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Playas del departamento del Atlántico - Foto de Archivo.
Playas del departamento del Atlántico - Foto de Archivo. | Foto: Archivo Particular - Cortesía

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Extorsión, el otro ‘virus’ que ataca a los comerciantes en la zona costera del Atlántico

Ya se han denunciado casos en Puerto Velero, Caño Dulce, Villa Palmarito, Centro Poblado y Nueva Esperanza, entre otros.

3 de febrero de 2021

Así como se confirmó después del ataque con granada realizado el mes pasado contra comerciantes del centro de Barraquilla, el departamento del Atlántico vive una situación difícil por cuenta de las extorsiones a los que grupos delincuenciales los tienen sometidos.

Ahora fueron conocidos nuevos casos en la zona costera del departamento, en los que varios comerciantes y empresarios del sector turístico denunciaron haber sido víctimas de llamadas intimidatorias para exigirles dinero o armas. Hechos que se suman a la dura situación económica que ha tenido que vivir el sector por cuenta de la pandemia del coronavirus.

El comandante de la Policía del Atlántico, el coronel Hugo Molano, reconoció que comerciantes de las zonas de playas del sector de Puerto Velero, en el municipio de Tubará, han venido recibiendo estas llamadas extorsivas. Otros casos se han registrado en sectores como Centro Poblado, Caño Dulce Nueva Esperanza y Villa Palmarito.

Según el alto oficial estos delincuentes se hacen pasar por integrantes de grupos armados ilegales para generar terror, pero que en muchos casos estos grupos no tienen presencia demostrada en esta zona del país.

Molano explicó que el modus operandi de los extorsionistas es identificarse como miembros del grupo armado, el cual no tiene presencia en el Atlántico, para así pedirle a los comerciantes armas y munición. Pero, como los comerciantes señalan no tener la capacidad de hacer tal “donación”, les estipulan una cifra de dinero que ordena un supuesto comandante, es decir lo equivalente a la compra del material de guerra solicitado.

Para el coronel está claro que muchas de esas llamadas se originan desde diferentes cárceles del país, en donde los delincuentes hacen su propia inteligencia usando las redes sociales de las víctimas y los directorios telefónicos, de donde sacan los datos y la información personal de los comerciantes.

Este tipo de extorsión, según contó, también se está presentando en la zona de Palmar de Varela, un municipio del sur del departamento, y el corregimiento de Paluato, en el municipio de Galapa.

Algunas de las víctimas contaron que los delincuentes les piden consignar el dinero exigido en locales reconocidos locales comerciales de giros y encomiendas bajo una identidad que les es suministrada para así no generar sospechas.

“El Gaula de la Policía ya está al frente de la situación y tomando las acciones en todos los municipios del departamento, en especial en Tubará, en donde se han registrado varias llamadas. En acciones conjuntas con el secretario de gobierno municipal, para organizar una reunió que sirva para explicarle a los comerciantes cómo proceder en caso de una extorsión”, explicó en declaraciones a medios locales.

La situación de los municipios del Atlántico se suma a la vivida el pasado 12 de enero en el centro de Barranquilla en donde fue perpetrado un ataque con una granada contra unos comerciantes del la zona de la carrera 41 y que dejó con heridas de consideración a 14 personas. El objetivo, según la Fiscalía, era exigirle a los comerciantes 12 millones de pesos.

Por el hecho fueron capturados e imputados José Gregorio Serrano Machado, alias Caracas o el Bebo; Cristian Corredor Sierra; José Morales, alias el Peluquero, y Antonio Alejandro Polanco Castillo, alias Jefry, quienes fueron enviados a la cárcel, aunque los cuatro negaron las acusaciones.

Los detenidos fueron señalados de pertenecer a la banda delincuencial Los Costeños y ser liderados por Joel Zerpa Brito, alias Tommy Masacre, y Esnéider González Malo, alias Cachetes, quienes en el momento del atentado estaban detenidos en la cárcel de Valledupar, conocida como La Tramacúa.