TRANSPORTE

Explotó el drama de los mototaxistas en Cartagena: ¿tienen la razón?

El reciente decreto que regula la actividad del mototaxismo en Cartagena ha generado una ola de protestas contra el alcalde William Dau. La movilidad está paralizada.

5 de marzo de 2022
    Las protestas en Cartagena han escalado al cierre de vías principales y vandalismo contra buses de Transcaribe. Las pérdidas ascienden, en principio, a 600 millones de pesos.
Las protestas en Cartagena han escalado al cierre de vías principales y vandalismo contra buses de Transcaribe. Las pérdidas ascienden, en principio, a 600 millones de pesos. | Foto: .

El alcalde de Cartagena, William Dau, vive uno de sus periodos más traumáticos al frente de la administración distrital, y no solo por sus constantes encontronazos verbales con miembros del Concejo y el contralor de esa ciudad, sino porque tiene una bomba social a punto de estallar por cuenta de sus recientes medidas restrictivas contra el gremio de mototaxistas.

Se trata del decreto 0279, que impide, entre otras cosas, la circulación de motos en la Avenida Pedro de Heredia, principal vía de Cartagena. Esta situación desató la ira de los mototaxistas, que desde el pasado lunes han protagonizado bloqueos, quema de llantas y plantones. La movilidad está colapsada.

Las protestas son cada vez más violentas, a tal punto que al menos 35 buses de Transcaribe resultaron vandalizados y esa empresa reportó pérdidas materiales por más de 600 millones de pesos. Frente a esto, el alcalde Dau le echó más sal a la herida y trató de terroristas al gremio de mototaxistas.

“Amenazan con encender el CAI de la Policía, buses de Transcaribe y hasta de atentar contra edificios donde funcionan sedes del Distrito. Al parecer ya están planeando acciones terroristas”, dijo el mandatario, quien agregó que, en principio, las medidas restrictivas se mantendrían. Desde la primera protesta, los plantones y actos hostiles en Cartagena no han cesado por parte de los mototaxistas.

Aseguran que hay alrededor de 85.000 personas que trabajan en esta actividad y que impedirles la circulación por la principal vía “es una sentencia de muerte”. “Nosotros ganamos 30.000 pesos diarios, y eso si trabajamos duro todo el día, pero ahora con estas nuevas medidas vamos a aguantar hambre. Se aumentarán los robos, sicariatos y demás porque la gente no encontrará opciones claras de trabajo”, le contó a SEMANA Darío Arrieta, vocero de los mototaxistas de Cartagena.

Y añadió: “El Distrito, sin ningún tipo de estudios, ni bases científicas, produce unas medidas, eventualmente legales, de corte ilegítimo. Ese decreto que restringe al mototaxismo es ilegítimo porque no cuenta con la aceptación de la sociedad. Muchos vivimos de esa actividad económica en una ciudad que nos discrimina y que no nos da oportunidades de trabajo”.

El gremio pide una reunión urgente con el alcalde para encontrar una solución, pero esa mediación, por el momento, es algo lejano. A la puja también entró el Concejo de la ciudad, que le pidió a Dau escuchar los reclamos. El cabildo en pleno mostró su respaldo a los mototaxistas.

“Si bien rechazo los actos vandálicos, soy consciente del gran número de cartageneros en pobreza extrema y que hay más de 70.000 mototaxistas en Cartagena, lo que se traduce en un gran número de familias con la que se está jugando con su comida, al tramitar el tema como un problema de movilidad. No hay política pública distrital y las metas de los recursos para atender a los jóvenes están en cero”, sostuvo el concejal Sergio Mendoza.

La jugada del alcalde Dau para responder a las quejas de algunos ciudadanos cercanos a la Avenida Pedro de Heredia, que desde hace meses pedían el desmonte del mototaxismo en esa zona, no le está saliendo del todo bien. La Confederación General del Trabajo también arremetió contra el mandatario.

El problema del mototaxismo tocó igualmente a las puertas del Ministerio de Transporte, que se pronunció para tratar de mediar y evitar más ataques contra el sistema de transporte público. Así las cosas, Dau se encuentra en una encrucijada producto de sus decisiones: recular el decreto le traería problemas de orden social con los residentes de algunas zonas que están cansados del alto volumen de motos, pero mantenerla es condenar a gran parte de la población cartagenera a caer en los números rojos de pobreza extrema. Además, los índices de desempleo se dispararían considerablemente.