MEDIO AMBIENTE
La explotación minera que aterra a los habitantes de Suesca
Los residentes de este municipio reclaman a la CAR haber otorgado una licencia de explotación a cielo abierto sin tener en cuenta que se afectan “orquídeas, anfibios y humedales”. La Corporación asegura que no es así.
La protesta en Suesca no es nueva. Desde el 2002, cuando llegó Cementos Tequendama a instalar su fábrica en ese municipio cundinamarqués, muchos de sus habitantes viven inconformes. Y no es para menos. Lo que empezó con una promesa de brindar trabajo a la comunidad y no afectar la salud de ninguno, se convirtió -según contaron- en un "monstruo" que les hace daño y que tiene un tamaño que compite con el casco urbano del municipio.
Pero ese no es el mayor problema. El verdadero caos, para ellos, empezó en octubre del 2014 cuando la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) le otorgó una licencia a esta empresa para la explotación de arenas silíceas a cielo abierto en 282 hectáreas del municipio.
Desde ese momento la comunidad empezó a moverse y, con 13 recursos de reposición, logró evitar durante dos años que empezara la explotación de minerales en el territorio.
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Sin embargo, este mes la CAR ratificó el permiso de explotación. Con la licencia ambiental 2274 autorizó primero la explotación minera de 15 hectáreas. “Un área equivalente al 9,5 % del título minero”, manifestó la Corporación.
La noticia, como era de esperarse, generó indignación. Este lunes 24 de octubre, desde la 9:00 de la mañana, decenas de habitantes se plantaron a las afueras de las oficinas de la CAR en Bogotá para "exigirle a la entidad que responda por qué le otorgó licencia ambiental al proyecto de minería a cielo abierto. (...) sin tener en cuenta que la zona es un ecosistema con características de humedal", decía la invitación a la protesta.
Según Otto Wumderlin, vocero del comité ciudadano, la CAR nunca los tuvo en cuenta para tomar la decisión. “En la zona que se hará la explotación hay orquídeas, anfibios y humedales que no fueron mencionados en el estudio de impactos ambientales de la CAR. En una visita que hicimos con ellos a ese lugar, a la que nos acompañó un biólogo del Instituto Humboldt, encontramos 12 variedades de orquídeas. Eso nunca lo incluyeron”, dijo a Semana.com.
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Contó que después de esa visita, planearon una reunión para el pasado 19 de octubre, pero “los delegados de la CAR no llegaron”. Según explicó, estuvieron con el alcalde, representantes de la Procuraduría, del comité ciudadano, pero nunca estuvo ningún miembro de la corporación.
“Por eso la Alcaldía tomó la decisión de detener unos días más la explotación, hasta que la CAR se pronunciara. Nos pareció indignante que no nos tuvieran en cuenta”, reclamó.
En imágenes: La minería es el terror de los habitantes de Suesca
Sin embargo, Néstor Guillermo Franco, director de la Corporación Autónoma Regional, aseguró que "el permiso de explotación se dio ceñido con base en los lineamientos normativos de licencia ambiental, donde la CAR revisó el estudio de impacto ambiental presentado por el peticionario, realizó 12 conceptos técnicos con los equipos interdisciplinarios de la entidad, organizó audiencia pública con más de 160 personas de la comunidad”.
Así mismo, afirmó que la Procuraduría Judicial y Ambiental de Cundinamarca está como un tercero verificando el desarrollo del “trámite”. “Se resolvieron 14 recursos de reposición, entre otras acciones que soportan la decisión de licencia”, dijo.
Los habitantes de Suesca no piensan ceder. Por eso la CAR, Cementos Tequendama, representantes de la Alcaldía y los integrantes del Comité harán el próximo miércoles una visita interdisciplinaria al terreno y verificarán juntos qué especies de flora y humedales se afectan con la licencia. Ese día se definirán muchas cosas.
Vea el video de por qué la minería se volvió el terror de Suesca: