Nación
Expertos aseguran que automedicación en Colombia aumentó un 80 % por la pandemia
Por la covid-19, muchos pacientes prefieren no salir de casa y recurrir a medicamentos de fácil acceso. Esta práctica no es recomendable y puede tener efectos nocivos a largo plazo.
En Colombia es normal que las personas tomen medicamentos por iniciativa propia para tratar dolores crónicos. Sin embargo, según los expertos esta es una práctica poco recomendable que aumentó por la pandemia.
La información falsa en internet, los supuestos tratamientos que personas cercanas recomiendan o las cadenas de WhatsApp, que no tienen ningún rigor científico detrás, así como el desconocimiento del dolor crónico y la facilidad para comprar medicamentos en el país, son algunos de los motivos principales para la automedicación.
“Colegas coinciden en que 8 de cada 10 pacientes que atendemos en consulta se han automedicado, cambiado las dosis sugeridas o adicionado otros medicamentos a sus tratamientos. Esta cifra podría ser incluso mayor (9 de cada 10) en personas que padecen dolores crónicos. En este contexto, podríamos inferir que la automedicación en el país habría aumentado hasta en un 80 % desde que inició la pandemia”, afirma la doctora Catalina Baena, médica especialista en dolor y cuidado paliativo.
De acuerdo con ella, por cuenta de la covid-19 y sus efectos indirectos de prevenir a las personas de salir de casa e ir a centros de salud, los pacientes con molestias crónicas se estarían automedicando.
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En ese sentido, la doctora Baena agregó: “Desde el inicio de la pandemia prácticamente todos los esfuerzos del sistema de salud se han focalizado en la atención de quienes se contagian. Esto ha derivado en un aumento muy significativo de personas que no han podido continuar sus tratamientos, no han sido atendidas o no han recibido un diagnóstico oportuno. Esta falta de seguimiento y cuadros de dolor permanentes han incentivado la automedicación, situación que nos preocupa por sus innumerables riesgos”.
A propósito, Felipe Mejía, presidente de la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor (ACED) aseguró que tomar medicamentos de fácil acceso como analgésicos y antiinflamatorios sin ninguna asesoría especializada es muy peligroso, entre otras cosas porque el alivio temporal que estos producen oculta las enfermedades de base que lo ocasionan, lo que prolonga un diagnóstico preciso y hace crónico el dolor.
En cuanto a lo anterior, Baena indicó que el abuso de medicamentos puede incrementar la intensidad de los síntomas, prolongando el padecimiento por meses o años. “Un buen ejemplo es el dolor lumbar crónico: el paciente toma analgésicos todos los días y se presenta lo que se conoce como un fenómeno de rebote en el que el dolor aumenta y puede ocasionar daños irreversibles, afectando aún más su calidad de vida”, explicó.
El hecho de que un dolor se vuelva crónico es solo uno de los efectos adversos generados por la automedicación. El consumo recurrente o en altas dosis y la combinación de medicinas sin supervisión médica también puede provocar que las sustancias se acumulen en el organismo y causen complicaciones como sangrado gastrointestinal, falla renal, daño hepático (hígado) o problemas cardiovasculares, especialmente entre pacientes de edad avanzada o con patologías preexistentes que ya son tratadas con otras medicinas base.
Debido a lo anterior, los expertos recomiendan que, mientras el paciente recibe atención personalizada de un profesional en manejo del dolor, las medidas no farmacológicas pueden ser de gran utilidad: actividad física leve, estiramientos, masajes con hielo o compresas calientes.
“Lo más importante es evitar el diagnóstico y las sugerencias de personal no especializado. Siempre la mejor alternativa para alguien con dolor crónico será la revisión oportuna de un profesional. Es una realidad que la covid-19 afectó la forma en que hacemos seguimiento a estos pacientes; sin embargo, nos hemos preparado y estamos haciendo un gran esfuerzo para fortalecer la consulta externa (presencial o remota) y así garantizar la atención y tratamiento adecuado de cada persona”, consideró la doctora Sandra Liliana Parra, presidenta de la Asociación Colombiana de Cuidados Paliativos.