ELECCIONES 2018

Fajardo y De la Calle: una alianza imposible antes de primera vuelta

Los dos afirman tener coincidencias, pero ninguno renunciará a la candidatura. La ley dice que quien participó en una consulta y abandone la candidatura debe pagar multa. Duque y Vargas también están en su propia discusión. Y a Petro no le copian.

13 de marzo de 2018
| Foto: Fotomontaje SEMANA

Si en algo coincide el país político es que para ganar la Presidencia se necesitan alianzas. Ahora, tras las elecciones de Congreso que reajustaron el tablero electoral, las coaliciones se advierten necesarias para ganarse un cupo en la segunda vuelta.

Todos los candidatos, sin excepción, están en esa tarea. Los partidos también. Conservadores y La U, los más apetecidos por los aspirantes presidenciales por sus casi 4 millones de votos en estas legislativas, están en consultas internas para decantar sus fuerzas y saber a quién apoyar. Se sabe que al único que no le caminan es a Gustavo Petro.

Por sus sedes, e incluso por sus residencias particulares, han pasado Germán Vargas Lleras y Humberto de la Calle, del Partido Liberal. Y algunos de sus militantes, por aparte y a través de emisarios, se han acercado a Sergio Fajardo, de Compromiso Ciudadano, y a Iván Duque, candidato del Centro Democrático. Todos quieren y buscan alianzas.

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La de Fajardo y De la Calle es tal vez la alianza que más ha sonado en las últimas horas. Antanas Mockus, máximo elector de la Alianza Verde (sumó más de 500.000 votos para el Senado), se arrodilló ante cámaras de televisión para pedirles que se unan. Y Roy Barreras, la más alta votación de La U, aseguró que el camino de centro es una fórmula entre los dos aspirantes.

Pero parece que esto no tiene futuro. Por lo menos no antes de la primera vuelta. Este martes, tras analizar los resultados de las elecciones congresionales del domingo, los dos se refirieron al tema y, a juzgar por sus palabras, aún mantienen una distancia muy larga. Reconocen coincidencias ideológicas, pero parece que ninguno cederá en sus aspiraciones personales.  

“Con el doctor Fajardo hay enormes afinidades, pero mi decisión hoy, hoy, es que vamos a la primera vuelta tras la Presidencia. Dejemos que la campaña transcurra, habrá que examinar opciones”, dijo De la Calle. Y en W Radio Fajardo dejó en claro que “Humberto de la Calle es un hombre muy valioso, pero él y yo, cada uno, estamos en campaña política”. Hay una pequeña puerta abierta, pero parece que ninguno quiere ceder.

El otro cálculo en esta llave es por sus respectivas fórmulas vicepresidenciales. Claudia López -la de Fajardo- y Clara López -la de De la Calle- tienen narrativas similares en cuanto a la paz y la lucha contra la corrupción, pero se distancian en su visión de Estado, ya que la primera es más liberal mientras que la segunda es más cargada hacia la izquierda.

Y para completar el enredo también hay un factor legal. La Ley 1475 de 2011 (la ley de partidos políticos), que regula los procesos electorales, estipula en su artículo 7 que “el resultado de las consultas será obligatorio” para los candidatos que hayan participado en ellas, como es el caso de De la Calle, Duque y el mismo Petro. Esto quiere decir que deben llevar sus candidaturas hasta primera vuelta y que si quisieran sumarse a otras campañas podrían ser sancionados.

“En caso de incumplimiento de los resultados de las consultas o en caso de renuncia del candidato, los partidos, movimientos y/o candidatos, deberán reintegrar proporcionalmente los gastos en que hubiere incurrido la organización electoral”, precisa la norma. Queda claro que estos tres aspirantes pueden recibir apoyos de otras campañas, pero no sumarse ellos a procesos distintos so pena de ser sancionados económicamente.

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¿A qué viene esto? Pues que en materia legal, si no quisieran sanciones económicas, Fajardo tendría que sumarse a la candidatura de De la Calle, en un ejercicio similar al del 2010 cuando descartó su aspiración e hizo fórmula con Mockus. Fueron el cisma que le dio vida a la ola verde y lograron llegar hasta segunda vuelta.

Fajardo, ahora respaldado por el oficialismo de Alianza Verde y el Polo, no participó en ninguna consulta para ser candidato, por lo que no tendría que pagar la multa que sí recaería sobre De la Calle en dado caso de que decidiera sumarse a la aspiración de Fajardo. Un galimatías importante y que suma un factor adicional al debate que hay en torno a esta eventual unión.

También impacta en la derecha

En la otra orilla ideológica, la de la derecha, pasa algo similar. Mucho se ha hablado de la posibilidad de unir esfuerzos entre Vargas y Duque, pero aquí también hay cuestiones legales y políticas que analizar. La carta de Álvaro Uribe y el Centro Democrático ganó una consulta y tendría que pagar la multa mencionada en la ley 1475 si quisiera sumarse a la aspiración del exvicepresidente y ahora candidato por firmas.

Y Vargas -quien de pensar en sumarse a Duque no tendría que pagar multa- siente que es en torno a su nombre que debería unirse la centro derecha colombiana, pues ya hizo la carrera política que el aún senador de 42 años no ha realizado. Como se ve, otro galimatías que, a juzgar por los hechos, solo podría resolverse para segunda vuelta y en el que la cantidad de votos que se saque en primera será un factor más que definitivo.

Esta elección presidencial, la primera en cinco décadas en la que las Farc no serán el tema central del debate, enfrenta a la izquierda y derecha en Colombia, pero el peso de las alianzas determinará qué tan capaces son los políticos en este nuevo escenario de deponer los egos y concentrarse en propuestas conjuntas. Este es el verdadero galimatías.