Nación
Extraordinario hallazgo paleontológico en Colombia: depredador “marsupial dientes de sable” de 13 millones de años de antigüedad
En una colaboración internacional de especialistas en paleontología de Colombia (Universidad del Rosario), Argentina, Estados Unidos, Japón, Panamá y el Reino Unido llevó al descubrimiento del esqueleto más completo de un “marsupial dientes de sable” en el Desierto de La Tatacoa, Colombia.
Durante su estancia postdoctoral en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario, Catalina Suárez lideró una investigación que dio con el descubrimiento paleontológico de proporciones extraordinarias que ha sacudido la comunidad científica en Colombia y más allá.
Este proyecto llevó a cabo un minucioso trabajo de excavación en el Desierto de La Tatacoa, ubicado en el departamento del Huila, un paisaje que hoy es conocido por su aridez, pero que en el pasado distante albergaba un exuberante bosque tropical húmedo.
En medio de este entorno desértico, con la colaboración de expertos de renombre internacional, logró desenterrar el esqueleto más completo de un “marsupial dientes de sable” jamás encontrado en la región. Este extraordinario espécimen pertenece a la especie Anachlysictis gracilis y tiene una asombrosa antigüedad de aproximadamente 13 millones de años. El hallazgo no solo ha dejado atónitos a los paleontólogos y científicos, sino que también ha capturado la imaginación de personas de todo el mundo.
Los esparasodontes, un grupo de mamíferos depredadores extintos, emparentados con los marsupiales modernos, vivieron exclusivamente en América del Sur durante el Cenozoico. Estos depredadores, conocidos como “marsupiales dientes de sable” debido a sus caninos curvos y aplanados que se asemejan a sables, ocuparon un nicho como carnívoros terrestres en la región antes de la aparición de los depredadores más familiares en la actualidad.
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Este hallazgo se ha convertido en una joya de la paleontología, ya que hasta la fecha solo se conocía una parte de la mandíbula y algunos restos adicionales de esta especie. Suárez destacó que este descubrimiento ha permitido a los científicos comprender en detalle cómo eran y cómo vivían estos depredadores extintos en la Sudamérica neotropical de hace millones de años.
Anachlysictis gracilis, con aproximadamente 23 kg, era más pequeño que su famoso pariente, Thylacosmilus atrox, de la Patagonia argentina, que pesaba alrededor de 100 kg. La morfología de Anachlysictis gracilis era más primitiva, con un hocico más largo y aplanado, lo que lo hacía más parecido a Patagosmilus goini, otro pariente de la Patagonia y el altiplano boliviano.
Lo más intrigante es que todos los miembros de esta familia de “marsupiales dientes de sable” tenían dientes molares diseñados para ser depredadores hipercarnívoros, con crestas afiladas en forma de cuchillas carniceras. Se cree que Anachlysictis se alimentaba de una variedad de presas, incluyendo pequeños mamíferos que habitaban en la región, como marsupiales, ratas espinosas, puercoespines, roedores y, sorprendentemente, primates que eran abundantes en el área en ese momento.
Este excepcional hallazgo no solo representa un tesoro paleontológico, sino también una ventana única que nos permite observar la vida en la antigua Suramérica hace unos 13 millones de años, en lo que los expertos denominan el “área de La Venta”.
En ese período, el actual desierto de La Tatacoa era un frondoso bosque húmedo tropical, que se asemejaba en muchos aspectos a la Amazonía actual. Esta revelación agrega una dimensión fascinante a nuestra comprensión de cómo era la vida en esta región en una era tan remota.
La emoción de este descubrimiento radica en el esfuerzo colaborativo de especialistas de diversas partes del mundo que se unieron para desenterrar este fósil de Anachlysictis gracilis, un esparasodonte “marsupial dientes de sable”. Ahora, este valioso hallazgo se encuentra en exhibición en el Museo de Historia Natural La Tatacoa, ubicado en el departamento del Huila, Colombia.
Además, el museo alberga otros sorprendentes descubrimientos que arrojan luz sobre la antigua historia de esta región, permitiendo a las generaciones actuales y futuras adentrarse en el asombroso pasado de la zona. Esta invaluable colección de fósiles y hallazgos arqueológicos ofrece una ventana a un mundo perdido, donde criaturas asombrosas de un tiempo ancestral habitaban lo que hoy es un árido desierto.
El trabajo y la dedicación de los científicos y paleontólogos que han contribuido a este proyecto han enriquecido nuestra comprensión de la vida en Suramérica en una época anterior a la que habíamos imaginado.