proceso de exhumación de los cuerpos documentados permitió que el equipo forense de la Fiscalía trasladara 70 cuerpos ubicados en las bóvedas para el laboratorio en Bogotá con el fin de adelantar el proceso de análisis e identificación.

Estoy en la búsqueda de los restos de mi hijo que al parecer están en este cementerio y le pido mucho a Dios que en estas exhumaciones lo encontremos, porque la guerra fue muy injusta con nuestros hijos. Nosotras no parimos hijos para la guerra, sino para que salieran adelante y no que los mataran como combatientes. La guerra nos arrebató la felicidad. Mi hijo solo era un niño de 15 añitos”, dijo entre lágrimas Eulalia Luango Rodríguez, familiar de cinco de las víctimas de la violencia que aclaró además solo haber encontrado a dos de sus seres queridos.

Además se realizó una jornada interinstitucional de atención a víctimas, documentando los casos de más de 80 de ellas: “El 2 de septiembre del 98 mi hijo salió con un vecino a la vereda la Esmeralda en el Meta para coger café para el fin de año. Desde ese entonces no sé nada de él y guardo la esperanza de que con esta unidad de búsqueda lo encuentre. También perdí a mi hermano menor, reclutado en la vereda El Triunfo. Se lo llevó un miliciano a quien decían “el compa”. Mi madre sufre mucho”, declaró Ana Delia Galindo.

Esta jornada y las labores forenses fueron acompañadas por el Colectivo Sociojurídico Orlando Fals Borda-Colectivo OFB, que viene acompañando a varios familiares de víctimas de desaparición forzada, quienes realizaron un acto simbólico y una eucaristía en memoria de las víctimas: “La desaparición de mi hija Maritza Llanos, 20 años sin saber de ella y yo buscándola. Desapareció en Monterrey, Casanare, cuando se fue a vivir como una tía a Villa Nueva. No he sabido nada de ella y en este cementerio espero tener alguna noticia”, declaró esperanzada Luz Yaneth Llanos.