NACIÓN
Expresidente Uribe cree que Ley de Tierras genera "odio y pánico"
El exmandatario consignó sus opiniones en un carta que el envió desde EE.UU. al exministro Fernando Londoño Hoyos y allí señala que "está bien regresarle la tierra a quien fue despojado" pero "hace daño la agitación que puede conducir a los nuevos odios".
El expresidente Álvaro Uribe consideró el sábado que con la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras se hace proselitismo político y se generan odios y pánico entre empresarios del campo y los campesinos.
"Me parece que la nueva legislación, y el proselitismo político que la acompaña, están creando el riesgo de generar nuevos odios contra los empresarios del campo, que ya se venían superando", señaló Uribe en una carta a quien fue su primer ministro del Interior, Fernando Londoño Hoyos.
Según Uribe, la norma promovida por el Ejecutivo, que entró en vigencia el pasado primero de enero y que pretende devolver unas 3,5 millones de hectáreas despojadas a labriegos hasta el 2014, deriva también en pánico.
Asimismo considera que la guerrilla de las Farc "no ha tenido influencia en el campesinado, menos en los últimos años" pero sí "ha sido un verdugo de los campesinos".
Indicó enseguida que con las "reformas a la ley de extinción de dominio, la ley de justicia, paz y reparación, y nuestra política frontal contra el narcotráfico, se frenó al narcotráfico de adquirir propiedad, especialmente rural".
Así, señaló, "se dotó al ordenamiento jurídico de instrumentos para recuperar la tierra mal habida de cualquier origen y regresarla al Estado o a legítimos propietarios despojados".
"No es bueno para el país que sectores del capital no vinculados al campo, en compañía de alguna tendencia de pose de izquierda, desorienten a la comunidad nacional e internacional", añade en el escrito.
La misiva fue difundida este sábado cuando precisamente el presidente Juan Manuel Santos encabezó un multitudinario acto por la restitución de tierras en la localidad de Necoclí, conflictiva región de Urabá e histórico bastión paramilitar del noroeste del país.
EFE