Exrectores de la Universidad del Rosario le piden la renuncia al actual rector, Alejandro Cheyne

La Universidad del Rosario vive uno de los debates más álgidos de su historia reciente. Tras una serie de despidos en el centro académico, se abrió una enorme polémica sobre sus supuestos problemas de sostenibilidad financiera. Toda la semana, los diferentes estamentos del claustro se han pronunciado. En diferentes cartas conocidas por la opinión pública, instituciones emblemáticas como el Colegio de Abogados Rosaristas, la Asociación Rosarista, profesores de distintas facultades, egresados y alumnos han pedido al rector, Alejandro Cheyne, que se aparte del cargo.

El último pronunciamiento lo hicieron los exrectores. En un documento que hicieron público a través de sus cuentas de redes sociales, y sin mencionar las razones de la crisis, los exdirectivos cuentan que sostuvieron una reunión con el rector y le recomendaron “dar un paso al costado para poder iniciar el proceso de recuperación de la confianza y gobernabilidad, y continuar con la buena marcha de la Institución”.

Mientras tanto, en el claustro de la universidad, en el centro de Bogotá, los estudiantes y profesores hicieron sentidas protestas en el mismo sentido.

El pedido de los exrectores se suma a las crecientes voces al interior del claustro académico. El sábado, desde la facultad de jurisprudencia se escucharon dos voces muy fuertes. La primera fue del Colegio de Abogados Rosaristas. En su documento, los juristas muestran su “preocupación ante las denuncias y testimonios que han salido a la luz pública en los últimos días, y que generan inquietud en nuestra comunidad universitaria, especialmente en los asuntos relativos a la administración de recursos, a las conductas asociadas al gobierno corporativo de la universidad, y a los presuntos conflictos de interés que aquejan a los órganos directivos de la institución”.

También se pronunciaron los profesores de cátedra que fueron más allá y pidieron revisar el modelo de gobierno que ha acompañado a la Universidad por más de 370 años. “La aspiración fundacional de que un selecto grupo de estudiantes elija a los órganos de gobierno en una universidad del siglo XXI es un anacronismo. Como en las universidades que tenemos como referentes y con las cuales queremos relacionarnos, ese modelo debe democratizarse y dar cabida, además de los estudiantes, a los profesores, los funcionarios y los egresados”, señalan. En estos días se sumó también la carta de 819 egresados de Jurisprudencia que, además, llaman a una Asamblea para buscar salida a la crisis.

Un grupo de profesores de la Facultad de Economía publicaron también un escrito en el que análisis los estados financieros de la Universidad y sostienen que hay alertas en los números que maneja el claustro.

Esta es la carta completa de los exrectores:

Con el fin de compartir las profundas preocupaciones que impactan gravemente a la Universidad y de manera especial a los cuerpos de dirección institucional, el grupo conformado por los exrectores Guillermo Salah Zuleta, Rafael Riveros Dueñas, Hans Peter Knudsen Quevedo, José Manuel Restrepo Abondano, y la exrectora encargada María del Rosario Guerra de la Espriella, invitamos en el día de hoy a reuniones separadas, al señor Rector y a los señores Consiliarios.

El rector José Alejandro Cheyne y cuatro de los cinco Consiliarios: Merlín Patricia Grueso, Martha Woodcock, Alvaro Salcedo y Alejandro Useche, asistieron. En el encuentro con el Rector, se conversó alrededor de la situación actual de la Universidad y las preocupaciones de los exrectores; así mismo, se le recomendó dar un paso al costado para poder iniciar el proceso de recuperación de la confianza y gobernabilidad, y continuar con la buena marcha de la Institución.

En la reunión con los cuatro Consiliarios que asistieron, se compartieron las preocupaciones y se les escuchó, encontrando coincidencia en la necesidad de una solución institucional inmediata. Igualmente, ratificamos la importancia de conocer la opinión de los distintos actores de la Comunidad Rosarista, como lo han propuesto los Consiliarios, recomendando acelerar el proceso.

Nuestro compromiso como Rosaristas continuará siendo la defensa y apoyo a la Institución, que lleva 371 años ininterrumpidos aportando al país y contribuyendo a las más altas causas académicas, científicas y sociales, en el marco constitucional de la autonomía universitaria.