Judicial
Expresidente Álvaro Uribe insiste en que se le han vulnerado sus derechos procesales y pide que se declare la nulidad
El exmandatario considera que la imputación en su contra no ha sido clara y, hasta la fecha, no sabe por qué lo vincularon.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez presentó varios cuestionamientos a la acusación que la Fiscalía General hizo en su contra por los delitos de soborno, soborno en actuación penal. Para el exmandatario, desde la indagatoria en octubre de 2019, la Corte Suprema le puso sobre la mesa unas acusaciones sobre la mesa y jamás se le permitió realizar las aclaraciones.
De manera sorpresiva, en esa oportunidad, la Corte Suprema le señaló que ya era imputado, esto pese a que la narración de los hechos nunca fue clara ni coherente. “Yo me dije, ¿pero soborno de testigos? Yo acá nunca intenté sobornar a un testigo, lo que hice fue pedir unas verificaciones de una información que me llegaba, que el señor fiscal las ha ignorado completamente”.
El expresidente Álvaro Uribe, habló sobre la nuevo delito que incluyó la Fiscalía en la acusación por la presunta manipulación de testigos. El exmandatario aseguró que no hay pruebas del supuesto soborno. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/cVq0kiUQvu
— Revista Semana (@RevistaSemana) May 24, 2024
Igualmente, indicó que desde el primer día les pidió a las autoridades judiciales que investigaran. “Fraude procesal, ¿pero por qué? Si yo lo que hacía era mandar todo a la Corte para que la Corte investigara”.
En este sentido, manifestó que la imputación “no fue clara, concisa, no se me dijo: ‘Señor Uribe, usted está inmerso en estos hechos y por eso lo imputamos’. No, acá no hay congruencia”.
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Para Uribe, en estos últimos años ha sufrido todo tipo de señalamientos calumniosos, injuriosos y desobligantes por parte del senado Iván Cepeda Castro; el exfiscal General, Eduardo Montealegre; y el exvicefiscal Jorge Fernando Perdomo.
Con todo esto han buscado un “daño reputacional” para afectar su carrera política, su buen nombre, la honra de su familia y su integridad. Prueba de esto es la disminución en su popularidad ante la opinión pública, recordando que tras acabar su Gobierno, en el año 2010, tenía cifras récord.
“Esto sí es un daño reputacional, un daño al buen nombre de la mayor gravedad”, aseveró el exmandatario. “Le pido, señora juez, que considere estos argumentos presentados sin el rigor jurídico con que los presentó el doctor Jaime Granados, como unos argumentos para que usted tenga la bondad de considerar la nulidad y muy especialmente la nulidad de esa acusación de ese soborno, y para que tenga la bondad de considerar nuestra oposición a las víctimas que se han postulado”.
En su respuesta a los señalamientos en la audiencia del pasado viernes 17 de mayo, recordó que siendo fiscal General, Eduardo Montealegre él le pidió junto al abogado Jaime Lombana que investigara a todos esos testigos que lo señalaban de tener vínculos con paramilitares.
Todo esto, porque esas acusaciones eran calumniosas y no tenían ningún soporte. Sin embargo, todas sus peticiones fueron rechazadas o ignoradas y hoy está en el banquillo de los acusados pese a que había reclamado todas estas irregularidades.
Frente al senador Iván Cepeda recordó que en la década de los 80 fue “amigo de su padre”, el senador de la Unión Patriótica, Manuel Cepeda Vargas. “Controvertimos en el Senado de la República”. Por eso, no sabe en qué momento Iván Cepeda empezó a considerarse una “víctima” de Uribe.
“Yo nunca había mencionado al doctor Cepeda. Tuve que empezar a combatirlo con sus excesos contra mí”, manifestó el expresidente, que espera que se declare la nulidad de este proceso por las reiteradas vulneraciones a su derecho a la defensa y al debido proceso.